Ref: ELIZABETH A JOSCRIPT puesto el 7/2/99 0:01
Pues la cosa está difícil, chiquillo. Te aseguro que será más fácil que en una de esas tardes libres os acerquéis por mi tierra :-DDDDDDD. Así hacéis más turismo :-D. No obstante, sigue informándome.
Encantanda de que te gusten mis textos. Los tuyos se echan de menos. Gracias y besotes :-).
Ref: ELIZABETH A MACKAY puesto el 7/2/99 0:01
¡¡CIBERCUMPLEAAAAAÑOOOOOOS FEEEEELIIIIIIZ,
¡¡CIBERCUMPLEAAAAAÑOOOOOOS FEEEEELIIIIIIZ,
TEEEEEE DESEEEEEOOOOO, GRAAAAAN MAAAAAAACK,
¡¡CIBERCUMPLEAAAAAÑOOOOOOS FEEEEELIIIIIIZ!!
¡¡BIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEENNNNNNNNNNNNNNN!!

:-DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD.
Más vale tarde que nunca, ¿no? :-D.
Ref: Támara que... puesto el 7/2/99 0:02
...saboreando esta negra noche, piensa en los seres queridos...como algo que llena intensamente el alma...
Ref: ELIZABETH A LITERARIO puesto el 7/2/99 0:02
RETALES

Otra ráfaga de viento y se derrumbará el castillo de palabras. Sólo una más será suficiente.
Porque no hay cimientos...: simplemente un recuerdo de papeles arrugados, condenados al silencio, al olvido de lo que ni siquiera llegó a ser.
Bocetos sin manos, el plano del laberinto, los principios generales del sistema. El alma.
...¿Y qué ha quedado? ¿Nada? ¿Acaso tan sólo la sombra de una idea?, ¿o poco más que el pérfil sombrío de un castillo fantasma?
¿Cómo orientarse en el bosque? ¿Y si no tiene salida? ¿A dónde ir?.
... fragmentos, trozos de vida, otra pieza del puzle. Retales.
Retales de una mirada que surca el mar porque no puede detenerse en cada playa.
Retales de voz que intentan transmitir la esencia de la música.
Retales de batallas perdidas.
Retales de victorias.
Retales de amor y odio.
Retales de tormenta y calma.
Retales de un grito contra todo que se ahoga en una simple poesía o en el dibujo de otra primavera.
Retales de sueños.
Retales de palabras con cuchillos.
Retales de pétalos de rosas que quieren acariciarte el alma.
Retales de indeferencia.
Retales de pasión.
Retales de caminos que se adentran en el bosque.
Retales de vida.
Retales de mí...

ELIZABETH
Ref: Támara que... puesto el 7/2/99 0:08
...sonriendo ante la tragedia
llora ante el desencanto...
y ríe a cargajadas ante la vida...

Esta noche se me ha de perdonar tanto extravío...
...se me ha llevado la vida a un ser querido...

tan sólo era un niño...pero su vida, tan falta de cariño...
...no sé si llorar su muerte fácil...
no sé si alegrarme por él, su vida no lo fue tanto...
...solo sé que le quise, como se quiere a un niño...somos tan niños todos.........
Ref: Támara que... puesto el 7/2/99 0:08
...sonriendo ante la tragedia
llora ante el desencanto...
y ríe a cargajadas ante la vida...

Esta noche se me ha de perdonar tanto extravío...
...se me ha llevado la vida a un ser querido...

tan sólo era un niño...pero su vida, tan falta de cariño...
...no sé si llorar su muerte fácil...
no sé si alegrarme por él, su vida no lo fue tanto...
...solo sé que le quise, como se quiere a un niño...somos tan niños todos.........
Ref: Támara, que no se resigna puesto el 7/2/99 1:04

..ante una injusticia...
Porque no es justo que una vida acabe sin haber conocido lo que es el amor...
...no es justo que un niño muera por la falta de él...
...y sigo obstinadamente rebelde a la creencia de que algo así, como eso que llaman el 'karma', es lo que da explicción a este absurdo...
Me niego a comprender que un niño muere a causa del egoísmo institucionacionalizado, el de las "cosas establecidas..." ¿quién establece que los niños hayan de sufrir tanto?

