Ref: puesto el 12/11/99 0:07
;-)
Ref: Sigfrido puesto el 12/11/99 0:24
Buenas noches, literarios.
Ref: puesto el 12/11/99 0:33
Bueno, pero a mi las monjitas me enseñaron entre collejillas cabroncitas que a los 2 primeros dígitos del año, se le suma 1 y se obtiene el siglo, o sea, 19 + 1 = 20; jo... siento mi infancia traicionada, las monjitas no mienten, o si?
Da igual, ya están dando por culeision con los terribles presagios del efecto 2000, que nos pille confesaus y bien duchados, el siglo que tenga a bien empezar o terminar, segun se mire. Nosotros a lo nuestro, la juerga macabea, champán a too pasto y más o menos lo de siempre, felicidad de diseño y alegría oficial. Se nota mi "alergia" a la tradición, no?
Que muchas felicidades a los escorpions, tengo uno en casa, el sábado se me hace un año más mayor, he intentado que uno más feliz, y uno más rico en ilusiones y esperanzas, y ke no falte.
Pues ná, que os leo de cuando en cuando, el hilo totalmente perdido ya de las historias, pero siempre el cariño me hace volver a leeros, a sentir que estais ahí, incluso alguna vez, como hoy, vuelvo a dejar mi testimonio.
Sed felices, no se os olvida NUNCA. Besos salados.***aran***
Ref: Sobre la radio... puesto el 12/11/99 0:36
En algunos países iberoamericanos, el escuchar Radio Moscú podía ser peligroso, sobre todo en aquellos donde imperaban dictaduras. En la emisora se recibían cientos de cartas que denunciaban casos de personas que habían sido encarceladas por haber escuchado los programas de la emisora moscovita. Puedo citar, por ejemplo, el caso del golpe de estado que tuvo lugar en Chile en septiembre de 1973 y que llevó al poder a Pinochet, siniestro personaje que últimamente está en la picota. Las emisiones de Radio Moscú eran seguidas incluso por los propios golpistas. Hubo varios intentos de silenciar las emisiones de Radio Moscú. Cuando se decretaba el toque de queda, la gente se iba apresuradamente a sus casas a escuchar la emisora para al día siguiente comentarlas con sus amigos de confianza. Radio Moscú se convirtió así en un medio para conocer cual era la opinión del resto del mundo sobre los sucesos que estaban teniendo lugar en Chile.
*** TIBERIO. MCMXCIX ***
Ref: De Tiberio... puesto el 12/11/99 0:40
*Tamara: es para mí un alegría el volver a verte, estimada parquiana. A ver si pronto te envío un e-mail. Un saludo afectuoso de Tiberio.

El anterior capítulo de "sobre la radio" es el número 4. Un despiste lo tiene cualquiera :-DD.

Sobre lo del milenio, al final llegamos a la misma conclusión: el tiempo es relativo.
Ref: Proxi al parque puesto el 12/11/99 10:14
Buenos días
¡Iluso de mí! Creí que un par de semanas de ausencia en Noviembre no iban a provocar demasiada acumulación de trabajo...
Por lo menos, nada más llegar la nieve salió a saludarme y ya cubre las cenizas del incendio.
No se me olvida el encargo que me adjudiqué al irme: la lotería. Los que quieran jugar un número común a este foro mandadme un mensaje a mi buzón carrilb@idecnet.com indicando cantidad, y cuanto antes mejor.
Proxi, corriendo a resolver lo más retrasado
Ref: MAGO/Aran puesto el 12/11/99 10:51
Las monjitas saben mucho de religión y de misticismo -vamos supongo, porque tengo mis dudas-- pero de matemáticas y astronomía no tienen ni pugnetera idea, que diría Forges. Esos trucos, de andar por casa, de sumarle uno a las centurias para determinar el siglo son como pretender demostrar la corrección de una operación aritmética con la famosa, de origen ignoto, de la prueba del nueve, que a mí también me enseñaron otro día unas monjitas. Las monjitas nuca tuvieron reparos a la hora de mentir siempre que fuera “sic transit gloria dei” o como se diga, que yo apenas de los latinajos sólo me acuerdo del rosa rosae.

