Ref: P/ Pal puesto el 4/12/99 0:01 |
Se lo has dicho a..... , gracias por esa pequeña maravilla. Joan. |
Ref: De la hemeroteca... puesto el 4/12/99 0:11 |
** LA CREATIVIDAD LITERARIA DE LOS ORDENADORES ( II ) ** "Cualquiera que sea el resultado de ese concurso, cabe poca duda de que está llamado a encender los ánimos de la comunidad literaria, de la científica, o de las dos a la vez. Pero la cuestión es bastante más compleja que un crucigrama sintáctico, porque el concurso se trata en realidad de una versión novelesca del llamado 'Test de Turing', una especie de prueba de fuego para determinar si un ordenador piensa, formulada en los años cincuenta por el genial matemático británico Alan Turing: deberemos considerar que un ordenador es inteligente cuando consiga engañar a un interlocutor 'ciego' para hacerle creer que se trata de un ser humano. Los especialistas en inteligencia artificial llevan un cuarto de siglo diseñanado programas para construir y escribir relatos, pero, según Hurley y Bringsjord, ésta es la primera vez que sus resultados se ponen a prueba contra textos literarios humanos. ( El País, 12 de noviembre de 1999 ) *** TIBERIO. MCMXCIX *** |
Ref: puesto el 4/12/99 0:25 |
:-*****) |
Ref: puesto el 4/12/99 0:29 |
Buenas noches, Sigfrido. :-*) |
Ref: puesto el 4/12/99 0:37 |
Ref: puesto el 4/12/99 1:02 |
Ref: puesto el 4/12/99 1:06 |
buenas noches mi amor |
Ref: Sigfrido puesto el 4/12/99 1:07 |
Buenas noches, literarios. Hola Voz. |
Ref: Némesis puesto el 4/12/99 2:35 |
Y Aladino perdió su lámpara mágica en el desierto... Es posible que Aladino no la encuentre de nuevo, pero él consiguió sus deseos, así que perdió la lámpara una tarde muy oscura que estaba adentrándose en el desierto, sólo, sin más compañía que su vieja alfombra mágica que ya no volaba por haberse quemado sus finas y delicadas fibras en un incendio en el que Aladino perdió su palacio, su dinero, y cuantos objetos de valor había poseído hasta ese momento. Pero era de noche, y Aladino ya no veía como antaño. Los cristales que le cubrían los ojos estaban quebrados por varios sitios, y las imágenes se ampliaban o reducían según el momento. Había rastreado el lugar palmo a palmo, pero su búsqueda fue infructuosa. Su lámpara, su genio, había desaparecido en medio de la arena amarilla y caliente, mientras una ventisca anunciaba el principio de una tormenta de arena. Aladino se refugió en su alfombra y cubriéndose con ella, se entregó a la noche a la espera de la muerte. -. Pídeme tres deseos.- Digo una voz atronadora a su espalda. – Soy el genio de la lámpara y te los concederé.- Aladino apartó la alfombra y se sentó en la arena cubriendo su cara con las manos. -. ¡ Que pare esta tormenta de arena!.- gritó al genio. Este obró el milagro, y el viento cesó de repente. -. ¿Cuál es tu segundo deseo, amo?.- Aladino le miró con tristeza. -. ¿Debo pedir tres deseos?.¿ NO pueden ser dos?.- El mago sonrió lacónico. -.¿Tan pocas cosas deseas en esta vida que quieres que te reduzca los deseos?.- Aladino asintió levemente. -. Mi vida ha sido un completo desastre. Pedí poder, amor, aventura... Y se me concedió. ¿ Qué otra cosa puedo pedir que no sea la muerte?. Soy viejo, he vivido mil y una maravillas... Mírame ahora, soy solo una sombra de lo que fui, mis mejores amigos se han ido para siempre, mi amor... murió hace mucho y la añoro. Quiero reencontrarme con ellos en otro lugar más feliz que este, más acogedor y menos cruel que este mundo que me ha tocado vivir.- El mago le miró con desesperación. -. No puedo concederte ese deseo. Yo hago que la gente se sienta feliz, no que se muera. Eso no es un deseo, es una locura.- Aladino se puso en pie aferrando su alfombra entre los brazos. -. Pues debes cumplirlo. Ese y ningún otro es mi último deseo.- -. No puedo concedértelo.- Negó el genio apesadumbrado.- Pídeme otro.- Aladino le miró con desencanto. -. Está bien. Entonces dame paz, toda la paz del universo.- El genio alzó su mano y convirtió a Aladino en polvo... -. Nada muere, todo permanece, sólo cambia.- |
Ref: puesto el 4/12/99 14:35 |
:*) |
Ref: Paseando, de nuevo... puesto el 4/12/99 15:50 |
