Ref: La hilandera puesto el 14/3/98 0:05 |
La hilandera tiene a su alrededor hilos de todos los colores, texturas: seda, lino, algodón. Su rueca permanece inmóvil desde hace un tiempo. Sabe que pronto tendrá que girarla, el tiempo apremia. Hay que hacer un nuevo tapiz. Mira los hilos con desconfianza - Y sí no sabe hacer la mezcla de colores o utiliza hilos que no sirven.- Frente a ella se encuentra un gran tapiz, su tapiz. Le ha dedicado tanto tiempo, mezclando los colores poniendo todo su sentido de la estética en los colores en las puntadas. Cortando hilos, ajustando bolillos, deshaciendo y volviendo hacerlo cuando creía que no estaba quedando bien. Y así, durante muchos años. ¿Para qué?, se preguntaba una y otra vez. El tapiz resulto feo en algún punto, en algún nudo. Lo mira desde distintos ángulos por si encuentra que es lo que le afea. Se queda clavada su mirada frente a el. ¿Deshacerlo de nuevo? - Se pregunta- Imposible, terminarían todos los hilos por el suelo, segura de no acordarse como empezó. ¿Tirarlo?. No, tanto trabajo para tirarlo ahora. Mejor algo feo, que nada, nada hecho en la vida. Pero ha de ponerse manos a la obra, volver a rozar los hilos con la punta de los dedos. Elegir diferentes tonalidades. ¿Por dónde empezar? y si vuelve a equivocarse en los tonos. Siente miedo, miedo de empezarlo por el sitio erróneo. Miedo a que vuelva a salir mal. Es mucho trabajo, mucho mimo el que esta hilandera, le dedica a su tapiz. Si comienza uno, sabe que volcara horas en el. Lo mirara continuamente, dejará que sus dedos se descamen de darle a la rueca. ¿Merecerá la pena?. Sigue dudando. En un cesto descansan los hilos, la llaman con sus vivos colores. Los hilos, la conocen. No puede vivir sin trabajar un tapiz. La rueca gira sola, su sonido, la rueda rozando el vacío , le susurra. La hilandera, pasea observando todo su material de trabajo. Al fondo su tapiz. Un sueño, un tapiz bello. (duende) (Ahora que, Maryluna. Entiendes porque no puedo escribir) |
Ref: a Pal de duende puesto el 14/3/98 0:10 |
Menos mal, que decidistes pasear por aquí. Gracías Dajito por traernosla. Tus buenos días, es muchos buenos días. Y para tí Halcón, sigue volando alto, para que puedas oler una orquidea. Besos para los dos. |
Ref: Mackay/ Halcón Peregrino puesto el 14/3/98 0:12 |
Pues felicidades a ti también :-) Hasta pronto. |
Ref: yoi pa duende puesto el 14/3/98 0:13 |
Buenas noches !!! ¿no te acercas por gio? |
Ref: ELIZABETH A... puesto el 14/3/98 0:14 |
PALPITO: Feliz cybercumple. Besotes. HALCON PEREGRINO: ¡¡Muchas felicidades!! Besos y besos :-). |
Ref: yoi pa todos puesto el 14/3/98 0:15 |
Buenas noches !!! Veo que va llegando el personal ... #parque abierto en gio |
Ref: a Duende puesto el 14/3/98 0:18 |
Siente el tapiz, no lo mires solo, acarícialo, toca su textura, besa sus hilos y que la rueca nunca pare de hilar. Un beso con alas de hilos de de seda. Mar y Luna |
Ref: ¡tenía razón! puesto el 14/3/98 0:18 |
¡TENÍA RAZÓN! En todo esto algo SI ESTA CLARO: - salida - maria - interesante - Antonio ¿ están escritos POR UNA SOLA MANO ¿qué? ¿qué no me crees? ¿una paranoia yo también? Si quieres comprobarlo echa un ojo al 12 de Marzo, en JOBIS a la 1,13 a la 1,48 hay tantas metidas de gamba ¿a cuento de qué lo de la 1,29? ¿interesante no había ni asomado y te lo endiñas? ¿durante horas te follas tu solo y de vez en cuando sueltas un chascarillo en AMITAZ? ¿tú eres el i- salida a maria- nteresante? tus muñones, tus muñones, te pones a temblar y se te ve la patita. Oye aquiles ¿no he visto los otros personajes del mismo maromo? enrróllate tío dame unas pistas |
Ref: a Pal y Halcón puesto el 14/3/98 0:20 |
¡¡¡¡Muchísmas felicidades!!!!! Besos desde un corazón que también late bajo el manto de literario y por supuesto besos con alas. Mar y Luna |