El de la autopregunta tiene toda la razón, el siglo XXI no comienza hasta el 1/1/2001. Y lo que no entiendo es como estas cosas se polemizan, porque el calendario es algo que está reglamentado y definido desde hace más de cuatro siglos, opinar sobre ello es como filosofar sobre la corrección del planteamiento del teorema de Pitágoras o sobre la teoría de la relatividad, que la mayoría de la gente no sabemos ni lo que es. Y es que, aunque parezca mentira, el año 0 no ha existido nunca. Por supuesto, hablamos del calendario occidental.

Los responsables de este desaguisado son los medios de comunicación, como no, los que antes se denominaban los “mass media”, que en su ficticia ignorancia quieren abrigarnos a todos. Lo más probable es que el 31 de diciembre celebren el “fin del milenio”, y pocas semanas después reconocerán su “error” y volveremos, nuevamente, a celebrar el fin del milenio, esta vez inevitablemente el 31/12/2000. ¿Captáis? Pues eso.
Ref: CALLE CORTADA puesto el 12/11/99 11:41
El portal desprendía un apestoso olor a betún mezclado con goma requemada que ofendía sin remisión a cualquiera que entrase en él. Lúgubre y despintado por la humedad y el paso del tiempo, fijé mi atención en la ventana que sobresalía por su buena conservación y el colorido con el que estaba pintado el marco de madera, el único que no había sido devorado por las termitas.
Allí me esperaban, y aspirando aire convencido de que no soportaría el ascenso por las diminutas y estrechas escaleras sin llegar a amoratarme ante el esfuerzo de subir cinco pisos sin respirar, me dispuse a permitir que todos aquellos olores se filtrasen en mi sangre, con la leve e incauta esperanza de que mi propio cuerpo no pudiera invadirse de aquel estado de putrefacción y desolación que reinaba en cada rellano. Tras una puerta lloraba un niño a pecho partido mientras alguien le gritaba que se callara y le dejase dormir. En el segundo, un perro ladraba alertado tal vez, por el alboroto que se oía en el recibidor del piso de enfrente, donde posiblemente algún marido agredía sin contemplaciones a su mujer en la cocina. Apuré mi paso. Aquel edificio empezaba a provocarme terror.

Cuando llamé abrieron la puerta al instante.
-. Siéntate y espera.- Fue todo lo que me dijo aquel hombre sudoroso y despeinado que me recibió rascándose la barriga por encima de la camiseta sin mangas.
La habitación olía a lejía, y por el rabillo de la puerta, pude ver a una mujer que limpiaba el suelo con la fregona mientras canturreaba una copla.

-. Loba te recibirá ahora.- Seguí al hombre de la camiseta sin mangas a otra habitación mal iluminada y poco ventilada. Me indicó una silla en la que poder sentarme y miré despacio aquel recinto poco acogedor y muy austero en el que me habían introducido. Había una sola ventana que tenía las cortinas corridas por el que se filtraban tímidamente los rayos de sol de aquella mañana de julio. Las cortinas eran de terciopelo negro brillante. Cerca de la ventana había un escritorio de madera con incrustaciones de esmalte. Realmente ese, a parte de dos sillas más, era el único mueble que decoraba aquella pequeña sala.
La luz eléctrica se encendió de improviso y entonces la vi. De estatura menuda y manos afiladas, allí estaba la Loba, la mujer que había ido a ver a aquel antro. Su edad era de difícil precisión, tal vez cincuenta, tal vez ochenta... Era imposible discernir cuanto tiempo había vivido aquella pequeña figura de expresión felina y ojos ambarinos. Su voz, al darme la bienvenida, sonó opaca, como si al mover los labios no emitiese sonido alguno y desde algún lugar oculto de la casa, el eco se debatiera en aquella minúscula habitación.
Entre sus manos asía una pipa a la que pegaba los labios de vez en cuando con muecas nerviosas. La miré fascinado.

