Ref: puesto el 5/9/99 0:48 |
Y en el rincón de los sueños, apareció en forma de tormenta. |
Ref: puesto el 5/9/99 4:25 |
A veces las sombras me ocupan y me besan, me vuelven el día bolsa de plástico, tiro en la sien. A veces la sombras me inundan... La próxima vez que me abandones, mujer, llévate contigo tus sombras... |
Ref: A.. puesto el 5/9/99 10:47 |
Dajo y Lía: El viernes, a no más tardar, os enviaré uno, seguro; y otro, probable (me falta llamar a una Concejalía de Cultura para completar datos). Tiberio: La proxima semana lo compraré, no te preocupes. Y por cierto, no creo que los separatistas catalanes de Pilar Rahola tengan nada que hacer por aquí: cuando la "Operación Reformista", liderada como sabrás por el nacionalista catalán Roca Juyent con los liberales de Garrigues de comparsa, cosecharon en torno a los 400 votos, de un censo electoral aproximado de 900.000. Y es que ya tuvimos bastante con la experiencia cantonalista, quieras que no eso cala en la conciencia colectiva de un pueblo. Pálpito: Muy "gonito". Betosss. Joscript |
Ref: La vendimia... puesto el 5/9/99 11:01 |
Hombres y muchachos. La mujer no participa. Se limita a preparar la comida que luego, en plan "tenderete", disfrutarán los vendimiadores... Los lagares se llenan de la fruta que, este año, es deliciosa. No ha llovido en todo el verano. La cosecha es buena...promete. Luego en el otoño, allá para S. Martín, se abren las bodegas. Entonces, los fines de semana, la zona huele a un gran asador de carne. El vino de la cosecha ya está listo para ser "probado". Es conveniente, entonces, no conducir por las carretereas aledañas. Es un consejo de alguien que no lo siguió en su momento. Resultado: el eje delantero torcido por darme contra una gran piedra de un arcén. Fue mejor que darme de frente con el "fitipaldi" que venía de contrario, haciendo eses y con el radiocaset a modo de discoteca errante. Venían de un recorrido por las bodegas del lugar.Por lo menos llevaba media barrica en el estómago :)) Yo me quedé ilesa, llamando a una grúa para llevar al pobre "Dyana" al taller más cercano... Y hoy, aún siguen vendimiando las cepas, las parras...en cualquier trocito de tierra que se tercie... para volver a llenar las barricas del "caldo mágico que calma la vida"... Y allá, hacia el sur, donde las uvas salen de tierra volcánica... las "Fiestas de la Vendimia '99". Las últimas del siglo... El vino, de denominación de origen, ideal el ballnco para acompañar un buen plato de pescado. El tinto, con asomos de sagre taurina, perfecto para un chuletón :))) Desde mi rincón... Tamara :*) ...deseando un feliz domingo a quien lo lea. (y a quien no -porque así me la ha jurado-, también...aunque yo sé que sí lo hará, que la curiosidad es un bichito muy travieso :) ) |
Ref: UN DIA DE FIESTA SIN TI. puesto el 5/9/99 17:47 |
ayer fue la última noche de las fiestas; levanté la cabeza. Y por primera vez me sorprendió el silencio; ...ya no había en el aire el confuso clamor de sirenas, de bocinas, de las atracciones, de las músicas . Comenzaba a despuntar la aurora envolviéndolo todo en una claridad suave, como de fantasía; las voces se acallaron, todo el parque de la feria estaba mudo y aparecía vacío, tan solo quedé yo. En la penumbra pude darme cuenta que el recinto no dormía;y que se había vuelto inusitadamente demoledor; por todas partes,salían hombres que sin hablar apenas comenzaban a recoger sus instalaciones, aquellas donde pocas horas antes todo era bullicio y alegría. El tío vivo presentaba su armazón sin tablas decorativas, los asientos selváticos de animales feroces, alineados en filas compactas. La noria mostraba ya por algunos lados la oruga metálica que ruge en su seno bajo la cubierta multicolor; ahora la oruga estaba muerta y varios hombres la emprendían con su cuerpo articulado, armados de herramientas, descoyuntándola, partiéndola en ordenados trozos de gusano gris. Más allá, sobre un cesto, iban cayendo los muñecos del guiñol, inexpresivos, preguntándose sin duda por su próximo destino, cansado de hacer reír a los niños ; el hombre de la voz meliflua que les animaba anoche, poseía un desconcertante vozarrón de trueno y mascaba una colilla entre sus labios. Un ejercito silencioso iba quitándolo todo; parecía un escenario ruinoso, en otros lugares, la piqueta comenzaba la demolición de la obra de mampostería. También el circo tenía prisa y se arriaba la bandera gigantesca de la lona ; era sorprendente. Aún en el cielo blanquecino tremolan con la suave brisa las banderas, se agitan como despidiendo a la comparsa que animó el recinto con sus alegrías y sus atracciones diversas, únicas en el mundo, según su anuncio multicolor. Parece, sin