Ref: puesto el 4/11/98 0:08
PASOS PERDIDOS (I)


Desconecté el limpiaparabrisas y quité la llave de contacto, aún caían ráfagas de lluvia sobre el capó verde oliva del Mondeo alquilado, abrí la puerta y sólo entonces tuve noción exacta de los martillazos que me estaba dando el corazón: el ambiente gélido y desapacible de afuera neutralizaba el sofoco vertiginoso de mi interior. Cerré el coche no sin antes ponerme el abrigo, un tres cuartos de un gris tan plomizo como el día amanecido en una sugestión de estatismo letárgico o de crudo invierno. El aparcamiento era amplio y todavía lloviznaba, pero alguien desconocido me ofreció amparo bajo su paraguas con sonrisa cínica, pétrea.

-¿Familia Luarca-Marín?
-No. Vega de Seoane-Santesmases.
-Ah, sí, la del rico, la de los Mercedes -parecía estar al tanto-. Entonces es la nueve. Fijo.

Hasta los muertos clasifican y numeran, me dije mientras tragaba una bocanada de aire que muy bien podría contener filamentos de hielo, hasta a los difuntos vigilan o espían, imaginan o inventan cuando ya no son nada, un tumulto inorgánico en constante descomposición, como nada saben de lo que fueron, sus vidas y milagros, sus grandezas y miserias, siempre fabulando desde la ignorancia.

Desde la indiferencia, me desembaracé de aquel tipo. Por los largos corredores del tanatorio me perseguían sus preguntas acerca de un supuesto origen socialista de la viuda, tan asqueado me dejó su recuerdo mezquino. Al fondo vi un número buscado y dolorosamente real. Conforme me aproximaba me iba quitando el abrigo no sólo para compensar un calor calefactado concentrado en el bigote, abortagando las sienes, sino también para distraer la tensión acumulada en los pormenores comunes e insignicantes de la cotidianeidad.

La sala del velatorio estaba atestada de gente pero no se veía a nadie, quiero decir que era muy difícil individualizar fisonomías con las que asignar identidades, y eso me daba una cierta seguridad. Sólo el objeto de tan concurrida reunión, con el rostro lívido y rígido y seguro que maquillado para atemperar la cruel devastación de su enfermedad, permanecía aislado en su pecera a salvo de todo, del dolor y del mundo, la vida y aun la muerte. Desde mi posición no me impresionaba su cara, la faz reducida de una luna espectral, ni la enorme orla de flores que lo acompañaba como un testigo mudo y decorativo, era el descomunal ataud de caoba negro sobre el que yacía inerte, el último armario en el que se guardarán los cuerpos de los que ahora viven para siempre jamás.

Qué inútil parece todo, me di la vuelta pensando en mi inutilidad de estar allí y de marcharme cuanto antes cuando me encontré con un rostro femenino confusamente conocido, desaliñado, como sonámbulo, abatido, que en sus labios apuntaba mi nombre pero el gesto se le convertía en llanto o en mudo sollozo y entrechocaba contra mí, Mayka, cariño, mi carabina preferida, sé fuerte, mi vida, y la estrechaba más que nunca aunque ya no fuera una niña y hasta incluso pudiera estar casada, sé fuerte ahora, cielo, se lo decía al oído enredándome con su pelo, murmurando con ternuras la convicción de un entusiasmo existencial que yo no sentía pero ella precisaba, vamos, tesoro, inoculándole un aliento digno, sagaz, vamos, princesa, vamos, un sonsonete a modo de consuelo para cuando yo no estuviera, cuando marchara lejos, a muchos kilómetros de allí.

-Hombre, tú por aquí. Qué pronto corren las malas noticias.

Continué abrazado a Mayka, la voz era conocida pero no reclamaba, le sequé las lágrimas con el dorso de la mano, mi nariz acariciando su piel ya que no mi cara, ensuciada por una barba transoceánica que el desaliento me impidió afeitar: olía a tibio sudor y a mala noche pasada, a un punto de fresa y tal vez a apresurada y secreta higiene femenina. Se colgó de mí y sólo entonces respondí a la voz.