Perdonad este arrebato, pero no es justo lo que está sucediendo...los niños son seres inocentes, digan lo que digan quienes no opinan así...
Ref: ELIZABETH A TAMARA puesto el 7/2/99 1:08
Un abrazo, niña.
Es poco, pero es de corazón.
Ref: a Eli :))) no sé qué... puesto el 7/2/99 1:17
...recibido el abrazo con una sonrisa...
...y devuelto con un beso.
Tamara :*)))
Ref: p/SÓCRATES puesto el 7/2/99 10:33

FELICIDADES Pensador¡¡

Jos
Ref: p/TIBERIO y MACKAY puesto el 7/2/99 10:39

CIBERFELICIDADES a ambos dos¡¡

...cript
Ref: CALIMERO A SOCRATES Y EN puesto el 7/2/99 10:49
Desde aquí quiero felicitar muy efusivamente a un webon que merece muy mucho la pena; un tipo de muy altas miras y no sólo por su 1,85. Me enorgullece ser su amigo y a todos los webones del mundo les animo a que se unan conmigo y le deseen un muy, muy feliz cumpleaños. FELICIDADES SOCRATES no sólo por ser tu cumpleaños sino sobre todo por ser como eres
Ref: Jos/SÓCRATES puesto el 7/2/99 11:23

A más a más: A, odia a muerte a B. A pasea por la playa lanzando un "boomerang" que, por azar (no por imprudencia), siega la yugular de B, que muere. Pues bien: al no apreciarse imprudencia, A quedaría libre.

Por azar, Pensador, se puede matar a alguien que uno desearía matar sin que le impongan pena alguna.
¿Cuántas veces buscamos (y encontramos) nuestros fines en el azar?... Algunas, seguro que algunas.

Le confieso que me resulta escalofriante, aunque sea por lo que usted dice en cuanto a que el Derecho hasta ahí (=deseo, azar) no llega. Pero es cuanto menos inquietante.
Un saludo.
Ref: a Sócrates puesto el 7/2/99 12:50
Te deseo muchas felicidades para hoy y para siempre :-))
Tamara
Ref: Al Pensador puesto el 7/2/99 17:22
Pensadorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr... ¿ 36?. Pues vamos a ello...

¡TANTOS BESOTES COMO AÑOS! ( y mira que son un puñado ya :-DDDDD).

Felicidades, guapetón y que este día sea especial, muy especial, y con un añito más que ayer, consigas cuanto te propongas.

Se feliz.

@@@Pálpito@@@
Ref: A Tamara puesto el 7/2/99 17:24
Me alegra que estés de vuelta, pero no olvides que me debes emilio extenso. :-DDD.

Besotes mil.

@@@Pálpito@@@
Ref: De Mackay a... puesto el 7/2/99 18:31
RAJYM: Pues esta vez estuve a punto de olvidarme. Menos mal que el cibercumpleaños de Tiberio es tres días antes del mío, y que recuerdo esta circunstancia. Si no, me habría olvidado. Espero que el año que viene, mi memoria haya mejorado, porque si no, un día me olvidaré de cómo se llega hasta literario :-DDDDD.

TIBERIO: Muchas gracias por tus felicitaciones. Como tu también cumpliste tu segundo año hace poco, he podido corresponder. En cuanto a aquella historia inolvidable, que tan buenos ratos me dio... (luego te cuento).

PALPITO: Muchas gracias :-))).
En cuanto a lo del telescopio, no es difícil. Yo me hice uno, por eso lo digo :-). Lo más viable es contruirte un reflector Newton con montura Dowson. Me explico. Necesitas un espejo parabólico y un espejo plano secundario. Se trata de que el espejo parabólico se coloque en el fondo del tubo, y a cierta distancia, por arriba, se intercale el secundario, más pequeño, que logra que la luz focalice en un lado del tubo, donde irán los oculares. Los espejos pueden comprarse por no demasiado (20.000 pts), o bien en una óptica o directamente a una empresa, radicada en Barcelona, que los vende (cerquita lo tienes :-) ), y vienen hasta con instrucciones. En cuanto a la montura Dowson, tienes uno o dos artículos muy buenos en números antiguos (bastante) de Tribuna de Astronomía. Pero mejor, te envío un correo de prueba (dime si te llega), y me extiendo más por correo electrónico dentro de unos días. Ya te digo, es fácil.

