Ref: Plaga del siglo ( V ) puesto el 22/7/99 0:25 |
El fenómeno terrorista puede ser diferente en función del objetivo que persiga. El primer grupo es el revolucionario que pretende derrocar un gobierno. Como ejemplo podemos citar los diversos atentados anarquistas que tuverion lugar en Europa y Estados Unidos y que se llevaron por delante la vida de diversos estadistas: José Canalejas, Mackinley, Alejandro II, Eduardo Dato, Cánovas del Castillo etc... Otro tipo de terrorismo es el denominado "subrevolucionario" que persigue influir en el gobierno establecido. En Europa hemos conocido los casos de las Brigadas Rojas en Italia y la Facción del Ejército Rojo en Alemania que también fue conocida como "Baader-Mienhof". El tercer tipo es el respresivo que busca generar el terror en una parte concreta de la sociedad. Aquí podemos encontrar sobre todo, grupos terroristas de tipo xenófobo como el Ku-Kux Klan o los neonazis que recientemente sembraron de bombas el barrio londinense de Soho con fines claramente racistas y xenófobos. Por último existe el denominado "terrorismo de estado" del cual existen múltiples variantes: desde las purgas nazis o estalinistas hasta la formación de grupos terroristas como el GAL o los recientes casos de guerra sucia en Córcega. *** TIBERIO. MCMXCIX *** |
Ref: A Halcón puesto el 22/7/99 1:38 |
:)))))))))))))) Magnolia :*) |
Ref: a Pálpito puesto el 22/7/99 1:57 |
Pero si la afoto estaba en el mail....!!!!! Que sí, que está en el mail Que yo la he visto ahorita mismo... Que igual hay que abrirla con ipg...no sé qué o con bmp no sé cuantos. Que te la envié y me dió "bien enviada" o así... Que ir a la oficina de Correos me cuesta más que enviártela por el mail... y mira que es costar... Que...qué cosas tiene ese chico...¿verdad? ;)))) Que qué razón tiene el "muyayo" :DDDD Que te llamo mañana y si conviene te mando a Miguel Strogofff... ...que por lo visto llega antes que este birriamail... :DDDD Y ahora te dejo porque tengo que pegarle la bronca a quien me tenía que haber mandao un mailito y no lo ha hecho }:( ... ...yo que llego toa derrotá de un duro día de marcha y... miiiiira...na e ná Se va a enterá... Jo, es verdá ¡cómo son! Pos eso que te llamo mañana tempranito cuando vuelvas del "café" Tamara :*) |
Ref: puesto el 22/7/99 2:09 |
besos para el esteta de mi sur aunque esté por otras tierras y los silencios sean profundos |
Ref: Acabaíto de recibir... :) puesto el 22/7/99 2:21 |
"Lo dice una marioneta de trapo." Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo, y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero, en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco y soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate... Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón... Escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos... Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer de que ella es mi favorita y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos, a mis viejos, les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre. He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hombre hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo..." (Gabriel García Márquez) Como si fuera mío... Tamara :*))))) |
Ref: puesto el 22/7/99 10:35 |
¿Estás? |
Ref: Atman a la marioneta... puesto el 22/7/99 10:55 |
...y, al final, mi querida marioneta de trapo, te acabarías dando cuenta, que ese "vivir con todos y para todos", ese "sentir" sólo es una forma complaciente, amable -pero falaz- de vivir sólo. De forma intensa, sí. De forma inteligente... ¿quien sabe? Pero, indefectiblemente, solo. ...mmm ...o tal vez no... ...mmm ¿dónde está la linea entre la plenitud y el vacio absoluto? |