-Nico me llamó desde Londres. Cogí el primer avión que pude.
-Ya -su expresión comprensiva era idéntica a la de alguien que mira desde un abismo cifrado en años, siglos.
-¿Y tu madre?
-En casa. Desecha. No creo que venga al funeral.

Mayka se desprendió de mí, habló algo con un chico que no dejaba de mirarme con rencoroso asombro, recibí una palmada en la nuca y un "Good morning, mister Soto" de Nico, tan alto o incluso más que yo, tan colosal como un pívot de baloncesto, la versión repetida de Wayne Robinson o de los hermanos Martín cuando me lo llevaba de la mano a verlos jugar a la Ciudad Deportiva, vinculados en un mismo pasado común que transcendía el mismo presente inmediato y real: su padre de cuerpo presente y él no tenía nada que decirme y nada que esperar, tan sólo verme allí como punto de referencia para asirse ofreciéndome una aparente banalidad, para que cuando se recluyera en el silencio informe de la soledad y recordara la oquedad de una presencia querida y perdida, lo rescatara en su memoria viva, en su infancia intocada de entusiasmo y felicidad de la que yo sería un señuelo, la rúbrica de una antigua verdad.

-Vamos a la cafetería.

Entonces la vi, ojerosa y digna, envuelta en la misma determinación demacrada y cruenta que me otorgó durante ocho años de tedio conyugal, sin fisuras, compacta, seca como un sarmiento sin savia. Mayka me retuvo un instante, urgida más que llorosa quería presentarme no al chico que ahora me observaba con una especie de fidelidad canina, sino a un hombre que me daba la mano con devoción patética, Carlos Soto Pumariega, adjunto en la universidad de Georgetown, ya te hablé de él, encantado, sobresalientes sus artículos sobre política internacional en El País, hiriente en vergüenza propia su halago inoportuno y extraña la discordancia anímica de Mayka, en los duelos se llora y se ríe a un tiempo, se habla y se recuerda y se comenta y se calla a la vez.


JOSCRIPT @ 1998
Ref: JOS a DAJO puesto el 4/11/98 0:15
Cagoenlaleshejoíaa¡¡
A la 3ª (ruina total¡¡).
Ref: puesto el 4/11/98 0:20
besos intensos
Ref: JOS a PAL puesto el 4/11/98 0:22
¿Secuestradooo?...
Te envié un emilito en el que te explicaba cuasi todito.
Hasta la semana que viene (por mail antes).

Betossss
Ref: duende.... puesto el 4/11/98 1:45
Llueve, llueve. Llueve aquí y allá. Llueve para todos, unas veces y nos empapamos de su olor de su belleza. Otras, llueve arrasandolo todo y a todos, dejando lodo y ruína. Pero la lluvia, el sol las calles, los parques son para todos. No podemos decidir con que intensidad debe caer el agua, ni cuando. Pero sí opatar por que calle ir, que parque pasear, que casas visitar. No por ello, los que van por esa calle, ni ese parque, ni esos señores de esa casa,por muy fea que sean, deban ser catalogádos con respuestas rápidas y contundentes. A veces hasta hirientes. Sólo se aisla el que quiere, no vaya a ser que tenga un arrebato de lucidez que les haga ver más allá de la imagen que de si mismo se han forjado. Siendo todos una partícula minúscula de este mundo, no merece la pena encabronarse, cuando la lluvia que caé, nos hace asomarnos a la ventana y no ha salir huyendo, como ha ocurrido en Centro América.Ellos sí tienen motivos para encabronarse.
Ref: JOS a ELIZABETH puesto el 4/11/98 2:53
Que me olvidaba de tiiiii¡¡
Yo opino que la experiencia personal juega un papel (+, -, en virtud del autor) importante en el hecho de la creación literaria.
Pero también creo, al igual que tú, que no es condición inexorable para que aquélla se dé: hay otros valores como la invención, la riqueza léxica, la transfiguración, la documentación (como tú misma dices), etc.