-. Me han prohibido fumar.- Fue todo lo que dijo con aquella voz gutural y tan peculiar antes de sentarse delante del escritorio. Sacó una llave de uno de los bolsillos de su túnica de seda natural, y con un rápido movimiento abrió el escritorio y sacó un sobre de un pequeño cajón.
-. Aquí tienes lo que necesitas saber.- Le di el dinero pactado de antemano, y Loba desapareció por donde había venido acompañada por el gordinflón de la camiseta sin mangas.
Cuando llegué a la calle, no me detuve y aceleré mi paso por la acera casi desierta. Un perro se me acercó tímidamente, pero lo espanté con un gesto amenazador. Seguí hasta el coche y me introduje en él. Rebusqué en el bolsillo de mi abrigo y extraje el sobre que aquella mujer espantosa me había proporcionado. Aspiré aire, sintiendo que el corazón me palpitaba con celeridad, y lo sostuve en mis manos pensativo. ¿Realmente quería saber?. Encendí un cigarrillo y coloqué el sobre en el asiento del copiloto. Lo abriría más tarde, no tenía prisa.

Arranqué y me dirigí a mi casa. Ni siquiera me di cuenta del recorrido que había hecho para llegar ahí, pero cuando me detuve en el aparcamiento, me di cuenta que el sobre seguía siendo mi principal objetivo. O lo abría, o lo rompía.
Lo cogí con aprensión y subí las escaleras de dos en dos hasta llegar a mi puerta. Abrí con la llave y entré cerrando con el pestillo. Deseaba saber, no podía romperlo.
Cogí el cortaplumas y rasgué el sobre con facilidad. Mis dedos recorrieron el interior con nerviosismo, con indecisión... Por fin lo encontré.
Era un papel satinado de color azul pálido, doblado en cuatro partes. Lo desdoble por la mitad y antes de leerlo, aspiré aire.
Una única dirección era cuanto estaba escrito en aquel papel azul, impreso por alguna impresora de baja calidad.

CALLE CORTADA, 4

Eso era todo, una simple dirección, nada más.
Me preparé un gin tonic y lo bebí lentamente, saboreándolo muy despacio. ¿ Qué significaba aquella nota?. Si tenía alguna relación con lo que le había pedido a Loba, lo desconocía por completo. Dejé el vaso sobre la mesa, y decidí averiguarlo. Salí de casa y volví al coche, convencido que debía ir a la Calle Cortada.
Era algo más de la una del mediodía cuando detuve el coche frente al número cuatro de aquella calle. El edificio frente al que estaba asemejaba una vieja fábrica de ladrillo ennegrecido por el humo de una chimenea cercana. Sus ventanas estaban todas rotas, posiblemente a pedradas. El barrio en sí, así me lo hacía pensar. Nadie circulaba por allí, ni en coche ni a pie, así que no me demoré más y apreté el timbre de la puerta de madera carcomida.

Esperé sin resultado alguno. Allí no había nadie y me sentí como un imbécil, convencido del todo de que aquella mujer menuda y felina me había mentido a conciencia.


Mackay, Lia, y a cuantos os seduzca la idea... ¿ Uno conjunto? :-DDD. Venga, a ver si nos animamos.

@@@Pálpito@@@
Ref: CALLE CORTADA puesto el 12/11/99 11:41
El portal desprendía un apestoso olor a betún mezclado con goma requemada que ofendía sin remisión a cualquiera que entrase en él. Lúgubre y despintado por la humedad y el paso del tiempo, fijé mi atención en la ventana que sobresalía por su buena conservación y el colorido con el que estaba pintado el marco de madera, el único que no había sido devorado por las termitas.
Allí me esperaban, y aspirando aire convencido de que no soportaría el ascenso por las diminutas y estrechas escaleras sin llegar a amoratarme ante el esfuerzo de subir cinco pisos sin respirar, me dispuse a permitir que todos aquellos olores se filtrasen en mi sangre, con la leve e incauta esperanza de que mi propio cuerpo no pudiera invadirse de aquel estado de putrefacción y desolación que reinaba en cada rellano. Tras una puerta lloraba un niño a pecho partido mientras alguien le gritaba que se callara y le dejase dormir. En el segundo, un perro ladraba alertado tal vez, por el alboroto que se oía en el recibidor del piso de enfrente, donde posiblemente algún marido agredía sin contemplaciones a su mujer en la cocina. Apuré mi paso. Aquel edificio empezaba a provocarme terror.