Ref: puesto el 22/7/99 11:02 |
Estoy |
Ref: Proxi al parque puesto el 22/7/99 11:03 |
Mi querido Atman. La línea entre la plenitud y el vacío absoluto, es la que se dibuja aun metro de distancia de ella. Donde se pierde su olor y se extiende su recuerdo. Recuerdo profundo, agudo, plenamente vacío. Proxi, al rebote |
Ref: Gaia puesto el 22/7/99 12:26 |
El día en que la gota colme el vaso está demasiado cerca. Quizás tengo miedo a que ese momento llegue, porque será el principio del fin. Hace tiempo descubrí que la vida no es como yo soñaba , que no tiene porque haber un porqué de las cosas, que a veces, sin motivo, la gente es mala. ¿por qué? Siento cada vez mas, el desencanto de mi existencia, las presiones externas pueden conmigo y el transcurso imparable e impasible de los días hace que sienta que me empujan hacia un pozo sin fondo y que nadie me lanzará una cuerda a la que poder agarrarme... o ahorcarme. Mi corazón, lejos de endurecerse, cada día es mas blando, quizá por el desgaste o por las lagrimas derramadas. Las penas ahora, son mas penas, y los desprecios, me hieren aún mas, y siento mi mente angustiada, y cansada y sin ganas de luchar. Soy cobarde, lo sé, esa cobardía será la que me salve de una locura, sin embargo, también me impide ser feliz, porque me siento sin fuerza para luchar contra los problemas, y sobre todo, contra la indiferencia de la gente a la que amo con locura. Tal vez, debería gritar a todo pulmón, y... |
Ref: Gaia puesto el 22/7/99 12:27 |
El día en que la gota colme el vaso está demasiado cerca. Quizás tengo miedo a que ese momento llegue, porque será el principio del fin. Hace tiempo descubrí que la vida no es como yo soñaba , que no tiene porque haber un porqué de las cosas, que a veces, sin motivo, la gente es mala. ¿por qué? Siento cada vez mas, el desencanto de mi existencia, las presiones externas pueden conmigo y el transcurso imparable e impasible de los días hace que sienta que me empujan hacia un pozo sin fondo y que nadie me lanzará una cuerda a la que poder agarrarme... o ahorcarme. Mi corazón, lejos de endurecerse, cada día es mas blando, quizá por el desgaste o por las lagrimas derramadas. Las penas ahora, son mas penas, y los desprecios, me hieren aún mas, y siento mi mente angustiada, y cansada y sin ganas de luchar. Soy cobarde, lo sé, esa cobardía será la que me salve de una locura, sin embargo, también me impide ser feliz, porque me siento sin fuerza para luchar contra los problemas, y sobre todo, contra la indiferencia de la gente a la que amo con locura. Tal vez, debería gritar a todo pulmón, y... |
Ref: A Gaia de Pálpito puesto el 22/7/99 13:38 |
Si eso te ayuda, grita chica, no te lo quedes dentro. A veces sirve para relajarse. :-D Y no te desanimes, todo tiene arreglo en esta vida, ya lo verás...Sólo necesita tiempo. @@@Pálpito@@@ |
Ref: Halcón Peregrino/Gaia puesto el 22/7/99 13:43 |
Ama, canta,juega, ríe,llora,piensa,siente, deja que el mundo siga su curso que nada eclipsará tu estrella. Abre tus ojos para que entre la suave luz del amanecer. No pongas barreras que la felicidad está pidiendo paso. Sonríe, la vida es como nuestro planeta, grotesca, imperfecta, que ni tan siquiera puede presumir de redonda. Nada es eterno, ni tan siquiera los sueños incolumes y vaporosos que cambian el sentido de la realidad. Nada es real, hasta el sufrimiento forma parte de nuestra ficción. Sin embargo.. Abre tus ojos, no pongas barreras, se como siempre has sido, que lo ahora relatado no tiene por qué ser vivido, pero sí formar parte del pasado. Ama, canta, juega, ríe, llora, piensa siente, proque nada eclipsará tu estrella. La propia -estima no puede ser verificada por los demás. Tú vales porque tú dices que es así. Si dependes de los demás para valorarte esta valorización estará hecha por los demás. Venga preciosa que tienes mucho por vivir, sigue adelante con una sonrisa de collar de perlas. Un saludo |