Muases
Ref: De Poly para todos.... puesto el 4/11/98 5:15
Pues sí, la verdad. Esa es la hora en que Poly pone aquí su granito de arena. Pero realmente me levanto a las 4:30 de la mañana. Bueno se levanta mi cuerpo porque lo que es mi mente creo yo que no se despierta hasta mas tarde. Para que veas Proxi, con lo que me ha gustado dormir siempre, mira donde me veo. Yo siempre digo que soy el que pone las calles, el que enciende las farolas y arranca el día para ir calentando motores. Ahora también soy el que es el primer en sentarse en un banco de este parque. Lo que pasa es que a esas horas y con este tiempo me da la impresión que voy a pasar algo de frío hasta que no salga el sol, :-))))).
Pero bueno..... Así son las cosas. De todas formas es un placer ser de los primeros que visitan el parque. Si os parece bien, ya me encargare yo de alicatarlo y ponerlo a punto para que os lo encontreis esplendido como siempre :-)))).

Ahí va uno de esos granitos de arena............

El renacer del día,
en el crepúsculo de la oscuridad.
Sin tener fuerza todavía.
Sin verse con claridad.

El frescor de la mañana,
envolviéndome la cara.
La neblina posada,
sobre las calles tempranas.

El olor de las flores,
abriendo sus pétalos al sol.
Su abrumador color,
lleno de pasiones.

Los pájaros con su revolotear,
encima de un árbol.
Su dulce despertar,
siempre con un canto.

El calor del día,
cuando llega el mediodía,
con la tarde entregada,
a la tierna melancolía.

La luz del alba,
cuando el sol se apaga.
En el horizonte anochece,
por detrás de las montañas.

El jardín del cielo,
que todas las noches se planta.
Y el resplandor de la luna,
con su sonrisa de madrugada.

Todo esto,
no tiene nada que ver,
aunque me lo pueda parecer,
con lo que significa notar,
entre mi carne y mi piel,
la espuma de tu querer...

Ref: SOCRATES p/LITERPARK puesto el 4/11/98 10:40
Voy a poner algo, me lo he repetido muchos silenciosos días. Lo haré sin otra intención que la de decir que soy y estoy; y aunque sea sólo para decir que estoy otoñal, desde el punto de vista interno. Vivo un tiempo en el que se han de caer todavía muchas hojas, hasta que quede el tronco desnudo, frío, desvestido de todo lo que es sólo circunstancial. Y aunque el brote de la vida es imparable, ¡bendita fuerza de la vida! es mi deseo, mi necesidad, dejar que caigan las hojas que ya dieron su color, renunciar a mantenerlas a toda costa adheridas a este paciente árbol pensante. Tal vez la siguiente cosecha tenga el mismo poso, pero será nueva, como nuevo es todo renacer en la vieja tierra.
A las damas de Literario: os quiero
A los amigos: también.

****SOCRATES****
Ref: p/NATXO Y RUBEN puesto el 4/11/98 11:02
Digo yo que los de 3º de educación primaria deberían limitarse a visitas al museo de ciencias naturales, al parque de atracciones, o al zoológico, y no a esas peligrosísimas experiencias nocturnas en el Cotton Club, donde la adicción al jazz, al alcohol y al sexo constituyen un peligroso bajage moral en los futuros formadores de la expectante infancia, que añora a maestros abnegados que les abran horizontes que bla bla bla y glu glu glu...

¿De dónde coño ha salido semejante estupidez?
¿A ver si concretáis la gora, jodíos?

Saludos bromistas... :)

SOCRATES, educador/corruptor de la juventud de Athenas, segúnse mire (salud, cicuta y amor ¿o era salud, amor y cicuta?) (esta persitente lluvia...)
Ref: A Amanecer puesto el 4/11/98 11:11
No creo que pueda estar a la hora de siempre. Mejor nos vemos por la tarde. Besos intensos
Ref: Halcón Peregrino puesto el 4/11/98 11:31
Quizás no sea hoy, ni mañana,
ni en un eterno, puedes que tengas
que soportar esa ardiente sed
clavada en tu garganta
como un veneno silencioso.