Ref: a Eli puesto el 14/3/98 0:24 |
Buaaaaa, buaaaa ¿Cuantos días llevamos sin encontrarnos? Y no olvides que estudiar es muy malo para la salud,(br( solo tienes que mirarme a mi, cada día con la única neurona que me queda más pachucha. Besotes con alas. Mar y Luna. |
Ref: Sonia puesto el 14/3/98 0:28 |
Hola chicos hay alguno que quiera penetrarme con las braguitas puestas? |
Ref: Proxi al parque puesto el 14/3/98 2:13 |
Buenas noches a todos El amor aparece encendiendo la luna Tu estas en cada rincon del cielo tan imposible el como tu tan alto el como tu Y me sumis en la oscuridad Próxi...buenas noches |
Ref: k. puesto el 14/3/98 4:20 |
amo a Kafka |
Ref: Halcón Peregrino puesto el 14/3/98 10:15 |
Muchas gracias a todos por vuestras felicitaciones, os llevo en el corazón amigos. |
Ref: Halcón Peregrino/Rojo puesto el 14/3/98 10:22 |
Buenos días querida amiga. Sí, coincido contigo en que la amistad no es solo compartir tristeza, entiendo que la amistad es todo, alegrías, tristezas, pero a veces desgraciadamente no nos damos cuenta de que la persona a la que les estamos contando nuestros problemas, quizás está peor que nosotros, y no hemos sido capaces de preguntarle que tal estás. Es tan bueno el hablar con un amigo que nos haga sonreir, olvidarnos por un momento, de cosas quizás desagradables, en fin amiga, sin en algún momento me he comportado yo contigo de forma egoísta, te pido perdón. Un beso y una pluma para tu corazón. |
Ref: yoi para Mackay puesto el 14/3/98 10:26 |
Tú página me da error. ¿la habré copiado mal? www.geocities.com/Athens/Forun/4483 ??? |
Ref: yoi para Halcon Peregrino puesto el 14/3/98 10:28 |
¡¡ Buenos Días amigo !!. Me alegra coincidir contigo por aquí. ¿ Nos veremos en Málaga ? |
Ref: yoi para tod@s puesto el 14/3/98 10:31 |
¡¡ Buenos Días !!. El invierno se está despidiendo en forma suave en este Sur. En el norte de la peninsula parece que ha hecho una aparición más drástica ... Aquí hace más frio pero sigue luciendo el sol, y podemos disfrutar de unos días maravillosos recibiendo calor y respirando aire puro. Asi que, los que podais, a disfrutar !!!, que puede que esto siga hasta que llegue de verdad la primavera. (perdón Honorio por la copia). A todos: besitos en las espaldas y tortitas en las mejillas ... |
Ref: Halcón Peregrino puesto el 14/3/98 10:39 |
Escuchar música, oir canciones, dejarme llevar, envolver por las melodías. A veces tengo la sensación de que es una música maravillosa, lejana, y cuando me tienta, apelo de nuevo a mi valor y, y decido explorar el callejón más allá de la curva y llegar hasta la canción que vibra dentro de mi, y que suena en apariencia tan lejana. Me encanta dejarme cautivar por canciones, por músicas que, en un momento dado, se funden al unísono con mi estado de ánimo, a veces si he tenido un buen o mal día, siempre hay una canción que logra esbozar una sonrisa, emocionarme, dejar que se vuelvan los ojos vidriosos, o quien sabe. Hay melodías que se llevan tan dentro del alma, que te pueden saber a una persona, no necesariamente esas melodías, tienen que llevar palabras, hay también canciones emblematicas, que forman tanta parte de tu vida, tan buena parte de la banda sonora de tu vida, que por un instante te da miedo condensarla,escucharla. Para mí, tu me sabes a parajes, a países insolitos, exoticos, para mi tu eres la mejor melodía que llevo en el corazón Para mi orquídea.. |
Ref: Halcón Peregrino/Yoi puesto el 14/3/98 10:44 |
Buenos días amigo, tengo pensado el ir, pero no he querido decir nada aún , porque depende de muchos factores, ya sabes lo lejos que estoy. |
Ref: Halcón Peregrino/Yoi puesto el 14/3/98 10:46 |
Yoi, lo siento me tengo que ir, ya nos veremos, un abrazo muy fuerte, cuídate.. |
Ref: Moska puesto el 14/3/98 12:00 |