Ref: a Gaia de Lía puesto el 22/7/99 14:21 |
Gaia : Sin duda estás pasando por momentos de intranquilidad, de dudas, de desolación, creo que todos alguna vez hemos pasado por ahí, quizás algunas con más o menos intensidad, pero sabemos que es eso. Palpito te dice que chilles, ¡¡ CHILLA !!. Se trata de descargar adrenalina que se acumula en tu cuerpo y en tu alma.. Y hay que expulsarla de alguna manera. Sino te pasa lo que te viene pasando... Yo cuando me siento muy agobiada, me voy a la azotea y me siento en un ricón..( así piensan mis vecinos..que estoy un poco majara, puede que lleven hasta razón, pero no me importa en absoluto)..Bueno, pues miro hacia arriba y veo como van y vienen las nubes, algunas son blancas, otras negras, pero poco a poco les voy dando color. Sólo hay que acercarse a ellas y pensar que todo lo malo que tiene la vida, que toda esa gente que hay que son injustas sin motivo como tú dices, puedes tú con ellas. ¿ Cómo ?. Soñándolo... Naturalmente que la vida no es como tú soñabas. la vida es muy fuerte, pero hay que saber endulzarla...los pequeños detalles son los más sustanciosos sin duda, parate en ellos. No dejes que te venza nada. . De vez en cuando mirate al espejo y en él se reflejará tu figura y tu persona, gustate, gustate siempre, como eres, y verás como va pasando esos momentos de angustia que ahora tienes. besos.- |
Ref: RaJYM puesto el 22/7/99 15:48 |
El silencio muta en gritos igual no sescucha lasombra de mi mano raptado por los cambios respiro sin pulmones gases sin nombre que hacen sonreir con diamantes en lojos el camino espiral toca oscuros tambores y de pron to la explosion arrastra los cuerpos a nuevos vértigos el blando late y arroja sangre los punteros son aspas para espantar el calor dentro del frio una página llena de signos una risa colgando de unos labios Mi pequeño saaaaludo desde el fondo del mundo |
Ref: puesto el 22/7/99 17:02 |
Te espero |
Ref: De Mackay a Lía puesto el 22/7/99 18:48 |
Aquél día sólo me conectaba "de paso". Esta noche, sobre las 22:30 o las 23:00 me pasaré por Gio. Si tú puedes (o si no, en teleline, como quieras), charlaremos :-) Hasta pronto. |
Ref: a Atman puesto el 22/7/99 19:45 |
Le transmitiré tu mensaje a quien me envió "La marioneta de trapo" y lo que dice... Pero yo, de mi cosecha, te diré que me parece que no lo has entendido... La soledad para mí es tan plena...y tan difícil de entender... Y...¿por que falaz? bueno no me contestes porque ya lo intuyo... Un saludo, Tamara |
Ref: yoi a Gaia puesto el 22/7/99 19:59 |
¿ Donde andas encanto ?. ¿ Puede localizarsete ? Besos |
Ref: Lía.- RELATO ¿ Corto? puesto el 22/7/99 20:09 |
Se que no estamos en Navidad... pero cualquier día es bueno. ¿ no?. Dédicado al parque y en especial a yoi. UN ROBO EN NAVIDAD El hombre harapiento, entumecido por el frUo, continuaba caminando. Llevaba las manos en los bolsillos de la chaqueta, el cuello subido, algo encorvado su flaco cuerpo ; la lluvia tenue y helada resbalaba por su rostro, le mojaba los hombros, calaba su ropa. Hacía varios días que no se había afeitado y la mancha gris de la barba endurecía su aspecto. La chaqueta, de un sucio color marrón, estaba mil veces remendada, deteriorada por el mucho uso ; los pantalones raídos por las boquillas, mal recogidos por las perneras, rotos por las nalgas, fueron en un tiempo azules; calzaba los pies en unas alpargatas de lona y