Puede que pasen mil sueños
sin que tu puedas verlos
sí, es posible que conozca
el infierno, que ardas en su fuego
incluso que te quemes por dentro
pero también puede que conozca
el cielo, la sonrisa de las nubes
y la música del viento.

Tmabién puede que a tu lado
esté las manos amigas
que tanto necesitas
aunque no puedas verlas
por el momento.
Más te digo amigo mío
que los momentos pasan
cuando llegan otros nuevos
y que todo es posible
que la felicidad existe
y que espera en un rinconcito
del alma a que se la despierte
con una sonrisa
una palabra
un camino distinto
una simple mirada de compañerismo
todo puede ser las probalidades
son las mismas
solo hay que aprender a jugar y a reír
con ella para que nos sean favorables
porque quien sabe.

Con todo mi cariño para el parque, literario, Webon, aunque que más da el nombre, esto es para los que habitan en este espacio. Un saludo
Ref: puesto el 4/11/98 12:18
besos intensos
Ref: Lágrimas puesto el 4/11/98 14:22
El tiempo se ha paralizado en un punto infinito del espacio
Ref: RaJYM puesto el 4/11/98 14:56
Ahora            acá
se siente el otoño en la distancia
la sangre huele a primavera
en la piel florecen los poros
pétalos de freco sudor

Hay lugares donde siempre es
donde las dermis estallan
donde el roce del calor y el hielo
arrancan espasmos de
                     PLACER

ese de los ojos
    de el amor
    de la carne
    de la amistad
    de la risa
    de las cosquillas
    de el sexo

quien quiera que pase
    y deje su rastro
en las huellas floridas

la semilla debe morir

el viento nunca para de soplar

la sonrisa es tuya
                  nada más que tuya
Ref: Viene un tropel a robarno puesto el 4/11/98 15:45

Acababa de terminar la guerra....

- ¿Qué guerra? ¿La guerra civil?

- Claro, ¡¡la guerra civil!!. ¿Acaso hubo otra?

- Vaaale, abuelo. Sigue contándome.

Acababa de terminar la guerra civil, hacía unos días, o quizás aun no había terminado. Ya no lo recuerdo bien, hace tantos años. Había que recoger la cosecha. Mi padre estaba prisionero. No por ser rojo, que él de esas cosas poco entendía. Estaba prisionero por que se negó a dar lo poco que teníamos en casa: unos sacos de harina, un odre de aceite, algunas cosas que aun quedaban de la última matanza, botes de tomate en conserva que mi madre hacía con lo que cogíamos del huerto -cuando había huerto- y poco más. A mi padre no lo reclutaron, era inútil y no estaba el feliz ni nada por serlo. Era estrecho de pecho. Seguramente perdió el pecho de tanto labrar el campo, de tanto dejarse las manos y con ellas el cuerpo entero en esta tierra que nos alimentaba. El último invierno, en una mañana de tintes grises se presentaron dos guardias civiles con la orden de darles cuantos víveres tuviéramos en la casa. Ya ves, se creerían que en la pequeña huerta podríamos guardar mucho. Había lo justo para que mis tres hermanos y mis padres pudiéramos alimentarnos hasta el verano, hasta que se recogiera la próxima cosecha, si no nos la quitaban antes. Mi padre les dijo que no teníamos nada y se lo llevaron por traidor al estado o algo de eso. Se pasó tres años en la cárcel.

- ¿Y vosotros no hicisteis nada?

- ¿Qué íbamos a hacer? Yo tenía 9 años, mi hermano 15 y mis hermanas 12 y 6. Mi madre arrancó a gritos y lloros agarrada a mi padre, mientras los civiles lo llevaban al trote desde sus caballos. Mi hermano, Paco, murió aquel verano.

- Bueno, abuelo, mañana me sigues contando, que ahora me esperan mis amigos y aun tengo que vestirme.

- Si, mañana te sigo contando. Ten cuidado con la gente que te juntas, Raúl, mucho cuidado y no bebas que aun eres muy joven para beber.

- Abuelo que ya tengo 16 años.