Hilandera..hilandera.. La hermosura de un tapiz reside en el cariño que se ha puesto al hacerlo, cada nudo, cada paso de bolillos...No te importe que se te hayan roto los hilos, continua tejiendo... con el mismo cariño y la habilidad de tus dedos. Mezcla bien los colores.. aprieta la urdimbre... Y veras que aquella costura que dejas atras no afea el trabajo de tantos años de dedicación y paciencia. Tse-Tse |
Ref: Hª DE CLIPPER puesto el 14/3/98 13:38 |
HISTORIA DE UN MECHERO. Capítulo I. María Anónimos En aquel barrio María Anónimos era superconocida. Llevaba ya unos cuantos años viviendo en la misma casa. Solterona, sin ningún hombre que la acompañara en su vida, sus relaciones con los vecinos eran poco menos que nulas. Sólo hablaba lo justo con los tenderos: para pedir lo que iba a comprar y pagar. Nada más. Cuando ella entraba en los comercios, y había algunas clientes, todo el mundo se callaba... Aunque parezca una crueldad, tenían su parte de razón. María Anónimos, en realidad, era una mujer muy peligrosa. Muy pocos se habían visto libres de ella y sus artimañas. Y, al cabo de tantos años, los vecinos estaban más que escarmentados. La opción más civilizada que encontraron era sencillamente hacer el vacío a una persona así. ¿Cuál era el peligro de María Anónimos? Su imaginación calenturienta. Ella veía, pongamos por caso, a unas parejas despedirse dándose un beso en la cara, y ya pensaba que habían montado una orgía de agárrate y no te menees. De ahí a escribir una carta dando todo lujo de detalles -que sólo existían en su imaginación de mujer reprimida- a los padres de los jóvenes, todo uno... Luego, se sentaba a observar, a través de los visillos, las reacciones que la misiva despertaba. Lo curioso de María Anónimos era que ella estaba más que convencida de que hacía lo que debía. Y que nadie sabía que era ella quien mandaba aquellas cartas, contando historias de Spilberg. Aunque ese tipo de conducta le había provocado situaciones embarazosas, era evidente que tampoco habían sido lo suficiente como para que María Anónimos se diera por aludida y cesara en su actividad. Desde luego, la gente es más civilizada de lo que se cree en muchas ocasiones. Su manía de mandar los anónimos, era por temporadas. Es decir, durante un tiempo no mandaba ninguno. Pero, de pronto, mandaba varios. Fue en una de esas épocas de reverdecimiento de su manía, cuando una mañana recogió de su casillero un sobre sin remite, dirigido a ella. Abrió el sobre y dentro, en media cuartilla y con recortes de letras de prensa, había escrito lo siguiente: MARIA: ES EL PRIMER AVISO QUE TE DOY. DEJA DE METERTE EN MI VIDA PRIVADA, O VOY DIRECTAMENTE POR TI... Y NO TENDRE NINGUN TIPO DE COMPASION. YO. María Anónimos sintió que la sangre se helaba en sus venas. Leyó, una y otra vez, la nota. Quería averiguar, por el estilo o qué sé yo, quién había tenido la osadía de mandar algo sin firmar a ella. Además, terminaba con algo tan personal como YO. Se fijó en las letras. Los recortes provenían, indistintamente, de diarios y de revistas. Evidentemente, se trataba de alguien que compraba de los dos tipos de prensa. No era mucho decir. Pero sí algo a observar: sentarse en un banco próximo a un kiosco y ver quién compra diario y revista. Así lo hizo. Durante varias semanas, María se sentaba en un banco próximo a un kiosco de Prensa. En un cuadernillo iba anotando quiénes compraban diarios y revistas a la vez, bien en el mismo día, bien en distintas fechas. No dudaba que el trabajo era, como se dice vulgarmente, de chinos. Como además de metomentodo, era bastante organizada, poseía una lista en su casa de las personas a quienes había enviado las notas sin firmar y las fechas exactas. Sólo era comparar nombres... Al cabo de mes y medio, aproximadamente, la lista