cañamo no más nuevas que el resto del equipo ; llevaba además una camisa de rayas negras, deslucida, con un gran desgarrón en el pecho. Sus pasos eran torpes. Sonreía con cierta ironía mordaz, descubriendo algunos dientes amarillos. El hombre harapiento entumecido por el frío, continuaba caminando. Se dirigió hacia el centro de la ciudad, allí donde las luces eran más vivas, donde imperaba el ruido y el bullicio a pesar de la lluvia. Esta noche es Nochebuena. Acaban de dar las ocho en una Iglesia cercana y todas las tiendas de dulces y comestibles estaban aún abiertas y permanecerían así hasta las doce. Llegó a las calles concurridas ; transitaba la gente bien abrigada, resguardada de la lluvia por los paraguas negros de seda ; pasaban los coches arrojando salpicaduras de agua y barro entre sus ruedas, deslizándose sobre la calzada encharcada; se llenó el espacio de la estridencia de los claxon y bocinas y los ruidos de las charlas de los transeÞntes, los escaparates iluminados exhibían tartas y pasteles, turrones y confituras, invitando a entrar en las tiendas caldeadas. A través de los cristales de las puertas se veía al dependiente y al comprador departiendo, escogiendo éste sus preferencias para celebrar las navidades, empaquetándolo aquél. Entre la gente rumorosa, los altos edificios, las luces, bajo la lluvia constante, el hombre harapiento, entumecido por el frío, continuaba caminando. Alguien distraído le rozaba al pasar con su abrigo caliente ; los transeúntes no reparaban en él. Otro arrojó una colilla del cigarro que rebotó en el suelo y fue a caer junto a un charco, aún encendida y nuestro hombre se precipitó a ella, la cogió, la limpió de lluvia y se la colocó en los labios chupando con fruición. Mujeres, jóvenes, rientes, cargadas de paquetes se cruzaron ante él haciéndole detenerse ; de la iluminada tienda fueron al automóvil que les esperaba en el que un hombre uniformado, sostenía la portezuela abierta, para que ellas pasasen deprisa, sin mojarse las medias de cristal. El coche se puso después en marcha y el barro que salpicara al arrancar, bañó el raído pantalón del joven. Al fin se disgustó de permanecer como embobado en las calles céntricas, donde bullía ya vida, donde corría el dinero que él no poseía y donde ni siquiera le miraban con recelo, entretenidos todos en sus compras, sus charlas, sus risas. Desde algún hotel se vertían las notas de una música alegre ; mirando tras una ventana vio a unas parejas entregadas al baile, en una atmósfera de salón acogedor y caldeado. Seguía cayendo pertinaz la lluvia. Se alejó de las zonas céntricas. Fue por calles menos iluminadas ; en ellas también aparecían las tiendas abiertas, ofreciendo más modesto aspecto, arrojando rectángulos de luz sobre la calzada y acera , pasaba poca gente. Algunos coches aislados iban hacia el centro, rodando sobre el suelo mojado alejándose rápidamente. Cruzó con algarabía una pandilla de chicuelos con instrumentos improvisados, cantando, vociferando villancicos, interrumpidos por su risa y griterío. El cielo estaba negro y continuaba cayendo la lluvia sin interrupción. Nuestro hombre con las manos en los bolsillos, el cuello de la chaqueta subido, algo encorvado, continuaba su camino indeciso, temblando de frío y debilidad. Siguió su rumbo hacia los barrios bajos, los arrabales, donde creía que todos se parecían más a él. Las casas eran allí bajas, las escasas abacerías abiertas mostraban en sus escaparates en mescolanza turrones baratos y figuritas de barro de Belén. Sobre los polvorones y los dulces de almendra zumbaban moscas invernales, pesadas. De los portales surgían voces alegres y cánticos navideños, tufillos de carnes guisadas. Paseó por la calle quitándose el agua de la cara con la mano. Ante él, seduciéndole con su luz estaba la entrada de una taberna ; dentro vaho de calor y humo empañado en los cristales. Pero no tenUa ningún dinero aquella noche y reanudó su forzado paseo. Sigue....... |