NUMEN: Gracias a ti también. El caso es que, el test aquel me dejó tan confuso, que yo tampoco sé muy bien cuál es mi sexo. He tomado la costumbre de examinarme de arriba a abajo en el espejo, buscando mis partes masculinas y femeninas, pero no las puedo clasificar. ¡Estoy desesperado/a! (ja, ja, ja, es broma).
Por cierto, excelentes tus Historias del Mar. (La del día realmente cruda).

ELIZABETH: :-DDDDDDDD, ¡Eso es cantar, y lo demás tonterías! Aunque espera a que sea tu cibercumpleaños, que entonces cantaré yo :-))))).
Ref: De Mackay a Joscript puesto el 7/2/99 18:33
Gracias por tu ciberfelicitación.
Un abrazo
Ref: De Mackay a Sócrates puesto el 7/2/99 18:33
¿Tu cumpleaños? Pues felicidades, muchas felicidades.

Y la razón por la cual lo quieres compartir, por celebrar que puedes seguir disfrutando de toda la gente a la que quieres, es el mejor motivo que he oído nunca para una fiesta de cumpleaños. Una reflexión tan verídica como bella.
Seguiremos leyéndonos
Ref: De Mackay a Hass puesto el 7/2/99 18:34
¡Me alegro de volver a leerte! Así que ya has resucitado a tu ordenador, ¿eh? Eso está bien. ¡Malditas máquinas estas, que son tan útiles como aficionadas a estropearse por razones desconocidad! (El mío, en eso, es especial: se estropea, se arregla solo, se estropea, se estropea del todo y tengo que borrarle el disco duro, se vuelve a estropear, no se puede conectar, se arregla sola la conexión, etc...; es de lo más caótico).
Ref: De Mackay a Tamara puesto el 7/2/99 18:39
¿Qué contradicción, verdad? Que haya niños que mueran porque los adultos les niegan un amor que, a ellos mismos, les permitió ser mayores. Para luego escatimarlo y convertirlo en egoísmo y propio interés, que pueden verse como una forma degenerada de narcisismo.
Supongo que los niños no entienden qué mal causaron al nacer, ni por qué su existencia es tan desagradable para aquellos que, directamente o no, les dieron la vida sin haberles preguntado, sin que nadie se lo hubiese pedido.
Aunque eso tampoco lo entiendo yo. Ni tú.
Quéjate, rebélate, porque hay cosas que no se pueden justificar. Y deja que me una, con estas líneas, a tu grito.
Ref: Un cuento de Mackay puesto el 7/2/99 18:41
EL BOSQUE DE LAS HADAS (III)