...por el Parque :*) Y, míiira que lo he echado de menos... Se acabaron mis vacaciones y lo cierto es que me han sabido a poco. En las próximas elecciones de lo que sea, votaré a quien me diga que tendré un mes sí, otro no de vacaciones. Es lo justo. Entonces contratarían a gente para suplir mis períodos vacacionales y se solucionaría parte del problema del paro. ¿Que no hay presupuesto...? Ja, ja, ja... (estos jas, jas, jas, son sin reír), ¿que soy una utópia? pues no voy a serlo... con lo agusto que yo me lo paso así... Acaba de ser mi cumpleaños, hace dos días, y... .....¡FELICIDADES!!!.... a todos los sagitarios (p'a mí también :))) de por estos lares Pasé el cumple más a l u c i n a n t e de los que recuerdo. Ya en casa, a la hora de cenicienta, abrí el wordpad y escribí uno de esos cuentitos que están entre la realidad y la ficción, sin mucha diferencia entre una y otra. :))) Pero la realidad, aplastante. Un día de éstos le doy un paseo por aquí, no sin antes intentar resumir algo las dos facetas. Con tanto cambio de servidor y de correo y de las veces que se me ha descontrolado todo el equipo, por fin ya tengo mail funcionando. Con tanto cambio, decía, se me han perdido todas las direcciones de los amigos parquianos con quienes mantenía una bonita cibercorrespondencia. Y es que yo tengo una memoria medio amnésica en esto del internés y sus conexiones. Más que una RED es una MARAÑA y una servidora, una MANAZAS, claro :)))). Lo del mIRC es otro cantar. Está en vías de montaje, o sea que una noche cualquiera de éstas intentaré meterme en el canal #parque, creo. Tambien creo que es gio ¿no?. Por allí intercambiaremos los 'mails' ¿vale? Un besazo a tod@s Tamara :*) |
Ref: El regalo de cumpleaños. puesto el 4/12/99 19:39 |
"EL REGALO DE CUMPLEAÑOS" Cuento.- Para mi amigo invisible. El otro día me paré en una gasolinera donde hay todo eso de lavar los coches. Aparqué junto a la potente aspiradora, al lado de un contenedor para basuras. Dentro, entre papeles, colillas, botellas y demás marranadas de esas que se almacenan en los coches, habían dos peluches. Un tigre y un patito. Sus ojitos de brillante cristal negro, con pupilar amarillas, parece que me miraron pidiendo socorro. Eran preciosos y más sucios que el palo de un gallinero. Me puse los guantes de goma que te da la máquina aspiradora a cambio de cinco duros, y los cogí. Les envolví en papel de periódico y p'a casa. Después de un lavado a máquina con jabón del borreguito y un soleado en el tendedero de la ropa, se han quedado que ni nuevos... El osito Panda que siempre va conmigo en la guantera del coche, se ha puesto muy contento de tener amiguitos por fin. El pobre llevaba sólo desde hace un año y medio, cuando fuimos los dos a buscar al bugui. Lo estrenamos los dos y desde entonces viaja conmigo. Ahora son tres y te aseguro que cuando les echo una mirada, me sonríen. Mirando de un lado a otro, antes de empezar mi tarea de rescate y meter mis enguantadas manos en el contenedor... No se ve a nadie. En los surtidores los dos gasolineros despachando gasolina, metiendo mangueras a diestra y siniestra en los orificios de los hambrientos coches que estaban repostando... Pero unos observadores ojos estaban tras la gran cristalera del bar de la estación de servicio pero los destellos de los cristales imposibilitan ver desde fuera quién había dentro... Y dentro estaba el dueño de esos ojos.. Eso me dijo al día siguiente, cuando me vió en plena fiesta, por la noche, rodeada de gente que estaba feliz celebrando mi cumpleaños... Todo empezó cuando se me ocurrió comentarle a alguien de los allí presentes, que era mi cumpleaños. Se corrió la voz y al rato, sobre la barra, aparecieron unas botellas de cava catalán, vasos de plástico eso sí, pero la experiencia del dueño de ese bar, le aconseja no ponerlos de cristal en las noche alegres... Me felicitaba gente que no había visto en mi vida, además de los amigos habituales y conocidos de vista. - ¿Eres de la sociedd proctora de animales?- me oigo muy cerquita de la oreja izquierda, y la verdad es que a esa distancia y con la euforia del cava y de la alegría del momento, me dió como un escalofrío. Le miro y... ¡vaya ojos! si los llego a ver tras la cristalera del bar de la gasolinea, seguro que entro a tomarme un cortado. Pero aquella tarde tenía algo de prisa, cachis...! Nos sonreímos y me pregunta dónde he dejado a mis rescatados animalillos... -En el tendedero de la ropa. Les han salido los colores naturales suyos... Y nos reímos... Y entonces va y me dice: - Están diciendo por aquí que es tu cumpleaños ¿es eso cierto? -Sí - y maldigo , p'a mis adentros, ese fenómeno odioso que se llama rubor, los mofletes empiezan a subir de temperatura y de tono... -¿Me permites que te haga un regalo? Yo, riéndome sin querer evitarlo ¿para qué?, le digo que vaya pregunta, que a quién le amarga un caramelo... (y aquí, a quien maldigo es al cava que te hace decir unas cosas que para qué....) Y sigo con esa osadía que da la ingesta de una copa de cava combinado con alegría. El cóctel es explosivo, de verdad... -¿Qué me vas a regalar?