Ref: Lía- SEGUNDA PARTE puesto el 22/7/99 20:51 |
UN ROBO EN NAVIDAD Se le presentó la ocasión de tal manera que no supo recházarla. Jamás había sentido tentación de robar. Aquella calle estrecha, mal empedrada estaba sumida en la penumbra. Algo distante lucía la única lámpara que iluminaba de haces amarillos las fachadas; de su tulipa caían algunas gotas luminosas, pero era insuficiente para dar luz a toda la calleja que quedaba en las sombras en su mayor parte. Tembloroso por el frío se detuvo, con las manos agarrotadas en los forros rotos de los bolsillos del pantalón. Encorvado, como acechando... Jamás lo había hecho y hasta esta noche ni siquiera había pensado en ello. Era Nochebuena. Se Convirtió en una sombra más, pegada a la penumbra del portalón que le brindaba escondite, notando el golpear acelerado de su corazón. Los pasos se acercaban lentamente y dudó. Podía mendigar una vez más, como siempre... El que se acercaba era un hombre bajo y delgado, de aspecto débil. Y al pasar por el área de la luz se dejó examinar sin saberlo, parecía ya viejo : Lo era. - Quieto un momento. Deme el dinero. El sorprendido obedeció con tal prontitud que asombró al propio atracador. Probablemente sí no le hubiera hecho caso, el paria lo hubiera supuesto cosa lógica. Pero había cesado el taconeo y el viejo le miraba con los ojos asustados, muy abiertos . - Deme el dinero... Venga. Aquello era fácil. El atracado vestía un traje ajado por el uso y una bufanda oscura alrededor de la garganta. Pertenecía a una clase modesta ; quizá fuera un obrero o un jubilado. No iba a sacar gran cosa de él, pero el robar le pareció cosa mucho más facil de lo que antes se hubiera imaginado. Mientras, el viejo buscaba nerviosamente en los bolsillos y al fin le entregó una cartera. El paria quedó unos momentos indeciso y luego guardó el botín en su chaqueta. Susurró amenazador : - Vuelva a casa y no arme jaleo. Que yo le vea marchar. Venga... El atracado se volvió y obedeció tembloroso las órdenes del nuevo ladrón. Pero éste no se detendría a comprobarlo. Huyó silenciosamente y al volver la primera esquina ahogó un suspiro. Después se perdió entre el dédalo de callejuelas, refrenando el paso. Así llegó hasta la taberna que antes había llamado su atención. Con disimulo había sacado los billetes de la cartera. No era una buena presa, ni mucho menos. Sólo tres mil pesetas llevaba el despojado. Tres mil pesetas no eran nada, pero para el harapiento suponían una fortuna. Volvió a guardarlas y se frotó las manos con satisfacción. ¡¡ Buen trabajo!! . De la puerta del establecimiento pendía un letrero : " Cubiertos de Nochebuena a quinientas pesetas ". Bajó tres escalones y empujó la puerta de cristales y le acogió bienhechora una oleada de calor de humo, de voces... Después de la cena se sintió más confortado y optimista. Ya no temía el porvenir y el día siguiente, alguna solución vendría en su ayuda. Había comido el cubierto especial. Un gran plato de garbanzos cocidos, tres grandes tajadas de pescado frito, dos manzanas y un buen pedazo de turrón con pan y abundante vino que cumplía a la perfección su misión de abrigar y fortalecer. Estuvo poco tiempo allí y salió alegre y despreocupado al exterior. Y el hombre harapiento continuó su paseo errante. No sentía frío. Después, un extraño deseo ; una curiosidad incontenible le impelía al peligro. Recordaba su único