No obstante, me resistía a perder a una amiga tan especial y al otro día, acudí más temprano de lo habitual. Funcionó y me la encontré otra vez, dibujando. Cuando le saludé se mostró muy fría pero sus ojos no me engañaron, y leí en ellos cuanto se alegraba de verme. Durante media hora me sentí, por vez primera, muy incómodo en su presencia. Le conté mi reconciliación pero ella no pareció darle importancia. Al contrario que otras veces, no intentaba darme conversación, y le prestaba más atención al dibujo que a mí, algo que nunca había hecho antes. Al principio no comprendí su actitud, pero luego le hallé una explicación. Todas sus atenciones y la invitación a su casa, parecían indicar que le gustaba, y dado que Gloria y yo estábamos peleados, se había hecho unas ilusiones que yo había destrozado. No obstante, su frialdad disminuyó poco a poco. Al rato, soltó el lápiz, le echó un vistazo al dibujo, y dijo que lo había terminado. Al momento me lo dio con una sonrisa y lo contemplé durante un rato. Representaba el paisaje que tenía delante: un bosque extenso que limitaban unas colinas bajas, y al fondo de todo, el mar, lejano y tímido, y el cielo del atardecer. Sin embargo, noté que inspiraba algo más. Los árboles tenían un toque triste en el dibujo, como si supieran que el invierno cercano les privaría del sol y de sus hojas, y el mar sereno se hallaba más alejado, agrandándose así el bosque. Me gustó más que muchas de sus otras obras, ya que era una muestra de como su estilo iba perfeccionándose, a pesar de que no era más que un dibujo hecho con lápiz. Le dije que estaba muy bien, y ella lo agradeció con una sonrisa.
Entonces, recuerdo que lo miró cierto rato, y al cabo del mismo, arrancó con suavidad la hoja, cosa que me extrañó un poco. Sin embargo, me sorprendió mucho más que empezase a doblarlo por la mitad. Tras repetir el gesto varias veces, lo curvó hasta que le cupo en la palma de la mano. Se levantó y, ante mi estupor, se detuvo frente al borde de la explanada y lanzó su obra recién terminada hacia el bosque. Instintivamente, me alcé a tiempo para observar como la mota blanca, que una vez fue arte, terminaba de caer. Miré un rato el sitio donde aterrizó, estupefacto, y luego me fijé en Isabel. Ella clavaba sus ojos en mí y sonreía ligeramente. Recuerdo que, al preguntarle, la voz reflejó todo mi asombro:
- ¿Por qué has hecho eso?
Su sonrisa se amplió al contestar:
- Era un regalo. Lo dibujé para las hadas. - Y al advertir mi redoblado estupor, prosiguió en otro tono. - ¿No lo sabías? Los bosques están llenos de hadas, y en esta época del año, tienen que trabajar mucho ya que si no, no podrán soportar el invierno. Por eso, no tienen tiempo de ver el atardecer y por ello quise dibujarles un crepúsculo.
Su mirada se cargó de tristeza y continuó:
- Saben de magia y, a veces, consuelan a los espíritus de los muertos. Me lo contaba mi madre cuando yo era pequeña. Y, tal vez, quieran hablar con mis padres y les muestran mi dibujo... ¡Me gustaría tanto!
Quise creer que bromeaba pero su tono era completamente serio y lo primero que se me pasó por la cabeza fue que estaba loca. Creo que lo leyó en mi expresión que, torpemente, no lo ocultaba y dijo, queriendo arrancar a reír pero reprimiéndose:
- ¡No me mires así!
Se volvió a sentar, se encogió sobre sí misma, y entrelazó los dedos por delante de sus rodillas. Vacilante, me senté a su lado, y prosiguió seria:
- Ya sé que las hadas no existen, pero, ¡es tan bonito creerlo!
Su tono y su expresión se habían tornado sombríos, y cuando ya empezaba a recobrarme de mi asombro, me dio otra sorpresa aún mayor: dentro de un par de días iban a internarla en un hospital porque debían operarla. No fue más explícita y tuve la sensación de que no deseaba serlo así que, respetándola, no insistí. Dijo que al día siguiente no podría pasarse por la explanada, ya que tenía asuntos que arreglar. Me pidió, con una intensidad que sólo sus ojos expresaron, que la visitase en el hospital, y me dio su nombre completo a tal fin. Recuerdo que me dijo, en su tono despreocupado de siempre, que como ya sabía sus apellidos, era justo que ella conociese los míos, así que se los dije, y durante un rato charlamos de temas relacionados con los nombres. Aquella vez se marchó mucho más tarde de lo habitual, tanto que no tuve más remedio que irme antes que ella. Isabel pasó casi todo el resto del tiempo contemplando el bosque y el lento avance del crepúsculo, y reparé en lo mucho que disfrutaba de algo tan sencillo y que a mí me aburría al poco rato. Creo que poseía la rara facultad de descubrir la belleza con que el mundo, a veces, nos obsequia y gozar con ello.