Si 16 años y ya se ve todo un hombre. Igual que mi hermano. Paco intentaba que no nos robasen la cosecha de papas de verano y el trigo. Ese año no había huerto. No dormía en la casa, se pasaba las noches en un pequeño chamizo hecho con algunas ramas y tablas. Venían hordas de hambrientos, de gente que no tenía que llevarse a la boca, que venían de lejos y llevaban días sin comer o que se escondían en los cerros y bajaban a por lo que encontraran, otros simplemente eran vecinos, gente del mismo pueblo a los que ya no les quedaba nada, era tan larga la guerra. Venían al abrigo de la noche a llevarse cuanto había, incluso llevábamos tres años sin probar una sola acerola, el árbol estaba al principio del camino y aun verdes se las llevaban. Esa noche había una inmensa luna llena, como la que hay hoy, esperábamos que vieran muchos a tratar de robarnos. Yo le dije a mi hermano que me quedaría con él, para ayudarle a ahuyentar a los pobres. El se echó a reír mientras me mandaba a la cama llamándome pequeñajo.

- Anda, abuelo, acuéstate ya que es muy tarde y ni se te ocurra esperarme. –Raúl acababa de salir de la ducha. Se metió unos pantalones y una camisa negra, y sin necesidad de peinarse le dio un beso a su abuelo mientras se despedía.

Paco medio se adormiló en la choza seca, había sido un día de mucho trabajo y estaba muy cansado, tenía que llevar él todo el peso de la casa. Raúl había bebido, como no hacerlo si todos lo hacían. El sueño, amigo de ambos, los mecía entre nanas de luna llena, adioses al niño y arrebatos de hombría. Apenas si escuchaban, solo el tarareo lejano de un campo y de una calle los acunaba.

Pasos que crujían el suelo, muchedumbre al abrir los ojos y sin saber donde están Paco se levanta de repente, ve pero no ve, hay gente agachada en el suelo, recogiendo, robando, expoliando. Da un grito, pero no sirve de nada, solo se escuchan las manos ávidas recogiendo más rápido para tomar más frutos antes de salir corriendo. Sus niños también lloran de hambre y el lloro de un niño no hace temer los gritos o las amenazas de otro niño que defiende lo suyo. ¿Lo suyo?, ¿de quien es lo que nace de la tierra?

Raúl no entiende mucho, solo sigue al cabecilla, él si sabe mucho de esto y tienen que pararle los pies a esos negros antes de que nos quiten todo.

Paco ve que no dejan de quitarle las papas, que escarban la tierra y siegan a manojos las espigas de trigo. Da otro grito, pero no sirve de nada. Intentará asustarlos con un disparo. Se vuelve a la choza y coge la escopeta. Maldita sea, ¿qué le pasa que no hay forma de sacarla? Tira con fuerza de ella sin darse cuenta de que la esta cogiendo del cañón. El gatillo está enganchado en una retama y en el último tirón se dispara. El cartucho explota en todo el vientre. Intenta cogerse las vísceras con las manos, pero todo es un revuelto de sangre, tripas y deshechos.

- Abuelo, abuelo, ayúdame. Solo queríamos darles un susto, de verdad abuelo, no me regañes, solo era un susto. Y no se como la navaja fue a parar a mi vientre, me caí con ella en la mano y me la debí clavar. Abuelo tengo tanta sed, dame un poco de agua.

Y el abuelo, en un jarrillo de hojalata, da de beber a Paco.

- No te preocupes, Paco, ahora llamaré a mamá y ella te curará, verás como te curará.

Con las manos temblorosas y los ojos llenos de lágrimas el abuelo llama a una ambulancia. Mientras esperan, abraza a Raúl, lo acuna y le aprieta el vientre para que no salga más sangre, para que no se vaya en ese río rojo. Lo besa y le dice lo bien que lo pasarán cuando termine el verano y vayan a la feria, allí venderán lo que no les haga falta, lo que les sobre tras recoger la cosecha.

Esa ambulancia no llega nunca. Mamá también llegó tarde.


