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El
proyecto de rodar Evita
llevaba más de 20 años deambulando por los estudios de Hollywood.
Oliver Stone dejó el proyecto, ya que se había desgañitado
para conseguir que una productora que le respaldara en el proyecto. Le
pasó el testigo a Alan Parker,
que se entusiasmó con la idea. El guión había sido
repasado por veinte guionistas por entonces, ya sólo quedaba conseguir
el dinero y los protagonistas, que no es poco. Meryl Streep y Michelle
Pfeiffer ya habían luchado por el papel, en vano. Era el mejor momento
para Madonna. Ni
corta ni perezosa, cogió lápiz y boli, y le mandó
al director una carta de siete páginas, dándole razones por
las que tenía que elegirle como actriz para la película.
Devió de ser bastante convincente, porque Alan no dudó en
aceptarla. Alan tenía un poco de miedo, porque no sabía como
iba a funcionar el rodaje de una película tan complicada en sí,
con una persona tan carismática y escandalosa como Madonna.
La
preproducción de Evita comenzó en verano de 1995. Antes de
comenzar el rodaje, había que grabar la banda sonora. La grabación
comenzó el 2 de octubre. Ese mismo día se hizo en el estudio
de grabación la presentación oficial de los protagonistas
de la película : Madonna, Antonio Banderas
y Jonathan Pryce. La grabación tardó
450 horas en realizarse, desde su inicio hasta su comercialización.
Madonna aprendió a manejar su viz gracias a Joan
Lader, una profesora de canto que hizo maravillas,
consiguiendo que Madonna aprendiera a utilizar sus tonos de voz de una
manera adecuada para la compleja partitura.
El
20 de enero de 1996 Madonna llegó a Buenos
Aires, dispuesta a empezar el rodaje. Cual
fue su sorpresa, cuando descubrió que el pueblo argentino estaba
en contra de su actuación en la película. Es más,
para ese momento todo el equipo de rodaje del film había sido declarado
personae non gratae, es decir, personas no gratas. Una manera
de decirles : "fuera de aquí, americanos". Los peronistas tuvieron
ocasión de poner a Madonna como "sierva
de Satanás", cosa que deprimió
por completo a la estrella. No debe ser agradable que te ocurra eso nada
más llegar a un país extranjero. Por una parte era bastante
comprensible, dado a que Evita en Argentina es una Diosa, intocable. Y
claro, Madonna no parecía ser la persona más indicada para
representar "su" Diosa.
Mientras
los fans no la dejaban dormir, chillando : "Eva, Madonna", ella se entrevistaba
con personas cercanas a Evita, para saberlo todo sobre ella. No quería
dejar pasar ningún detalle. Y lo consiguió.
El
6 de febrero hubo una rueda de prensa movida, con cientos de periodistas
dispuestos a desacredi- tarles el proyecto, pero se limitaron a decir que
el film no iba a denigrar la figura de Eva Duarte. El siguiente paso era
convencer al Presidente Carlos Menem de que les dejase rodar en el balcón
de la Casa Rosada la escena más impactante, la de "Don’t
Cry For Me Argentina". Al principio se negó
en rotundo, pero una cena con Madonna le hizo cambiar de opinión.
Ella le dio su punto de vista sobre Eva y la película, y Menem calló
rendido a sus pies. Alan Parker no podía creerlo. No sólo
Madonna se estaba portando como una auténtica profesional, sino
que le estaba salvando todos los obstáculos de la compleja producción.
Todo un acierto. Los problemas en Argentina habían acabado. Rodar
los últimos planos y al avión. Destino: Budapest.
Llegaron
el 25 de Marzo. Budapest
era la ciudad que más se acercaba al estilo del Buenos Aires de
los '50, así que parecía que todo iba a funcionar bien. Pero
los problemas continuaron: el obispo de la ciudad no quería que
Madonna grabara escenas del film dentro de su catedral. Las negociaciones
fueron largas, pero al final se pudo grabar la secuencia en la que una
débil Eva se desmaya.
Parecía
todo calmado, cuando Madonna se acercó a Alan Parker para decirle:
"Oye, Alan, que estoy enbarazada".
Hubo que retocar todo el vestuario para que le entrara, cambiar planos
de camara para así disimular su tripa, etc. Lo mejor fue al hacer
pública la gran noticia. Si Evita
había tenido ya suficiente publicidad gratuita, el embarazo hizo
que no se hablara de otra cosa en todo el mes de abril.
El
rodaje de Evita terminó el 27 de Mayo de 1996, dentro del presupuesto
y el tiempo estimado. Era todo un éxito, dado a la complejidad de
grabar un musical, repleto de playbacks y grandes masas de gen- te. El
montaje duró todo el verano. Ya estaba todo previsto para el estreno
del musical más importante de los últimos veinte años.
El lugar elegido fue el Dorother Chantler Pabilium, lugar donde se celebran
los Oscars anualmente. El lugar se llenó de glamour y caras conocidas,
desfilando por la alfombra roja, el 14 de
diciembre del '96. El estreno de Evita iba
a ser restringido a dos ciudades, el día de Navidad: New York y
Los Angeles. El estreno en todo América fue el 10
de enero del '97.