Cuando llamé abrieron la puerta al instante.
-. Siéntate y espera.- Fue todo lo que me dijo aquel hombre sudoroso y despeinado que me recibió rascándose la barriga por encima de la camiseta sin mangas.
La habitación olía a lejía, y por el rabillo de la puerta, pude ver a una mujer que limpiaba el suelo con la fregona mientras canturreaba una copla.

-. Loba te recibirá ahora.- Seguí al hombre de la camiseta sin mangas a otra habitación mal iluminada y poco ventilada. Me indicó una silla en la que poder sentarme y miré despacio aquel recinto poco acogedor y muy austero en el que me habían introducido. Había una sola ventana que tenía las cortinas corridas por el que se filtraban tímidamente los rayos de sol de aquella mañana de julio. Las cortinas eran de terciopelo negro brillante. Cerca de la ventana había un escritorio de madera con incrustaciones de esmalte. Realmente ese, a parte de dos sillas más, era el único mueble que decoraba aquella pequeña sala.
La luz eléctrica se encendió de improviso y entonces la vi. De estatura menuda y manos afiladas, allí estaba la Loba, la mujer que había ido a ver a aquel antro. Su edad era de difícil precisión, tal vez cincuenta, tal vez ochenta... Era imposible discernir cuanto tiempo había vivido aquella pequeña figura de expresión felina y ojos ambarinos. Su voz, al darme la bienvenida, sonó opaca, como si al mover los labios no emitiese sonido alguno y desde algún lugar oculto de la casa, el eco se debatiera en aquella minúscula habitación.
Entre sus manos asía una pipa a la que pegaba los labios de vez en cuando con muecas nerviosas. La miré fascinado.

-. Me han prohibido fumar.- Fue todo lo que dijo con aquella voz gutural y tan peculiar antes de sentarse delante del escritorio. Sacó una llave de uno de los bolsillos de su túnica de seda natural, y con un rápido movimiento abrió el escritorio y sacó un sobre de un pequeño cajón.
-. Aquí tienes lo que necesitas saber.- Le di el dinero pactado de antemano, y Loba desapareció por donde había venido acompañada por el gordinflón de la camiseta sin mangas.
Cuando llegué a la calle, no me detuve y aceleré mi paso por la acera casi desierta. Un perro se me acercó tímidamente, pero lo espanté con un gesto amenazador. Seguí hasta el coche y me introduje en él. Rebusqué en el bolsillo de mi abrigo y extraje el sobre que aquella mujer espantosa me había proporcionado. Aspiré aire, sintiendo que el corazón me palpitaba con celeridad, y lo sostuve en mis manos pensativo. ¿Realmente quería saber?. Encendí un cigarrillo y coloqué el sobre en el asiento del copiloto. Lo abriría más tarde, no tenía prisa.

Arranqué y me dirigí a mi casa. Ni siquiera me di cuenta del recorrido que había hecho para llegar ahí, pero cuando me detuve en el aparcamiento, me di cuenta que el sobre seguía siendo mi principal objetivo. O lo abría, o lo rompía.
Lo cogí con aprensión y subí las escaleras de dos en dos hasta llegar a mi puerta. Abrí con la llave y entré cerrando con el pestillo. Deseaba saber, no podía romperlo.
Cogí el cortaplumas y rasgué el sobre con facilidad. Mis dedos recorrieron el interior con nerviosismo, con indecisión... Por fin lo encontré.
Era un papel satinado de color azul pálido, doblado en cuatro partes. Lo desdoble por la mitad y antes de leerlo, aspiré aire.
Una única dirección era cuanto estaba escrito en aquel papel azul, impreso por alguna impresora de baja calidad.

CALLE CORTADA, 4

Eso era todo, una simple dirección, nada más.
Me preparé un gin tonic y lo bebí lentamente, saboreándolo muy despacio. ¿ Qué significaba aquella nota?. Si tenía alguna relación con lo que le había pedido a Loba, lo desconocía por completo. Dejé el vaso sobre la mesa, y decidí averiguarlo. Salí de casa y volví al coche, convencido que debía ir a la Calle Cortada.
Era algo más de la una del mediodía cuando detuve el coche frente al número cuatro de aquella calle. El edificio frente al que estaba asemejaba una vieja fábrica de ladrillo ennegrecido por el humo de una chimenea cercana. Sus ventanas estaban todas rotas, posiblemente a pedradas. El barrio en sí, así me lo hacía pensar. Nadie circulaba por allí, ni en coche ni a pie, así que no me demoré más y apreté el timbre de la puerta de madera carcomida.