Besos alados. Maryluna
Ref: Halcón Peregrino puesto el 4/11/98 15:51
Dentro de la noche
somos dos cuerpos
transparentes tu y yo
tu y yo somos dos olas
que el mar bate en su cólera

Hay un silencio permanente
solo gimen los besos que nuestras
bocas desnudan cuando
la noche nos cita
a ti a mi a los dos
cuando la noche
nos cubre del frío
con su manto cálido
de estrellas.

Yo me cuelgo de la luna
y con la punta exacta
de los dedos acaricio
tu rosado cuerpo
que se refleja en el perfil
de esta noche cuando estemos en ella
desafiaré a la gravedad
si es preciso y me elevaré
para entrar en tu sueño
más profundo.

Pararé al tiempo y al mundo
para que nada ni nadie
despierte a la noche
en donde somos dos
cuerpos inivsibles y transparente.

Para mi Orquídea.
Ref: Para Amanecer puesto el 4/11/98 16:16
Decirte quisiera mil cosas,
decirte quizá
que he volado contigo esta noche,
al anochecer mis pies se elevan,
danzando en el aire en busca de un sueño,
y cuando alzo mis brazos en el firmamento,
acariciando la luna redonda
y plácida en nuestro cielo,
empiezo a ascender segura
de llegar a tus recuerdos.

Cuando alzo el vuelo
sin alas que me sujeten,
simple cuerpo aviador
desplazándose en el tiempo,
siento la libertad
de alcanzarte a mi antojo,
y cogiéndote de la mano,
ascendemos mucho más
hasta perdernos en la escondida paz
que recoge nuestros sueños.

Anochecer
Ref: Para Jos de Pálpito puesto el 4/11/98 16:16
Jos... Ni rastro del emilio. ¿Seguro que me lo mandaste?. Estoy empezando a pensar que mi servidor pasa de mi. : - ((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((. ¿ Estás seguro que era para mí?. Palabrita del niño jesús de que no he recibido na de na.
" Betos
Ref: Pálpito puesto el 4/11/98 16:17
Hoy llueve por estos lares... ¿ llover? Ni en mucho se parece a una espesa lluvia. No . simplemente gotea, como sí el mismísimo cielo se hubiese resfriado en este otoño algo irregular donde el frío se ha fugado con la "niña", y el calor permanece anclado, inamovible, impasible.
Llueve por llamarlo de algún modo, y esa finísima agua que no llega ni a calar en las prendas desabrochadas que aun nos recuerdan el verano ya pasado, me obliga a coger el maldito paraguas y pasearlo por la ciudad, cerrado, estirado cual un palo siendo más un engorro que algo productivo.

Más de uno pensará que estoy de los nervios, pero sí lo miráis con mis ojos, seguro que lo comprendéis. ¡ Jolines con el maldito tiempo!. A ver quién se va a poner la ropa de otoño con este calor, y lo que es peor, ¿ quién es el listo que irá a la tienda a comprarse un simple abrigo?. Este pequeño detalle hace que mi trabajo sea un poco más interesante, y a la vez rocambolesco.
Sí de algo no me canso, es de mirar al "hombre del tiempo" de turno a la espera del anuncio de nevadas inminentes. Pero por más que cambie de canal, y aunque las caras y los cuerpos sean distintos, "el Hombre o la mujer del tiempo", siguen anunciando cambios ínfimos.
Entonces llego a la conclusión de que el efecto invernadero es el causante de mis quebraderos de cabeza, de que la ropa de otoño seguirá guardada en el armario bien entrado el invierno. Y cuando llegue el invierno, nos vestiremos de primavera, y en primavera será verano, y en verano, seguirá siendo verano hasta la llegada del invierno, y nos seguiremos comiendo el otoño. .... ¡ A ver, que alguien me explique porque nos han robado una estación y media.!

La culpa de todo eso es que ya estoy en el otoño del 99, y sí tomo de referencia este, mejor me sigo dedicando al verano del mismo año y paso directamente al invierno.