Pasé dos días sin verla. En realidad, desde que me había reconciliado con Gloria, me resultaba más incómodo mantener aquella amistad. Gloria no tenía ningún motivo para enfadarse, pero puede que no le pareciese bien aquello. Sin embargo, hubiera sido ruin no apoyarla en aquel momento difícil, sobre todo si tenía en cuenta el poco esfuerzo que representaba pasarme por el hospital. Cuando llegué a su habitación, estaba escuchando la radio, y reparé en que la otra cama se encontraba vacía. Se puso muy contenta al verme, y con una vitalidad que parecía impropia de ese lugar, se alzó y, atrayéndome hacia ella, me besó en la mejilla. Luego me hizo sentarme a su lado en la cama, que usábamos así a modo de sofá. A pesar de su alegría, creí ver en sus ojos cierto cansancio, aunque en aquel momento, no pude asegurar que no fuese una impresión falsa motivada por hallarme en un hospital, lugares que no me agradaban en absoluto. Acudí tres días seguidos y tuve la sensación de que Isabel estaba más triste a medida que su estancia se prolongaba. Este último día, se me hizo patente que trataba de expresar un ánimo que no existía y tras decírselo, le pedí que me contara qué le sucedía. Estaba sentado en un taburete, e Isabel permanecía acostada del todo, con los brazos por encima de las sábanas. Recuerdo con toda claridad su queja y la pena que embargó sus ojos:
- ¡Ay, Pedro! Esto es una cárcel. Quiero salir de aquí.
Tan desvalida se me antojó que no pude evitar tomarle la mano y consolarla recordándole que dentro de poco podría salir del hospital. Me sonrió primero y luego se echó a reír diciendo que era una tonta y que no le hiciese caso. Pareció animarse un rato, pero volvió a abatirse. Me levanté cuando llegó la hora de marcharme, y en ese momento me detuvo con una frase vacilante y, en el mismo tono, afirmó:
- Tengo que hablar contigo.
Un poco extrañado, me volví y la miré a los ojos. Tuve la sensación de que, en su interior, se libraba un combate entre no supe que dos facciones. Sus ojos comenzaron a brillar y finalmente, se arrepintió. Se acostó de lado y dijo:
- No tiene importancia. Hasta mañana.
Me fui poco convencido y al volverme, en el umbral de la puerta de la habitación, y mirarla, tuve la certeza de que lloraba, en completo silencio. Salí del hospital molesto y muy decepcionado. Me pregunté por qué es tan torpe, a menudo, el corazón de la gente. No dejaba de hablarle de Gloria, de lo mucho que la quería, y a pesar de ello, le gustaba hasta el punto de no ser capaz de confesármelo. Supe que nuestra amistad debía terminar, aunque eso me apenara. Quiso la casualidad que al día siguiente pasase frente a una librería, y se me ocurrió que un libro le haría su estancia más soportable. Tras buscar un rato, me llevé uno titulado «cuentos de las hadas». Creo que, inconscientemente, el regalo pretendía suavizarle el rechazo: estaba dispuesto a aclarar las cosas. Antes de llegar a su habitación, una enfermera, la misma que la primera vez me indicó dónde estaba Isabel, me abordó. Me preguntó si iba a visitarla y ante mi afirmación, me dijo que no lo hiciese: había pasado mal la noche y ahora debía descansar. Tras un breve diálogo, conseguí convencerla de que sólo iba a dejarle el libro y ella, al final, lo aprobó. Isabel dormía, vuelta de costado. Dejé el regalo y reparé en un papel que había en el suelo, junto a la cama. Lo recogí pensando que podría tener alguna importancia. Era una cajita de cartón vacía, de algún medicamento. Su nombre me resultó familiar, y dado que había estudiado farmacia, no me costó identificarlo. Era un calmante fuerte, en esencia, morfina. Lo dejé cerca del libro, por si fuese de utilidad, y la miré unos momentos antes de marcharme. Salí ciertamente intranquilo, y el hecho de que la planta del hospital no me parecía la más habitual para la operación que debían hacerle, junto a mi hallazgo, me inclinaron a pensar que me ocultaba algo; pero por otro lado, ¿por qué iba a mentirme?
Ligeramente preocupado, volví a visitarla al día siguiente. Recuerdo que al verme llegar, dos enfermeras que conocía de vista hablaron entre sí y, a continuación, una de ellas, una mujer muy guapa, me abordó. Cuando le pregunté si podía verla hoy, su gesto se tornó grave, y lo que contestó me dejo sin habla: Isabel había muerto de madrugada. Titubeé un momento, incapaz de creérmelo. No tuve ánimo para preguntarle nada más y me fui ensimismado y sin sentir emoción alguna. Sin embargo, en la calle, reaccioné y me puse muy nervioso. Aquello me había impresionado, más que nada, por lo inesperado que había sido. Entré en un supermercado y compré una botella de ginebra. Comencé a beberla, sin preocuparme demasiado de la gente. Pero al notar el alcohol bajarme por la garganta, sin saber por qué, me enfurecí y me pregunté si eso era todo lo que sabía hacer. Vi un contenedor, lleno de escombros de una obra, y furioso conmigo mismo, estrellé en él la botella, que se hizo añicos. Me fui rápido para no pelearme con un albañil al que mi acto no había agradado. Pasé la tarde en la calle, un poco más calmado pero con un cosquilleo en el pecho que no desaparecía. Decidí esperar a Gloria a la salida del trabajo, sentado en un banco. Al verme se sorprendió, gratamente al principio, pero en mi rostro era evidente que me sucedía algo. Y de repente, le abracé con fuerza y, a punto de llorar, se lo conté todo, y con su ayuda y su paciencia, me tranquilicé completamente.