de nombres del cuadernillo estaba completa. Ahora sólo le quedaba comparar... Y cuando se disponía a ello, sonó el timbre de la puerta. Fue a abrir. No había nadie. En el felpudo, un sobre con su nombre. Lo recogió, mirando de reojo por si veía a alguien. Miró el remite. Era de su hermana. Abrió y encontró una carta en que, resumiendo, decía que iba a pasar unos días con ella. Según la misiva, llegaría esa misma mañana a la estación. Faltaba una hora. Tenía tiempo justo para arreglarse e ir a buscar a su hermana. Cuando María arribó a la estación, por los altavoces avisaban de la llegada del tren y la vía. Se apresuró y bajó al andén. Efectivamente, la locomotora hacía su entrada en vía. Se detuvo y, entre la gente que aguardaba a algún viajero, los que tomarían el tren y los que del mismo bajaban, María no podía ver bien. Fue su hermana quien consiguió avistarla. La llamó por su nombre. Cuando las dos mujeres se encontraron, se abrazaron efusivamente. -¿Por qué no me has llamado? -Perdí tu teléfono. Lo busqué en la guía, pero no aparece tu nombre por ninguna parte. -Vendrá por el señor que vivía antes en la casa... -Pues deberías ir a Telefónica para que figure tu nombre en la guía, que va siendo hora... ¿Qué tal te encuentras, María? -De salud, bien. A ti te veo divinamente. -Mujer, tengo algunas «goteras». Los años, hermanita, no pasan en balde... Te noto preocupada... ¿Ocurre algo? -No, nada importante. Las dos mujeres empezaron a caminar por el andén, hacia la calle. Marta -que así se llamaba la hermana- no dejaba de hablar. Rápido y muy locuaz. María, a su vez, respondía con monosílabos... Pero totalmente abstraída. Tomaron un taxi. María dio la dirección al taxista. Dentro del coche, Marta tampoco se calló. Ella se hacía las preguntas y se las contestaba. El perfecto monólogo. María no atendía a lo que su hermana le contaba. Estaba pensando quién podía ser el autor del anónimo recibido esa misma mañana. Pudo ser, perfectamente, la misma persona que dejara la carta en el felpudo de su puerta. Luego, era vecino de la casa. Sin embargo, hacía años que no escribía a ningún vecino de la casa... Mas si era así, ¿por qué no esperó para que le diera las gracias, por lo menos? No podía entenderlo. Marta, por su parte, empezó a buscar en su bolso. Sacó una cajetilla de tabaco. Extrajo un cigarrillo. -Hermanita, ¿tienes ahí fuego? María volvió de su viaje mental. Ciertamente, se hallaba a muchos kilómetros de allí. Me buscó en el monedero, donde estaba yo aprisionado entre monedas y billetes en mil dobleces. -Eres la repanocha, Mari. No fumas, y llevas siempre un mechero encima. -rió Marta. -Para que tú puedas fumar. Nunca tienes mechero... -Lo dirás porque estoy todos los días contigo... Te veo preocupada. No has hablado hasta ahora. -¡Si tú lo hablas todo! -Claro. Es mucho el tiempo sin verte... Ahora, voy a preguntarte yo. -¡Oh, no! Temo tus preguntas. Parece un interrogatorio de primer grado... Déjame, que ya te iré contando. -"Hoy no se fía; mañana tampoco". Mira, que nos conocemos desde hace muchos años. -Total, el medio siglo. -El medio siglo lo tendrás tú: yo tengo 15 años, no 17. -¡Tus ganas! -Me has descubierto: 18. -¿Has contado el tiempo que anduviste a gatas, los años de tu juventud, etc.? -No, la verdad que no. -¡Qué viejas somos, hermana! -Perdona. Yo diría que somos jóvenes tardías. El taxista, oyendo esta conversación, se reía. Procuraba evitar, como podía, que se le escapara una carcajada. Pero con lo de "jóvenes tardías" de Marta, ya estalló. María fue quien le increpó: -¡Oiga, joven, usted no tiene porqué escuchar lo que hablamos mi hermana y yo! ¡Esté atento al tráfico y punto! -Perdone, señora... Pero no puedo evitar escuchar... -María, por Dios. Es que eres de lo que no hay. Estamos diciendo