@@@Pálpito, dibujando sin saber muy bien qué, ni para que temporada @@@
Ref: ROJO p/polémica puesto el 4/11/98 17:03
¿Quereis que os diga una cosa? Pues que sí, que estoy loca; o quizás sea que sufro un trauma psicoexistencial; ¿o serían los pimientos que cené el otro día? ¡Ay, señor, señor....! Ya veo que se me da muy mal mentir. Sea como fuere lo que sí es cierto es que me cuesta mucho rendirme y, por más que lo que digo sea malinterpretado y dado la vuelta las veces necesarias para que al final resulte que parezca que he dicho lo que nunca dije, seguiré dando la turra hasta que quien me lea se fije pura y símplemente en lo que escribo y no se invente una "película" a su medida.
Así que vamos a ello una vez más (a ver si a la tercera va la vencida): no me siento excluída, no me encuentro aislada, no estoy lloriqueando porque los parquianos no me dejen jugar con ellos (¿no sería mucha presunción por parte del parque pensar éso ?), no hago pucheros y tampoco me ha caído encima ningún rayo que me haya trastornado la sesera y me haga decir sandeces. Lo único que he hecho al escribir sobre el parque es manifestar mi opinión (equivocada o no) al respecto, y no es la primera vez que lo hago (Dajo, como cronista "oficial" puede certificar ésto).
He mantenido esta opinión desde hace mucho, y no ha habido nada que me haya convencido de la falta de lucidez de mi idea: más bien al contrario. Sigo diciendo que el parque es un lugar cerrado, que se autoaisla (el parque, no yo) del resto del mundo. Seguro que soy demasiado quisquillosa y susceptible, o será que teneis razón y estoy majareta, y por eso, en mi delirio, haya soñado que he visto en un par de weborreuniones que los parquianos asistentes elegían una mesa apartada, ocupada sólo por ellos y apenas (algunos, nada de nada) se relacionaban con el resto de asistentes; y seguro que también me he inventado las palabras que un parquiano pronunció en una de esas reuniones ("Esta mesa es sólo para los del parque" (sic)); no dudo de que sufría de alucinaciones cuando otro parquiano me dijo que no podía hablar conmigo de nada si antes no le facilitaba mi filiación completa, incluyendo gustos, manías, rarezas... (y puede que hasta mis inclinaciones culinarias, sexuales o religiosas). Será que me patinan las neuronas o que sufro de una precoz demencia senil (todo es posible) y por eso me cuesta recordar dónde metí el log de una conversación con un insigne parquiano en la que (a pesar de lo que ahora manifiesta en público) reconoció ante mí que Literario y el parque eran dos cosas distintas.
Casi prefiero no seguir dando vueltas a mis chifladuras para no recordar más detalles. Ahora sólo me estoy empezando a plantear por qué (sufriendo de vete a saber qué trastornos y sabiendo disimular muy bien éso y que debo ser un bicho muy malo o al menos bastante retorcido) bastantes parquianos han acudido a mí para contarme sus problemas, para desahogarse, para pedirme algún que otro favor o sólo para charlar un rato de nada en particular. ¿Cómo es posible que hayan confiado tanto en mí? ¿Cómo es posible que haya podido engañarles tanto y durante tanto tiempo? No sabía que fuera tan lista y tan malvada. Por cierto... ¿he defraudado a algun@ de ell@s alguna vez?, ¿he ido contando por ahí lo que me han confiado en privado?, ¿les he pedido algo a cambio?, ¿no he aceptado su amistad y les he dado la mía?
Debo tener una gran capacidad de inventiva (y yo sin saberlo) y muy mala leche, porque seguro que me he inventado todo esto y lo suelto aquí con la única intención de meter cizaña y emponzoñar el ambiente (¿no os parece que sois un pelín melodramáticos?). Aunque a mí me parece que si ese fuera mi objetivo hubiera sido más efectivo meterme en un query por aquí, otro por allá, enviar un e-mail por acullá.... e ir soltando "inocentes" comentarios sobre un@s y otr@s. Desde luego lo que no es muy inteligente es hablar públicamente para que cualquiera pueda leerme y descubrir mis aviesas intenciones. O a lo mejor es que no soy yo la que ve dragones y molinos donde no los hay, ¿quién sabe?.
Ref: a Halcón puesto el 4/11/98 17:04
¿Puedes entrar ahora?. Te espero
Ref: yoi puesto el 4/11/98 21:15
a Tamara: ¡ Hola !.
Ref: Tamara puesto el 4/11/98 21:54

