Hola, amor. Este fin de semana he realizado el pequeño esfuerzo de no dejarme hundir por mi estado de ánimo, y ha sido el primero que paso moderadamente bien desde que nos separamos. Hoy me he pasado el día entero en la piscina, jugando a ratos con mis vástagos, tostando algo mi blanquecina piel y dejando que las horas transcurrieran sin atormentarme. Tal y como está el percal (anímico mío) de un tiempo a esta parte, ha sido todo un logro, así que no puedo quejarme. Como no quería aventurarme en este domingo tan escasamente apasionante como poco tortuoso sin al menos darte un beso, te llamé esta mañana, y se que el escuchar, por fugazmente que fuera, tu voz ha contribuido lo suyo a que el día fuera así, simpático, apacible, placentero, poco tenso y aún menos intenso. Mañana te contaré más cosas, tanto mediante este sistema como a través del teléfono. No puedes hacerte idea de las ganas que tengo de verte (y de besarte). Un beso con burbujitas de amor. |