Este
contrabandista, hoy día casi retirado del contrabando
(no se puede ser un contrabandista eficaz si se es a la vez un personaje
adorado y conocido por los rebeldes y por media galaxia) es una de las
personas más pintorescas de toda la galaxia. Su vida ha sido casi
mítica. En su carrera de contrabandista ha transportado ilegalmente
de todo (armas, pasajeros, mercancías diversas...), y ha luchado
contra todos (Imperio, piratas, esclavistas...).
Solo nació en el sistema estelar corelliano y se graduó con honores en la Academia Imperial. Con un prometedor futuro por delante como oficial imperial, su vida cambió al rescatar a un wookie de la esclavitud. Solo perdió su puesto y rango, pero ganó un aliado para toda la vida: Chewbacca. Juntos los dos, comenzaron a vagar por la galaxia. Solo insistía en que el wookie le abandonara, pero éste decía que debía devolver a Han el favor que le hizo. En el transcurso de sus aventuras Chewbacca ha pagado con creces su deuda, pero no ha abandonado a Han pues entre los dos surgió una gran amistad. Tras varios trabajos en algunos lugares de la galaxia acabaron dedicándose los dos al contrabando.

Como contrabandistas eran bastante buenos, pero su carrera ascendió vertiginosamente al conseguir el Halcón Milenario, nave espacial que ganó en una partida de Sabacc a su colega Lando Carlissian. A partir de ese momento, Solo y Chewbacca se convirtieron en los mejores contrabandistas de la galaxia.
Solo es muy buen piloto, algo arrogante y presumido, pero de buen corazón. Es un jugador nato y siempre mantiene el tipo, bromeando incluso en los momentos más difíciles.
Pero el "trabajo" de Solo implica riesgos, y en el transcurso del transporte de unas mercacías del señor del crimen de Tatooine, Jabba el Hutt, se vió obligado por la presencia de tropas imperiales a soltar la carga que transportaba. Jabba, al ser Han su mejor contrabandista, le dio un tiempo para pagar su deuda con él. Pero la paciencia de Jabba se acababa rápidamente y Han tuvo que aceptar el trabajo, en principio fácil, de llevar a un joven, un anciano y dos androides a Alderaan: Luke Skywalker, Obi-Wan Kenobi, C-3PO y R2D2.
Las cosas se complicaron para Solo y Chewbacca al llegar a la localización de Alderaan y encontrar que el planeta había sido destruido por la Estrella de la Muerte, en la que se infiltraron para liberar a la Princesa Leia Organa. Tras el rescate se transladaron a la base rebelde de Yavin, donde Solo recibió su recompensa por el trabajo hecho y marchó hacia Tatooine para pagar a Jabba lo que le debía.

Pero el creciente aprecio que sentía por Luke y por Leia le hicieron dar la vuelta. Llegó en medio del asalto rebelde a la Estrella de la Muerte. En medio de la refriega observó a un solitario Ala-X a punto de disparar su carga de torpedos contra la estación estelar que era perseguido por tres TIE. Lanzándose en picado con el Halcón Milenario consiguió dispersar a los TIE, dándole a Luke, piloto del Ala-X, el tiempo necesario para que efectuara el disparo que acabó con la estación imperial.
Sin embargo, a Jabba lo único que le importaba era su dinero y su credibilidad como jefe criminal. Ante la no vuelta de Solo con el dinero puso precio a su cabeza. Fue el caza-recompensas Boba Fett el que puso a los imperiales sobre la pista de Solo y los rebeldes. Han fue capturado y se le encerró en un bloque de carbonita, en el que estuvo preso (sirviendo de adorno en la guarida de Jabba) un tiempo.
Finalmente, Luke, Leia y Chewbacca acudieron en su rescate. De ahí fueron a Endor, con la misión de acabar con el escudo deflector que protegía a la nueva Estrella de la Muerte que el Imperio estaba construyendo. Tras conseguirlo, y tras conseguir la flota rebelde acabar con la estación imperial, se celebró una gran fiesta en Endor, en la que Han se declaró a Leia. Un final feliz para el osado contrabandista...