robo como una hazaña maestra, pero no estaba completamente satisfecho de su obra. Una fuerza imprecisa le empujaba, le incitaba a regresar a la calleja de la única lámpara, donde detuviera al viejo. Sus pasos se encaminaron sin vacilar hacia allí, deteniéndose a veces cuando pensaba lo absurdo de tal determinación. Tal vez el barrio estuviera ahora alertado y la policía se hallase en el lugar del atraco interrogando a los transeúntes. Quizá el vino le velara un juicio claro. Pero necesitaba volver allí ; no era preciso arriesgarse demasiado, se asomaría desde la esquina y rondaría cercano. Apresuró el paso. Sonaron las diez en un reloj próximo. Y casi de repente desembocó en la calleja. Nada anormal ocurría. No pasaba transeúnte alguno, todo estaba silencioso. La lámpara iluminaba un trecho de la calle y el resto permanecía en la penumbra. Sintió un escalofrío al recordar la breve escena. Quiso retroceder, pero se halló avanzando hasta la casa misma de la que salió el viejo. La contraventana estaba abierta y la habitación iluminada. El ladrón espió sigiloso tras aquellos cristales. Ante una mesa estaban cuatro personas sentadas. El viejo, enfrente del atracador, con la vista baja. A un lado, su mujer, a juzgar por la edad ; cabello blanco, gesto compungido , los otros dos eran un joven de expresión aún indignada, resuelta, amenazadora y una mujer bonita, morena, de belleza suave, grandes ojos bajo el arco de unas cejas expresivas; parecía resignada y hablaba amargamente. Se puso en pie y el paria contempló el esbelto cuerpo de la muchacha. Comenzó a colocar los platos para la cena. Todos quedaron luego silenciosos. Él se separó al fin de la ventana. ¡¡ Personas vulgares !!. Cena bastante inferior a la que él había degustado... Se sonrió y puso la mano en el bolsillo, tocando el dinero que robara. La lluvia empapaba de nuevo su traje y sus cabellos. Y otra vez el hombre harapiento sintió frío. Arriba, inalterable la noche. De nuevo se pasó la mano por la cara para secársela de lluvia. Las alpargatas se habían llenado de barro ; lamentó entonces no tener un cigarrillo y ansioso buscó con la mirada por el suelo. Todo el tabaco que encontró estaba húmedo, pero quizá ardiera. Detuvo a un transeúnte, que le miró receloso y obtuvo lumbre. Fumó. Después la lluvia se disipó lentamente y se sintió mejor. Era extraño. El contacto del dinero en su mano no le hacía ahora feliz, como antes. Se acordó de la muchacha y todo el cuadro familiar tras la ventana. tenía gracia aquello. Después de todo no era mucho el dinero robado. La calle estaba desierta y de repente, un automóvil que la atravesó veloz le hizo volver de sus fantasías. El barro de las ruedas salpicó de nuevo sobre sus pantalones. Después , otra vez el silencio. Era Nochebuena. El había cenado. Buena cena aquella, caliente, sabrosa...Se restregó las alpargatas en el bordillo de la acera para quitarles el barro pegado a la suela de esparto. Después, el hombre harapiento entumecido por el frío, continuó caminando. Habían llamado. ¿ Quién podría hacerlo a aquellas horas ?. El viejo reanudó sus gruñidos de queja ; el muchacho frunció el ceño. Y la anciana esperó con ansiedad. La joven de los ojos grandes fue hasta la entrada y abrió la puerta. No había nadie. Aún le pareció sentir en la calle pasos presurosos del que huía. Se estremeció, ¡¡ Qué cosas más extrañas pasaban aquella Nochebuena !!. Iba a cerrar de nuevo cuando su vista tropezó con el objeto que estaba a sus pies, en el suelo. Era la cartera. La recogió y regresó al comedor después de cerciorarse de que dejaba la puerta bien cerrada. Todos la miraron cuando ella, en silencio, depositó la devuelta cartera