* * * * * * * * * * * * *


Ref: yoi puesto el 7/2/99 18:46
De parte de CAYMAN:

Me pide tan preciosa muchachilla, y ¿ cómo voy yo a desobedecer un ruego tan gentil ?, que os transmita que os recuerda con cariño, y que, antes de que os entereis por otros medios, os transmita que ha pasado a engrosar el club de los patas chulas ( ¿ será por aquello de la cuota ? ), que, en consecuencia deberá llamarse, en adelante, de los y las patas chulas.
Ocurrió el trágico suceso desencadenante de su triste suerte, en la llamada CORDOKEDADA, que ha tenido lugar en las proximidades de Córdoba, como habrán averiguado los más sútiles de los lectores ...
Andaba ella metida en aquello de la igualdad, y de que no hay oficio de hombres, con tan mala suerte que la " vaquilla " que perseguía a todo el que osaba acercarse al ruedo, la empujó con tan mala fortuna que sufrió un esquince de tobillo, y diversas contusiones sin mayor importancia.
Para vuestra tranquilidad os diré que su estado no le impidió tras la opipara cena de que disfrutamos, el marcarse un bailoteo en la pista de la disco. Así que no es para tanto la cosa.
Desde aquí le deseo un pronto restablecimiento, y si la ves, Arga, pos le das también recuerdos de mi parte.
Saludos a todos ....
*** yoi, de vuelta y antes de entrar ... ( Despues no sé si tendré mucha tarea pendiente )
Ref: yoi a SOCRATES puesto el 7/2/99 18:48
Lamento no estar ahí para beberme mi cuota parte de vino y manjares, pero cuenta con mi FELICITACIÓN sincera. ¡¡¡ Y que sean muchos más !!!
Ref: Sócrates/ Nova puesto el 7/2/99 21:27
¿36?
¿no no estaremos quitando años, querido pensador?
Mira que yo te veo alguna delatadora pata de gallo.....

:-))))

Pues muchísimas felicidades, que cumplas muchos más...
Y que yo lo presencie.
Un beso
Ref: yoi puesto el 7/2/99 21:29
nas noches Novilla !!
¿ Anda usted aún por el ciber ?
Ref: De la hemeroteca... puesto el 7/2/99 21:34
ROBERT CAPA EN NORMANDÍA ( I ) : "Los hombres que fueron condenados a pasar aquella primavera en las playas francesas estaban reunidos en inmensos campos de concentración en la costa sureste e Inglaterra. Los campos estaban rodeados de alambradas de espino y nada más pasar por la puerta ya estaban en medio del canal. Dentro nos preparaban para el viaje. Tuvimos que cambiar nuestros dólares y libras legítimos por francos de la invasión impresos en papel fino. Recibimos una lista con cientos de puntos que detallaban lo que debía llevar el visitante bien vestido en las playas francesas durante la temporada 1944. Además nos dieron un pequeño librito donde se nos explicaba cómo tratar y dirigirnos a los nativos. Incluía varias expresiones útiles en francés. 'Bonjour, monsieur, nous sommes les amis americains' ( buenos días señor, somos los amigos americanos ). Ésa era para dirigirse a los caballeros. 'Bonjour, mademoiselle, voulez-vous faire une promenade avec moi? ' ( buenos días eñorita, ¿quiere dar un paseo conmigo ?. Ésa era para las chicas. La primera quería decir : 'oiga, no me mate', y la otra podía significar cualquier cosa.
Había además unas cuantas sugerencias relativas al trato con los nativos de un país diferente, a quienes - por diversas razones- esperábamos encontrar en esas playas. Consistían en unas cuantas útiles frases en alemán que prometían cigarrillos, baños calientes y todo tipo de comodidades a cambio del sencillo acto de la rendición incondicional. Lo cierto es que el folleto prometía ser una lectura amena".