- le digo, convencida de que me va a decir que un animalillo de peluche, claro ya sabe cómo me gustan... - A mí mismo, ¿te gusta el regalo- me dice, con la misma naturalidad que si se tratara de un peluche de verdad. Creo que me oí decir algo así: -Buen regalo!- y, seguidamente, intentando arreglar el tinglado: " si pudiera aceptarlo, pero no puedo". -Pero sí puedes decirme por qué no puedes aceptar mi regalo, y me lo vas a decir ¿verdad? Después de varios glups y carraspeos sin tener ni idea de cómo salir del trance, y sin dejarnos de mirar a los ojos, le digo: -Porque mi mamá me ha dicho que no acepte caramelos de desconocidos. Y dicho esto y aprovechando su ataque de risa que hasta los ojos tenía cerrados de tanta carcajada que soltó, me escabullí por entre la multitud que abarrota el bar. Eran las doce de la noche y fuera estaba cayendo un chaparrón que las gotas saltaban medio metro sobre el pavimento de la calzada. Mi coche estaba al otro lado de la calle y cuando llegué a él, parecía que había salido de una piscina. Con ropa y todo, claro. No me despedí de nadie, pero n o hacía falta. Andaba ya todo el mundo muy entretenido con la fiesta. Seguro que ni se notó mi ausencia. Siguiendo los consejos de Tráfico, decidí quedarme allí dentro, rodeada del Diluvio Universal II, el tiempo que fuera, hasta que se me quitara el sorongo del cumpleaños (en el apartado "cava", digamos, aunque a mí me gusta más seguir llamándolo champán, que contra!) Casi me adormecí, viéndome como Cenicienta saliendo al trote y dejando al príncipe colgado, con su zapato de cristal en la mano. Aquí, la diferencia es que yo tenía puestas las camperas y, encima, llenas de agua. Qué frío, me dije, y quitándomelas, me arrastré como pude, sorteando el cambio de marchas, no trabándome con los cinturones de seguridad, gateando así, llegué al asiento trasero. Me cubrí con una mantita de lana a cuadros escoceses y me quedé lo que se dice, sopa (nunca mejor dicho, por lo del remojado de mi ropa, hecha una verdadera sopa J)) Me despertaron unos suaves golpecitos en uno de los cristales traseros. Justo debajo estaba mi cabeza, más allá de este mundo de realidades tan maravillosas... Creo que hasta estaba soñando. Intentaré recordar qué, porque, por lo visto, estaba sonriendo plácidamente mientras dormía. Por "lo visto" por quien golpeaba el cristal. Me incorporé y... era él. "El regalito de cumpleaños". Más tarde me dijo que no interrumpí mi sonrisa desde dormida hasta despierta. Cómo iba a dejar de sonreír si me encantó verle allí. Enmarcado en el cristal por donde se deslizaban las implacables gotas de lluvia. Y él, hecho un puro remojón, pero con una sonrisa que me es difícil describir. -¿Vas a consentir que siga mojándome así?- decía sin dar tregua a su sonrisa... Gritando un poco, porque por fuera la lluvia era muy escandalosa y podría no oírme, le dije: -Si me aseguras que te sentarás en el asiento de delante y en ningún momento intentarás darme el regalito que me dijiste antes, te abro la puerta. Pero date prisa en decidir si aceptas el trato, que te estás poniendo bueno- -Prometido- esa palabra la leí en sus labios al pronunciarla, a través del chorreante cristal y la leí en sus ojos mientras me la repetía sin abandonar la sonrisa. Y, claro, le abrí la puerta del coche. Fuera, la lluvia arremetía contra el techo y laterales de la carrocería y era como un concierto a lo Jarret. Después de acomodarse en el asiento del copiloto y los dos riéndonos a carcajada suelta, nos miramos un buen rato. Ni idea del tiempo que transcurrió sin apartar los ojos, como clavados con imanes... Cuando cesó el aguacero, suplimos sus excitantes acordes con una cinta de "todoblues". Y entonces me contó cómo me vió en la gasolinera desde detrás de las ventanas. Le pareció una imagen tan surrealista que la captó en su pequeña cámara de