Destinados
a ser la columna vertebral de la Flota Imperial, estos mastodontes de más
de kilómetro y medio de longitud poseen suficiente potencia de fuego
como para arrasar un planeta. Además del propio arsenal de la nave
(60 baterías turboláser, 60 baterías de cañones
de iones y 10 proyectores de rayos de tracción) transportan una
división de soldados de asalto
completa, con 20 AT-AT, 30 AT-ST
y seis escuadrones TIE (72 TIE más lanzaderas y otros vehículos).
Están de patrulla por la galaxia, realizando saltos hiperespaciales
para moverse con rapidez cuando es necesario. Además, tienen una
gran velocidad sublumínica y están orientados al combate
entre naves, no pudiendo entrar sin embargo en atmósferas planetarias.
Estos destructores son los que aportan unidad al Imperio, pues atemorizan a toda la galaxia. Pueden llevar en sus bodegas bases imperiales prefabricadas que pueden desplegar en un planeta en cuestión de días. Sirven también de muelle de reparaciones para naves imperiales. Llevan una tripulación de 37.000 hombres y transportan a unos 10.000 soldados de asalto. Tienen una autonomía de seis años.