sobre la mesa. Luego de alguna vacilación el viejo la tomó en su mano y pasó a contar el dinero. Solamente faltaban quinientas pesetas. Llegan envueltas en el aire húmedo once campanadas, procedentes de una Iglesia cercana. Es Nochebuena. Las familias se reúnen junto a las mesas bien servidas y las bandejas de dulces; en las calles aun continuaran abiertas una hora más las tiendas; los transeúntes marchan deprisa a sus hogares calientes, huyendo del frío de la noche. Algunos automóviles se cruzan en las calles céntricas y en otras, los muchachos cantan villancicos, alborotando; los escaparates despiden todavía sus rectángulos de luz sobre la calzada y las aceras; expuestos en ellos están las golosinas, las figurillas del Belén, los regalos de navidad. La ciudad goza bajo la tenue lluvia que encharca las calles... Todos van a sus casas a celebrar la Nochebuena. Alguno tropezará en su camino con el paria, el hombre que no sirvió ni para trabajar ni para robar, ni apenas para vivir. Lleva las manos en los bolsillos, el cuello de la vieja chaqueta subido, los pantalones destrozados, el cuerpo encorvado y famélico; la lluvia helada le resbala por el rostro, cala su ropa, moja sus hombros, la mancha gris de la barba endurece su aspecto. Mientras todos van a celebrar su navidad, el camina bajo la lluvia y fuma un cigarrillo fabricado con colillas recogidas al borde de los charcos. Y el hombre harapiento, entumecido por el frío, continua caminando...... ======================= |
Ref: DAJO para... puesto el 22/7/99 20:56 |
CORRESPONDENCIA (con retraso) No, si yo tranqui, tronco. Pero no me negarás que la coincidencia se las trae, sobre todo teniendo en cuenta que hace ya ¡23 años! de aquellas cartas. Yo tenía la copia en mi poder desde hace catorce. Y la carta que (supongo usted mismo) pinchó a continuación, también obraba en mi poder desde hace la pila de años y puse aquí mismo creo que el año pasado. Coincidencias, claro. Pero había que satisfacer la curiosidad, ¿no cree? Cordial saludo. MACKAY Has llevado el problema de las cifras y las mayorías mucho más lejos de lo que yo me habría atrevido a plantear. Tú arañas en los cimientos de la filosofía, mientras que yo simplemente pretendía hacer caer en la cuenta de ciertos razonamientos frívolos que, no obstante, se dan por válidos. Supongo que finalmente habría que llegar adonde tú has instalado la tienda: a las confusas aguas de la metafísica, la moral, la psicología, la ciencia y la filosofía. Los grandes principios explican y hacen posibles las pequeñas cláusulas del comportamiento humano. Gracias por prestar atención y opinar, compañero. LÍA Deduzco pues que compartes las mismas ideas :-DDD Gracias, wapetona. Y continúa deleitándonos. DENADA Vaya, por lo que veo has abandonado la página, o sólo aquel pseudonick que yo te puse, o simplemente has dejado de existir. Quién puede saberlo. El caso es que sucedió como con tantos y tantos otros. Breves ráfagas de identidad que aparecen y desaparecen sin dejar rastro. O tal vez sólo te has cansado de aquella máscara y sigues por ahí o por aquí con un nick diferente. Quién puede saberlo. |
Ref: RECTIFICANDO puesto el 22/7/99 21:10 |
CORRESPONDENCIA (con retraso BIS) 23 no, 13. Y obviamente, desde aquella época (y no antes) están en la carpeta de mis recortes curiosos. |
Ref: puesto el 22/7/99 23:22 |
TIBERIO: De tú opinión de las 025: ¿Que tipo de terrorismo encuadra a ETA? ¿O para tí no es terrorismo? Quizas los que así pensasen sean la verdadera plaga. |
Ref: a Mackay yoi proxi... puesto el 22/7/99 23:23 |
no puedo entrar en ese canal...pongo eso que me dices pero na de na...y encima ahora ni en parque :( Tamara .*) |