video. También me contó el guión que se le pasaba por la imaginación, para un corto. Estaba estudiando Sonido e Imagen en un Instituto de FP. Nocturno, claro, porque durante el día trabajaba en un laboratorio de informática... andaba con la creación de un programa que cuando acabó de contarme de qué iba, yo no me había enterado de nada. Sus ojos y su sonrisa, mientras hablaba tenían ocupada toda mi atención. Al margen de que yo, en informática ando lo que se dice muy mal. Durante nuestra conversación, la más húmeda que recuerdo en mi vida, por estar los dos bien empapados por la lluvia, eh!, me propuso hacer unas pruebas. No sé que vió en mi semblante que cambió rápidamente el plan a seguir. -Bueno, mejor que no poses, ya veo.... Pero podría seguirte por todas partes, sin que tú lo sepas, e ir tomando planos tuyos. No supe qué responder. Y, como siempre, un millón de contradicciones me pasó por dentro... Le contestaría el lunes, cuando me diera la cinta de la gasolinera. Ese fue el trato que hicimos y sus ojos afirmaban que lo íbamos a cumplir los dos. Ay!, el regalo de cumpleaños era esa cinta, o sea, él. Porque el cine es todo para él. Es él mismo solamente cuando filma. Pero como mi mamá me tiene dicho que no acepte caramelos de desconocidos, pues me quedé sin ella. Me lo dijo con una sonrisa pícara y lo interpreté como excusa para vernos otra vez. Imposible quedarme sin visionar "mi película". Y como ya no llovía, abrió la puerta del coche y se levantó del asiento delantero, del que no se movió en las dos horas que estuvimos allí. Tal como me prometieron sus ojos. La peli me la dará el día de la Constitución, me dijo, antes de desaparecer por la acharolada calle. -¿Es una cita, supongo...? J)) -Ese día puede que se "constituya" entre nosotros una relación que nada tenga que ver con nada de todo lo conocido hasta la fecha... y "el portazo sonó como un signo de interrogación", dice el Sabina J)) Al día siguiente, quedé convencida de que todo había sido un sueño. Por más que intentaba hilar los flases de la noche anterior no había manera de conseguirlo. Pero ¿y si era cierto eso de que el episodio de la gasolinera estuviera grabado en una cinta vídeo? La idea me asustaba y al mismo tiempo me gustaba. Yo de 'prota' en un vídeo de objetivo indiscreto. Y mis pensamientos se afanaban en recordar cada uno de mis movimientos durante la operación rescate de peluches abandonados y cubiertos de suciedad... por si a mi amigo le daba por enviarlo a una cadena de tv, y encima se llevaba un premio al vídeo más votado. La idea me hizo sonreír...convencida de que no se le ocurriría tamaña estupidez... También me gustó la idea de ver de nuevo al dueño de aquellos ojos que así me captaron... ¡vaya, que bien los recordaba! Luego fue su sonrisa la que me vino a la memoria. No podía ser un sueño. Demasiado detallado. Hasta el escalofrío que me bajaba por la espalda, al recordarlo... Si no había sido un sueño, el día de la Constitución estará allí, esperando nuestra cita para darme su regalo de cumpleaños... Y... ... esta mañana, cuando he bajado a la ciudad a comprar unas cosillas, he sentido ese escalofrío especial, como si esos ojos me estuvieran mirando, viendo, captando desde cualquier esquina de cualquier calle, o mientras entro en el supermercado, o entre los tenderetes del mercadillo de los sábados... Sólo me he calmado cuando me he acordado de que todo, absolutamente todo, fue un sueño. Aún así, el lunes acudiré a la cita... ***************************** Tamara :*) |
Ref: p/Tamara de Lía puesto el 4/12/99 20:23 |
" El regalo de cumpleaños". ¡¡ Genial !!. ...final de Alfred... con suspense y sorpresivo.. Felicidades por tu cumpleaños, aunque atrasadas las mismas, también las sagitarios somos buena gente. Besos. |
Ref: De Nando para Lia puesto el 4/12/99 22:54 |
Y tanto que los sagitarios somos buenos, y por cierto, espero que mañana coincidamos a alguna hora del día, si no es así, recibe desde muy dentro de mi corazón este FELIZ CUMPLEAÑOS. BESOS MIL |
Ref: A Tamy de Pálpito puesto el 4/12/99 23:10 |
¿Tu cumple dices?. ¿Una Sagitario :-DDD?. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELICIDADES NIÑAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Y que cumplas muchísimos más. Besotes y tirones de oreja, tantos como quieras...¿HAce una ciber tarta y una de Cava para el brindis?. :-)) |