( Fuente : suplemento dominical de El País, domingo 5 de junio de 1994. Especial 50 años del día "D" ).

*** TIBERIO. MCMXCIX ***
Ref: De Tiberio... puesto el 7/2/99 21:36
Y dentro de un rato más... :-DDDDD. Un saludo a todos desde San Fernando.
Ref: a Pálpito puesto el 7/2/99 22:02

Hola, Pál!!! Llegué bien, salí bien...pero la estancia, algo rocambolesca y...¡a -8º de frío!, eso sí, unos días hermosamente soleados...
Cuando reaccione de tanto alucine, te mando el kilométrico mail (y en estéreo ;)), y otros que también aguardan ser escritos y enviados...oye, p'a cuatro días que falto, ¡¡cómo se me acumula la cybertarea!!!
Un abrazo y recuerda que tenemos pendiente un cacaolat...a ver si este verano...
Tamara :***)))
Ref: Proxi a Socrates puesto el 7/2/99 22:23
Felicidades en tu 63 cumpleaños.
Y 63 cafes para este año
Ref: SOCRATES p/*.* puesto el 7/2/99 22:50
Terminan de irse los últimos y... han sido tantos hoy, de tantas edades, situaciones, circunstancias...

Ha sido un día precioso.

A la familia de Literario, también gracias desde el corazón, raíz de lo auténtico.
Ref: Carros de fuego ( VII ) puesto el 7/2/99 23:03
Las competiciones deportivas, junto con las ceremonias religiosas, duraban cinco días del mes elegido. Enormes multitudes de peregrinos, procedentes de toda Grecia, se reunían entonces en el Alti; muchos se alojaban en el gran edificio que, para ese fin, se había construído junto al recinto sagrado; los embajadores oficiales residían dirante las fiestas en el Pritaneo.
El primer día ( el tercero del plenilunio ) se dedicaba sólo a las ceremonias religiosas; se ofrecía un sacrifico a Zeus, ante cuya estatua, de 13 metros de altura, desfilaba la multitud. La estatua del dios, considerada como una de las maravillas del mundo, fue esculpida por Fidias, que sólo utilizó en ella oro y marfil.
El segundo día era el indicado para el comienzo de las pruebas atléticas, y la ceremonia de clausura consistía en un desfile triunfal de los vencedores, que se reunían un banquete al quinto día. Una vez que finalizaba la olimpiada, un heraldo anunciaba el nombre del vencedor, el más completo de los atletas, a quien se le entregaba una corona de olivo : su gloria era celebrada luego con una procesión solemne y un banquete; en su honor se levantaban estatuas y se componían odas.

*** TIBERIO. MCMXCIX ***
Ref: Entre aeropuertos... puesto el 7/2/99 23:08

Al anunciarse por megafonía que el vuelo tenía una demora indefinida en su salida, decidimos sentarnos cómodamente en una de las áreas de espera. Las butacas mullidas invitaban a relajarse.
Nos separaba de nuestro destino, un océano y un tiempo que sólo sabríamos horas más tarde. Exactamente tres horas.
Sita se fue a dar una vuelta y yo, sentada y con el cuaderno en una mano, me dispuse a escribir apuntes sobre un cuento que debía enviar en aquellos días. Solían publicarme alguno en un periódico local, en 'mi isla', como dice Sita.