tonterías. Además, reirse es sanísimo. Déjale que se ría. -Pero su obligación es el tráfico... -María, empieza porque estamos en su taxi. Si quiere, puede echarnos. Continúa porque en un sitio tan pequeño es imposible no oir. Tendría que ponerse tapones... -y dirigiendose al taxista- Ruego que la disculpe, señor. -Tranquila... No ha pasado nada. María sacó un bolígrafo y un cuadernillo. Marta, que sabía sus intenciones -apuntar el número de licencia y averiguar la dirección- sin decir palabra, le quitó el bolígrafo. Al poco, llegaron al portal donde María tenía su vivienda. Fue Marta quien pagó la carrera, dejando una generosa propina. Una vez que sacaron el equipaje, Marta se acercó a la ventanilla y pidió disculpas de nuevo. Ya dentro del ascensor, María preguntó, como reproche a su hermana, por qué había sido tan generosa. -Porque nos ha traído hasta aquí, a pesar de tu impertinencia. -Para que se lo gaste en droga, alcohol o mujeres de mal vivir. -Eso a ti no te importa. ¿Y tú qué sabes? Fíjate, que lo mismo es para comprarle un vestido nuevo a su mujer. -O a su querida. -No cambias, hermanita. Sigues igual que siempre. Rectifico: peor. No me extraña que no hayas encontrado hombre que quiera compartir su vida contigo... Con esa actitud tuya, como una Torquemada de este siglo, ahuyentas a todo el mundo... -No quiero tus sermones. -Pues me vas a escuchar. Quizá sea yo la única persona que, a pesar de todo, te quiera. Estás jugando a algo muy peligroso. Lo único que te salva, María, es la prudencia ajena. Nadie quiere verse involucrado en líos. Pero no te sorprendas si algún día encuentras la horma de tu zapato... ¡Pues no estabas tomando nota del número de licencia del taxista...! -¡Tú qué sabes qué iba a hacer yo! -¿No me lo preguntarás en serio? ¡Claro que lo sé! Con el número de licencia, intentar averiguar su nombre y su dirección, para enviar un anónimo. Son muchos años. Y, para tu desgracia, no cambias... María, vas por mal camino. Vive tu vida. Ama aquello que la vida ofrece. Pero deja que cada cual haga su vida. No te metas en lo que no te importa... Si aquel se droga, intenta ayudarle a que no lo haga. Pero no lo condenes de antemano. Si te metes, que sea de forma positiva. Nunca denunciando lo que sólo existe en tu imaginación. Disfrutas haciendo daño. -Yo no hago daño. -¿Qué no? ¿Inventando no haces daño? Sería bueno preguntar en este barrio las que tú has liado. -Pregunta lo que quieras. Cuando entro en una tienda a comprar y hay mucha gente hablando, todo el mundo se calla. Eso es que me respetan. -No, María. Es que te dan de lado. Y tienes suerte. El respeto no es el silencio automáticamente. El respeto es algo que se gana día a día. Lo que sienten no es respeto. Es... otra cosa: desprecio absoluto por tu persona. Los anónimos tuyos no son tales. Saben que eres tú. Vive y deja vivir. Ama y deja amar. Sueña y deja soñar. Sólo vivimos una vez. Y esa ocasión hay que aprovecharla a fondo. Que, el día menos pensado, nos vamos al hoyo... No sabemos si nos quedan 20 años o 20 minutos. ¿Perder el tiempo fustigando a los demás con patrañas? ¡Qué va! Ayudar al prójimo, te advierto, es mucho más divertido. Además, te ayudas a ti misma. Aunque te creas perfecta, no lo eres. Ni tú, ni yo, ni nadie. Por tanto, es inhumano imponer a nadie un punto de vista. Cada cual tiene su sentido propio de la ética: de lo que está bien y de lo que está mal. Ignoro cuándo te subiste a ese altar. Pero sí sé que no te corresponde... María, vives biológicamente. Pero, para tu pesar y el mío, en realidad estás muerta por dentro. Porque tu soberbia te mata día a día. -La culpa la tiene... -No eches la culpa a nadie. Porque sólo la tienes tú. Lo que ocurriera hace 30 años, no es responsable de lo que hoy haces... Que aquel chico se portara