Yoi: hola! con una hora de retraso ;))

Mackay: La peli "El cristal oscuro", hace tanto tiempo que la vi que solo me queda el recuerdo del mensaje de la misma: la eterna lucha entre el bien y el mal. Seres fantásticos en un bando y otro. Hice referencia a ella a cuenta del tema que trataba en mis lucubraciones sobre lo bueno y malo que tienen las cosas, dependiendo de quienes las manipular.
En absoluto me cansó tu escrito. Por el contrario, me pareció interesante dado que yo en ciencias soy algo negada. Lo mio fueron siempre las letras y de esa guisa me introduje en el mundo literario, pluma en ristre y para mí. Creo que la palabra es el don magnífico que poseemos para manifestarnos. La palabra escrita viene a ser el vehículo por donde mis sentimientos afloran con mayor expresión.


Esta noche es extraña. Algo está sucediendo. Oigo un ruido atronador en la lejanía: caballos galopando, jinetes que viajan a través de mi imaginación. Hace frío, posiblemente el veranilllo de S. Martín está de vacaciones.
Pero no es el frío en el cuerpo lo que me tiene aterida. Estoy sintiendo frio en el alma.
Que no suene a triste, más bien a cosa real, casi palpable, ¿que los sentimientos no se palpan? ¿de qué entonces esta espesura en el corazón, este tener las manos abiertas como queriendo atrapar un calor imaginario?..este estar a la espera de que algo suceda...algo tibio, amable, dulce y armonioso que me arranque de mis ensoñaciones...
Me cuesta soñar, aún sabiendo que soñar no cuesta nada....
Supongo que mañana será otro día. Sí, eso creo....
"La nostalgia es un error" dijo Simone Signoret. Estoy comentiendo ese error sin querer evitarlo...

Ref: Numen puesto el 4/11/98 22:12
Sol que brillas en calma, incendia la paja que cubre mi lecho, abrasa la piel que oculta mis sueños, destruye la coraza que escuda mi esencia. Y deja que el viento marino la esparza por el infinito, que caiga en los ríos de la eternidad, que se hunda para siempre en los mares del silencio, pues la lluvia del olvido ya empapó mi esperanza, y ahora nada me retiene en el exilio.
Ref: Numen puesto el 4/11/98 22:13
Con los ojos puestos en un punto infinito que brillaba allí donde se pierde el horizonte, adivinaba el brillante halo que iluminaba de manera trémula el crepúsculo que lentamente se perdía en la verde inmensidad de las montañas, oscuras ya por la noche. Y mientras el viento gemía con fuerza y la lluvia golpeaba el suelo con incesante repicar, lentamente iban dibujándose, una a una, todas las estrellas del firmamento. Murió el último rayo de sol ahogado entre cúmulos de tinieblas. Y las oscuras nubes de lluvia, suavemente arrulladas por el gélido viento del norte, desaparecieron en el lugar donde se perdió el sol. Descubriendo de esta manera la eterna e infinita belleza del cielo, que aparecía enteramente salpicado de diminutas y brillantes estrellas, cubierto todo el ancho firmamento de luminosa aura.
Cimbreaban los árboles sus ramas al viento y la interminable pradera de hierba se agitaba inquieta como agita sus olas el mar en días de tormenta. Triste y lastimero, como el grito del tiempo, se elevaba sobre el fondo del bosque el canto de un búho.
Ref: A ROJO puesto el 4/11/98 22:56
Por lo que creo me atañe:

Las veces que en el pasado (ahora apenas chateo en comparación) hemos chateado, desde luego a mí nunca me defraudaste.
Y si te conté algún problema o neura, es porque siempre confié en ti.

Si crees que te debo alguna excusa en público o en privado, ya sabes dónde encontrarme, ROJO.


JOS, sincero.