Ref: puesto el 28/7/00 15:37
Me invito a cenar, como otras veces......pero hoy habría más gente, más gente que no conocía, en un restaurante de lujo, una cena informal..... Era viernes noche y me arreglé para salir cuidadosamente y con mimo: aceite en el cuerpo, maquillaje impecable y una falda arrasadora, necesitaba sentirme atractiva. Llamé a unos amigos para no sentirme demasiado incómoda en la cena, pues hacía mucho tiempo que no le veía. La cena fue distendida, charlé com los conocidos y con los desconocidos, reí y puse mis mejores sonrisas, sin prestarle atención. Me dirigio un par de miradas furtivas que yo no respondí; no quería entrar en ningun tipo de juego, y había muchas mujeres en la mesa, que le prestaban atenciones en demasía. En la discoteca dejé las cosas como estaban, baile en la pista y despues nos fuimos a casa. Un adios. Estaba quitandome la ropa cuando sonó el teléfono: “te invito a una copa. En mi casa”. Me puse algo cómodo y salí a la calle. No hubo copa, ya no había gente, estábamos solos, nos dirijimos al cuarto para calmar los nervios. No me dejó dormir. Cuando conseguí conciliar el sueño, desperté con sus caricias suaves y delicadas; el corazón se me aceleraba y no pude disimular. Tierno en demasía. Cuando desperté de nuevo ya se había levantado.....no supe que hacer, ni que decir, me fui a casa. No he vuelto a saber de él y yo lo sabía, soy cómplice de esta situación que me angustia. Lo siento. No puedo contarlo todo