mal contigo, a causa de un anónimo, no es excusa para que, hoy, te dediques a hacer lo mismo que te hicieron. La venganza... es una tontería completa. Que alguien obre con maldad contigo, no te da motivo para que tú obres de igual ni con esa persona en particular ni con los demás. Hay que saber echar en el saco del olvido todo aquello que no vale la pena... y la malicia ajena es algo que no vale la pena tener en cuenta. Abre los ojos al mundo, María. El mundo, con su enorme diversidad, te aguarda. Ahí está. Esperándote con los brazos abiertos. Sin embargo, esa enorme diversidad no quiere ser herida por nadie. Porque la uniformidad, para el mundo, es un gravísimo atentado... ¡Vive, María, vive! Entra a formar parte de lo heterogéneo... Tras un breve silencio, María -con los ojos bañados por el llanto- sin decir palabra entregó a su hermana la nota anónima que recibió. Esta lo leyó. -¿Lo ves, María? Alguien te amenaza, porque está de ti hasta la coronilla. Mucha paciencia han tenido... Sin embargo, esto no debe sorprenderte. Era esto lo que te tenía preocupada, ¿verdad? -Sí... -He aquí el fruto de tu obra. No dejas de tener suerte. Te advierten que si vuelves a meterte en su vida... La solución la tienes en la mano. No sabes quién es. No vuelvas a meterte en la vida privada de nadie. Deja que la existencia de cada uno siga su curso... **** Pasaron varios días. Tal vez, una semana. Iban las dos hermanas por la calle, dando un paseo, cuando avistaron a un hombre. Un hombre de la edad, aproximada, de ellas. Debían conocerse... porque los tres se quedaron mirando. Fue María quien exclamó: -¡Juanjo...! ¿Eres tú? -¡Marta y María...! Las dos mujeres que más quiero... ¡Cuántos años sin saber nada de vosotras, sobre todo de ti, María! -Es cierto... -No pasa el tiempo para vosotras... -Muchas gracias. Tú, ¿qué tal? -Ahí lo llevo... Como puedo... María, debo pedirte disculpas. Sé que me porté mal contigo... Que no debí hacer caso de aquel anónimo... Si pillo a quien lo escribió... no sé qué le hago... Pero eso pertenece al pasado... -Nunca es tarde si la dicha es buena... -terció Marta. -Tal vez, en este caso, sí. María se acercó a Juanjo y cogiéndose a su brazo, con una amplia sonrisa de felicidad, le dijo: -Todos hacemos muchas tonterías. Nadie es perfecto. Ni tú, ni yo, ni nadie... El hombre sacó un cigarrillo. María me buscó para encender el cigarrillo que ella más deseaba. Como hacía algo de viento, el hombre me tomó en sus manos. Y una vez prendida la punta del pitillo, me echó en el bolsillo de su pantalón... que tenía un agujero en el fondo. Empezaron los tres a caminar. Yo, con el movimiento, iba resbalando hasta que, al final, entré por el agujero. Resbalé por todo el pantalón, sin que nadie se percatara de mi caída, hasta que llegué al suelo. Vi a los tres alejarse. El brazo varonil rodeaba la cintura de María... que ya no sería más María Anónimos. Así, caído en el suelo, permanecí un rato. Hasta que unos dedos de mujer me tomaron... Era mi segunda propietaria, PALOMA PRISIONERA. Pilar VILLAGRASA = MENDA AVISO: EL SÁBADO PROXIMO, DIA 21, AL SER LA CENA DE LOS WEBONES DE BARCELONA, SE POSPONE HASTA EL LUNES 23, SOBRE LA MISMA HORA APROXIMADAMENTE, LA PUBLICACIÓN DEL CAPITULO II DE HISTORIA DE UN MECHERO. GRACIAS. |
Ref: Yoi & 1-º de Mayo (Nova) puesto el 14/3/98 15:05 |