Esperé sin resultado alguno. Allí no había nadie y me sentí como un imbécil, convencido del todo de que aquella mujer menuda y felina me había mentido a conciencia.


Mackay, Lia, y a cuantos os seduzca la idea... ¿ Uno conjunto? :-DDD. Venga, a ver si nos animamos.

@@@Pálpito@@@
Ref: Pálpito puesto el 12/11/99 11:42
Lamento la repetición :-((( Muñoness!!!!!!!
Ref: menda puesto el 12/11/99 11:59
MAGO : Tienes más razón que un santo (que no monja)!!!. Me están empezando todos a tocar tanto los webos, que es fácil que la famosa noche del 31/12/1999 me tome una tortillita francesa y me vaya a la cama acto seguido.

...cómo ???, que a nadie le interesa lo que yo haga esa noche !!! Vds perdonen pero no lo entiendo. Cosas menos trascendentes para el futuro de la humanidad nos tragamos todos los días y nadie rechista. Además, y según la teoría del efecto mariposa (ya sabéis, la famosa mariposa que bate sus alas en Australia y sesenta y ocho meses más tarde se arma un cristo en Teruel), pues eso, quien sabe si mi suculenta tortilla no nos traerá una revolución de tres pares de ... huevos al alba del cuarto milenio .

MAGO, ha sido un placer coincidir contigo(....viano por parte de padre)
Ref: propuesta de continuación puesto el 12/11/99 12:15
Por acto reflejo probé a zarandear aquella puerta en mal estado... y se me cuarteó en la manos. No se podía decir que defendiera muy bien lo que escondía.
Me dio la impresión de que se había venido abajo con estrépito. Ningún ruido le siguió, sin embargo. Agucé el oído, pero no se siguieron sonidos de carreras, ni rastro de voces. Así que achaqué a mi ansiedad esa falsa impresión y, preso de aprensión, reuní mi poco valor para sumerjirme en la penumbra del otro lado.
Ref: CALLE CORTADA puesto el 12/11/99 18:18
El estomago me dolía, como si alguien lo apretase o hiciese una bola con su saco, comprimiéndolo y soltándolo con brusquedad.
Y una vez traspasada la puerta mi vista, un tanto estupefacta, se dirigió a una especie de habitación iluminada y pude ver a dos personajes extraños que, en sendas sillas, se sentaban a ambos lados de una mesa.
Cuando me repuse un tanto de la sorpresa de que allí pudiera vivir alguien, me dirigí a ellos , cuando reparé en algo que hizo que se detuviera mi lengua y aún permaneciera encogido.
No atendían a mis preguntas, es más ni siquiera parecían verme, entonces me di cuenta de que aquellos personajes eran dos fantasmas. Digo dos fantasmas porque eran completamente transparentes y a través de sus figuras se entreveían los muebles, el suelo, la pared y todos los objetos. No vestían túnicas, ni sábanas, ni sudarios, ni nada parecido, aunque sus vestidos eran lamentablemente pasado de moda.
El que se sentaba a la derecha era un hombre, mejor un fantasma ya entrado en años. Llevaba pantalones de tubo estrechos, chaqueta de delgadas solapas, corbata de plastón. Dentro de los bolsillos y desbordando de ellos, papeles, bisturíes, cajas de medicinas, agujas, jeringas, erinas y bajo el brazo un diploma monstruosamente grande que era sin duda su título de médico o cirujano. tenía la espalda encorvada y cargada de hombros. Era grueso y exhibía narices largas y coloradas y un bigote recio y fiero. En la cabeza llevaba sombrero de copa estrecha y en la mano derecha un bastón de puño de nácar. El otro que se sentaba frente a él, vestido casi de igual forma , era más joven. Guapo, alto, dotado de un artístico bigote de guías retorcidas. Libros en los bolsillos, legajos, expedientes encabezados con la misma palabra : " proceso ". Y un nombramiento en el que pude leer esforzando la vista : " abogado ".
La luz temblorosa alumbraba toda la habitación y en las paredes no se veía más sombra que la de la mesa y muebles. Es sabido que los fantasmas carecen de sombra, pero mi inquietud aumentó al notar que yo tampoco proyectaba ninguna. Haciendo un esfuerzo me serené y me propuse contemplar y escuchar, ya que no me atrevía ni a hablar ni a moverme, a pesar de estar conociendo de que aquellos seres no me veían. Y así les pude escuchar como en susurros :
- Hoy tendremos visita...Se que ha cogido el sobre ya.-
Ante tales palabras, miré el sobre que aún lo llevaba en la mano y acto seguido lo rompí, dejándo en aquella extraña sala los pedacitos cortados del papel azul por el suelo...
De pronto el candelabro que mantenía con luz la habitación se apagó, quedándose a oscuras, y casi paralizado e inmóvil empecé a dar cortos pasos hacia la puerta de salida, el último paso que di hasta encontrarla fue largo,extendido y eterno... y así cuando salí a la calle pude ver mi coche, al cual corrí con deseperación, me senté despavorido y cerré la portezuela del automovil, invadiéndome unos escalofrios de miedo y de frío...¿ De frío ?. Estaba nevando, ¿ Cómo era posible que estuviese nevando en pleno julio?...
Me dirigía a mi casa absorto, confundido. Por las calles pude ver a la gente con vestimenta de invierno, paraguas, y con halos calientes en sus respiraciones. Llegué a mi casa y enfrente de mi encontré el calendario que sobre la pared tengo, me quedé mirándolo angustiado :