embargo, como si fuera un adiós triste, lleno de nostalgia. Los coches topes duermen arrinconados, ahítos de chispas, sin poderse quejar de las múltiples colisiones que originaron las risas y el grito de sus conductores: las planchas metálicas van siendo levantadas por los hombres que las apilan fuera de la caseta junto al furgón que ha de arrastrarla a otros lugares. El kiosco de las bebidas heladas y los ponches nuevos, arroja el frío que guardó en su interior cuando estaba forrado de madera ; su esqueleto parece temblar de madrugada mientras los hombres le van quitando la forma, dejando colarse algunas estrellas en su interior de nevera. Más allá, junto a la vía del tren del puerto veo una muñeca sin brazos ; "Premio", dice un letrero cosido a su pecho. Pero el premiado no ha sabido guardarla y la ha extraviado. Parece que está asustada de su soledad,como lo estoy yo sin tí, sin tu sonrisa, sin tu voz, y sin tu presencia, con tu ausencia, viendote en la cumbre blanca andando y dibujando tú mismo el camino hacia ella. La muñeca Es rubia, vestida con pantalones vaqueros y nicki blanco, con los ojos muy pequeños pero muy abiertos y una sonrisa de frío en su boca sin pintar. Ya el sol va tiñendo en franjas el cielo que al alejarse aún sigue oscuro ; con la luz el ejercito trabajador se anima y habla más. En lo alto de la noria un operario comienza a cantar; las cestas bajan vacías sin acompañamiento de discos estruendosos, lentas, como desperezándose. Se acabó. No comprendo la causa de encontrarme molesta en este ambiente; la fiesta se va; se la llevan a otro sitio desatornillando, martilleando, golpeando y demoliendo. Una sirena coloca su sonido en la distancia; es una voz clara, continua y serena, se parece muy poco a la sirena frenética, desbocada y estridente, como loca, de la feria. Es la sirena de tu voz que me acaricia hasta estremecerme.Que alivia las dudas de la existencia y la que me encauza hasta salir de la fiesta, la oigo muy flojita, como sí el viento quisiera robarme su murmullo, apenas un hilillo de ella me queda, y a la que oigo decir....María... |
Ref: a Dajo puesto el 5/9/99 20:25 |
Querido Dajo: había leído el artículo entero, ya que Manuel Alcántara es colaborador, también, de Diario de Navarra. No obstante, gracias por el recorte mimoso;-). Cierto es que nadie se muere de víspera, pero seguro que con la prohibición muchos cardiólogos, neumólogos y demás homólogos, tal vez tenderían a sustituir a los ex 40.000 fallecidos precozmente a causa del humo, con la diferencia de que ahora serían muertos...de hambre, que también es una manera precoz, pero menos placentera, de morir. En fin, que me convenciste y me he dado cuenta de las bondades de dejar el vicio. Esos miles de pesetas mensuales que me cuesta podría dedicarlos a causas más sanas como comprar cupones de la ONCE o como poder, por fin, engancharme a internet todo el rato que quiera, sin humos pero con humor:-) Arga, jugando con fuego:-DDD |
Ref: DAJO para TIBERIO puesto el 5/9/99 21:57 |
No pararé hasta acabar con todos ellos... De todas formas, ya hemos entrado en la segunda división. Los torpes torpes torpes ya se han puesto estos últimos días en Literario :-))) |
Ref: DAJO para TAMARA puesto el 5/9/99 21:58 |
Pos de nada. Esto... muy bonita la frase de la envidia sí, pero no estoy yo muy de acuerdo con ella. Tengo una teoría al respecto y es que la envidia de verdad es la que se da entre casi iguales. Me explico. En un programa de televisión dieron no hace demasiado un reportaje sobre una casa que no sé qué famoso de postín se había construido en Miami o sitio parejo. La presentadora concluía el bloque informativo con este comentario: “Qué envidia, ¿verdad?” Yo, en lugar de asentir mentalmente y pasar a otra cosa, hice todo lo contrario. Rebusqué en mi corazón para saber si sentía envidia también por tanto lujo y poderío. Y mi respuesta interior fue que no. Que ni por esa casa, ni por las desmesuras de Bruce Willis, ni por Bill Gates, ni otros por el estilo. Porque están tan alejados de mí que ni me lo planteo. Pienso que la envidia es más de patio de vecinos. Creo que la envidia que uno no es capaz de reconocer en público –y muchas veces ni siquiera en privado– es la que surge desde el sentimiento íntimo de injusticia. Cuando uno piensa que alguien que ha triunfado o destaca en alguna faceta lo ha hecho con menos méritos que los de uno mismo. No sé. Es una reflexión al hilo de tu citada frase. Puede que éste sea un razonamiento inconsistente, pero en todo caso así son las míseras envidias que de cuando en cuando aporrean las puertas de mi corazón pretendiendo hacerse con las riendas de mis sentimientos. Un beso. |