Me siento un poco inútil. Me gustaría ayudar en la "organización", así que espero instrucciones. REspecto a eso de que estas esperando noticias, no sé Yoi, creo que , como muy tarde, habría que comenzar a moverse a primeros de Abri, creo que de no ser así nos arriesgamos a no encontrar nada. Somos muchos y los establecimientos de turismo rural no suelen disfrutar de muchas plazas. Además no olvides que se trata de fechas ""muy golosas". CReo que lo único que habria que determinar ( ¡¡¡ atención malagueños)es si estos estarían incluídos en el alojamiento. Que la lista no esté definitivamente cerrada, es algo secundario. TEn en cuenta que nadie ( ni los fijos siquiera) pueden asegurar al 100% su asistencia. Siempre pueden surgir inconvenientes de última hora y más sabiendo lo inoportunos que pueden llegar a ser los niños. Sería por tanto conveniente moverse y hacer algún tipo de reserva en los próximos días, cuando la lista esté más configurada. Siempre habrá tiempo para anular. |
Ref: Pálpito / Halcón de Nova puesto el 14/3/98 15:06 |
Muchas felicidades.... aunque sean con retraso, como siempre. Besos |
Ref: Halcón de Nova puesto el 14/3/98 15:08 |
El deseo o la simple expresión de la intención de acudir, son suficientes para figurar en la lista... Así que con tu permiso..... |
Ref: SAMUEL al 1º de Mayo puesto el 14/3/98 15:08 |
Y pa los pobres qué hay?? porque yo soy un pobre estudiante (no sé si estudiante es la palabra... mejor lo dejamos en "matriculado"), que tiene enormes problemas para financiar sus juergas de fin de semana, ansí que no digo ná de una juerga de 1º de Mayo en Málaga... Si no m'encontráis ná realmente barato, me toca volverme en el último autobús de la tarde (o, si sois capaces de aguantar una fiesta de ese calibre, en el primero de la mañana). Yo no pido chimeneas ni historias: con que tenga un cacho de suelo donde dejar la mochila y otro donde tumbarme yo, es suficiente. Zamuel |
Ref: Nova/ 1º de Mayo puesto el 14/3/98 15:09 |
Por riguroso orden: Agus ??, Alec,Anka??, Apolo??, Arantxa, Athenea?? Belén , Candela ??, Dajo, Duende, Elizabeth, Gropius,Halcón??, Harapiento,Joscript, Mackay, Malena,Manu??, Mar&Luna, Nova,Pálpito??, Pepi, Proxi, Red-Rose, Samuel, Sócrates, Yoi... En Parquilandia: Ana, Carmela, Dani, Enrique, Isidoro, Jesús?, Marta, Miguel, Miguel A., Miriam.... |
Ref: Hilandera de Nova puesto el 14/3/98 15:15 |
La maestría sólo se consigue con la experiencia, y la experiencia es el fruto de muchos años de trabajo. El primer tapiz siempre tiene que tener algun defecto. Nadie nace enseñado. Pero ya verás como el segundo será una obra maestra... incluso en el supuesto de que decidieras deshacer tu tapiz y comenzarlo de nuevo. |
Ref: Mackay de Nova puesto el 14/3/98 15:16 |
En cuanto tenga un momento, te enviaré un poema que habla de los árboles. No creas que se me olvida ¿eh? |
Ref: Tiberio/Sócrates puesto el 14/3/98 15:24 |
Estimado colega, ante la pregunta que me haces yo opino que la Historia es la recopilación de todo lo que el ser humano ha realizado desde la noche de los tiempos. Por tanto, no sería exacto el decir que la Historia es una colección de las terquedades humanas. Bien es cierto que a lo largo del tiempo ha habido barabaridades, pero también la Historia está llena de cosas agradables y muy constructivas. Te agradezco el que entablemos un debate sobre este asunto y todos lo que quieras. Saludos desde San Fernando. Perdóname por el retraso. |
Ref: Tiberio/Pálpito puesto el 14/3/98 15:25 |
Aunque todavía no hemos intercambiado opiniones sobre ningún tema, quiero que sepas que te felicito en tu primer año de permanencia en esta sección. Saludos desde la Bahía de Cádiz. |
Ref: Ingeniería Romana puesto el 14/3/98 15:32 |
LAS VÍAS(III): el último día empecé hablando de cómo se construían y todavía me quedan dos pasos :c) cubrían este primer estrato con una gruesa capa de arena o grava, a veces mezclada con mortero; d) finalmente colocaban un revestimiento formado por piedras trituradas o por losas de piedra. Sobre este tema, el cornista romano Sículo, hace una calsificación de las vías romanas. Según nos cuenta, las vías eran de propiedad estatal y los encargados de conservarlas eran los "curatores viarum", que delegaban su trabajo en unos contratistas. Como las carreteras de hoy en día, en el Imperio existían vías nacionales y otras de menor importancia como podrían ser las carreteras locales o comarcales. La circulación no exigía pago alguno, no como las autopistas de peaje de nuestros tiempos. Aparte de las vías civiles, por llamarlas de alguna forma, había otras que sólamente podían ser uilizadas por las legiones auqnue con el tiempo todas las vías serían de uso público.***TIBERIO. Año:II. MCMXCVIII***. |