¡¡Veinte de Diciembre de mil novecientos treinta !!
-¡ Mil novecientos treinta !. ¿ Qué hacía yo en mi casa veinte años antes?.A punto estuve de desaparecer de ella que así hacía desvariar mi cerebro.Pero no lo hice pues me retenía una curiosidad irresistible que me obligaba a presenciar esta historia.
Lía
Ref: Manu/SOCRATES, Pálpito puesto el 12/11/99 21:43
          LAS MOSCAS

 
   Vosotras, las familiares
      inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
 
Oh! Viejas moscas voraces,
   como abejas en Abril,
 viejas moscas pertinaces,
  sobre mi calva infantil.
 
 Moscas de todas las horas,
 de infancia y adolescencia,
   de mi juventud dorada,
 de esta segunda inocencia,
 que da en no creer en nada,
              en nada.
 
  Moscas del primer hastío
     en el salón familiar,
  las claras tardes de estío
  en que yo empecé a soñar.
 
 Y en la aborrecida escuela,
  raudas moscas divertidas,
  perseguidas, perseguidas,
  por amor de lo que vuela.
 
 Yo sé que os habéis posado
  sobre el juguete encantado,
    sobre mi brote cerrado,
   sobre una carta de amor,
  sobre los párpados yertos
         de los muertos.
 
     Inevitables golosas,
 que ni labráis como abejas,
  ni brilláis cual mariposas,
   pequeñitas, revoltosas,
   vosotras amigas viejas,
me evocáis todas las cosas

Antonio Machado

Música: Alberto Cortéz
Canta: J.M. Serrat
Ref: Manu otra vez puesto el 12/11/99 21:47
A PAL y SOCRATES: lo tengo en MP3, ocupa 2 megas, si lo quieren os lo envío por emilio...

A LONXE: no has recibido ninguna foto??? intentaré enviártelas mañana.

~~~ Manu ~~~ de paso, como siempre
Ref: A TODOS LOS PARQUIANOS puesto el 12/11/99 22:52
y en especial a las "viejas glorias"
FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO¡¡¡¡¡
ETílico ( FRancisco )
Como me conecto poco ultimamente os dejo mi emilio,
a mandar.... kachopan@teleline.es
UN ABRAZO A TODOS / AS.
Ref: A TODOS LOS PARQUIANOS puesto el 12/11/99 22:53
y en especial a las "viejas glorias"
FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO¡¡¡¡¡
ETílico ( FRancisco )
Como me conecto poco ultimamente os dejo mi emilio,
a mandar.... kachopan@teleline.es
UN ABRAZO A TODOS / AS.