Tenía tres folios completos de anotaciones cuando me fijé en el muchacho que tenía frente a mí, sentado ,también, en una de aquellas cómodas butacas. Sobre sus rodillas, un pequeño maletín abierto, y él, tecleando sobre la base del mismo. Nos miramos y nos sonreímos, elevando ligeramente mis hombros como diciéndole "ya ves, yo sigo en la era terciaria..."
Seguí escribiendo con mi bolígrafo preferido sin mirar más al muchacho con aspecto de profesor de matemáticas (se parecía al que tuve en 4º de bachiller y del cual me enamoré a mis tiernos trece añitos. Amor platónico, se entiende).
Y cuando levanté de nuevo la vista, el chico estaba hablando y riendo felizmente con una chiquilla encantadora que se había sentado a su lado: Sita. Parecía que se conocían de toda la vida, por el modo en que se hablaban el uno a la otra...y viceversa.
"¡Esta niña!!", pensé, si es que no para...vamos a ver..." Sita se levantó y se acercó a mí. Sentada en la butaca de mi izquierda, me miró profundamente a los ojos y me dijo "Mamitita, él es Pau. Insiste en que me vaya con él a Estados Unidos y...¿sabes??? ¡me voy!" Y dándome un beso se dirigió a él y le dijo con un gesto que viniese a conocerme. El chico, medio azorado, me dió un beso y me dijo que ahora comprendía cómo mi hija era cómo era. No recuerdo lo que dije, ni recuerdo si es que le dije algo...
Les vi alejarse hacia los mostradores de las compañias aéreas y después de comprar el billete de Sita, se dirigieron hacia las puertas de control. Mi hija se volvió y desde tan lejos, me mandó un gran beso con sus manos, dos palomas adorables que no hacía mucho jugaban conmigo, cuando apenas era un tapón de niña...
Cierto tiempo después, recibí una carta suya...¡esta niña!!!

Cuando la estridente voz femenina anunció por la megafonía del pequeño aeropuerto atlántico, que mi vuelo ya estaba listo, recogí mis bártulos y entonces ví el bolso de loneta amarilla de Sita. "¡Vaya, en eso de los despistes sí sé a quien ha salido" De modo que su bolsa me acompañó en todo mi viaje de quince días, de no recuerdo cuantos trenes, coches y aviones...de no sé cuantas casas de amigos, familia y hoteles... y de muchas emociones, sonrisas y lágrimas. Amén de once horas de permanencia en el aeropuerto internacional, meta de mi primera etapa del viaje...Nos desviaron al Mediterráneo para llevarnos a la capital del reino...cosas de la técnica aeronáutica, dijo el comandande de a bordo por la megafonía del avión.
Al llegar a mi destino, él no estaba allí. Él ya no estaría en ningún aeropuerto esperándome. Ya nunca más...
Me dirigí al exterior. El frío me hizo entrar de nuevo en el gran vestíbulo. Me dirigí a la cafetería y ya sentada en una de las mesas redondas, de mármol, me puse a pensar sobre lo que iba a hacer a continuación...
No, no iría a mi casa. Me levanté y me dirigí hacia el Puente Aéreo. Iría a la costa, a la playa de siempre...
Y deshaciendo el camino, me fui al apartamento familiar de ese bonito pueblo pesquero, cerca de la Imperial Ciudad mediterránea...

Tamara.
Ref: A socrates puesto el 7/2/99 23:27
LAS GAMBAS

La gambas de agua dulce son transparentes
necrófagas, incoloras.
Sin futuro ni pasado
derivando en el ahora.
Fluyendo lentamente en la corriente
sin calor ni color de la vida
¿Qué mas da, comer o ser comida?
La realidad no tiene gozo ni dolor
ni ansias, ni esperanzas, ni remordimiento,
no es ni triste ni feliz.
Es: lo que pasa en el momento.
Sólo es cruel, el pensamiento.

22-1-93 .
Etílico, FELICIDADES AMIGO SOCRATES
TE OFREZCO ESTE PLATO DE GAMBAS
UN ABRAZO.
Ref: ETílico a los colegas puesto el 7/2/99 23:35
mi EMILIO es: miserere@teleline.es
Me faltan las direcciones de muchos de vosotros
OS MANDARÉ MI RETRATAURA POSTAL¡¡¡¡¡¡
UN ABRAZO A TODOS....
P.D. ELI... cada día escribes mejor y eres más dulce
Os espero WEBONES. ETílico.
Ref: A TAMARA puesto el 7/2/99 23:49
Cuando el dolor es una puñalada en nuestro corazón sentimos que estamos vivos y que sentimos.
Seria terrible que nos acorazáramos y nos volvíeramos insensibles. Entonces seríamos nosotros, los muertos.
UN ABRAZO
ETílico