Ref: De la hemeroteca... puesto el 14/3/98 15:36 |
ELLOS Y SU CAOS:" No es cierto que los nacionalistas vascos sean siempre ambiguos : suelen serlo cuando hablan sobre la ideología de la violencia abertzale, sobre su relación con el Estado Español o acerca de la solución del terrorismo, pero en cambio son perfectamente claros y unánimes cuando se trata de arremeterr contra los vascos no nacionalistas que osamos aventurar alguna crítica hacia su dogma, su partido o el Gran Timonel que los lidera". (Fuente : "El País" lunes, 9 de marzo de 1998. Artículo de Fernando Savater). ***TIBERIO. MCMXCVIII***. |
Ref: Tiberio/Mar y luna puesto el 14/3/98 15:39 |
Como decía la canción de Juan Luis Guerra :"...querida mujer: no me hagas sufrir, es la segunda carta que escribo y no recibo nada de tí...". :-))))).Todavía no me has contestado a lo que te puse el domingo. ¿Quién es ese familiar tuyo que vive en estos confines del Imperio?. ¡Mira que el mundo es un pañuelo! :-)))))). Saludos desde Gades. |
Ref: Incognito/@ puesto el 14/3/98 17:08 |
HAY ALGUIEN QUE QUIERA HABLAR CONMIGO AHORA ESTOY MUY SOLO/A |
Ref: D.Parque/Stra. Primavera puesto el 14/3/98 20:14 |
___________________o LAS LILAS DEL PARQUE____________________ Tengo en mis manos una pequeña caja con olor a lilas, de colores rosados, con una mujer muy bella dibujada en su tapa, su pelo rojo con flores exóticas flotando en el aire, los hombros desnudos, las manos sujetando un chal y al fondo una cara casi borrada con una enorme sonrisa en los labios. Una pequeña caja que no sé de donde ha salido y sin embargo me es muy familiar, como si toda la vida la hubiera tenido en este cajón esperando que hoy la cogiera. Hoy el olor a lilas me ha traído tantos recuerdos, situándolo en un pequeño parque al que iba a jugar después de las clases. Y recuerdo la cargante atmósfera saturada de aroma a lilas, el calor de las tardes de mayo, la sensación de bienestar y el cuchicheo de mis amigas al verme pasar de la mano de Fernanda, mi aya. Era una mujer normal, pero sus ojos denotaban la pasión desbordante vivida y convertida después solo en recuerdos. Siempre íbamos a ese parque, en él sonreía. Ella, por supuesto no era la mujer de la caja, tenía su aire, su ademán, su porte, sin embargo ella era morena, salpicado el pelo por incontables canas y con la cara curtida, sin arrugas pero con la piel gruesa, los rasgos fuertes marcando su carácter. Fernanda si era la mujer de la caja. Carmen no lo sabía. La pintaron en aquella caja muchos años antes que ella naciera. Fernanda había sido una joven prodigiosamente bella, con la risa estallándole los labios y el alma encendida de ganas de descubrir, de soltar de lo que estaba llena, esas ansias de vivir que la hacían iluminar los rostros de quien la miraba. Paseaba mucho fantaseando sobre los lugares lejanos a los que viajaría. Esos paseos siempre terminaban en un pequeño parque lleno de rosas de petiminí. Le gustaba coger los ramilletes que formaban esas pequeñas flores y prenderlos en su pelo, o dejarlas reposar sobre su pecho, o en sus faldas. Le gustaba sentarse en el suelo verde, cerrar los ojos y soñar mientras las fragancias la abrumaban y le hacían cosquillas las libélulas que volaban sobre ella. Le gustaba sentir la vida naciendo a su alrededor. Escuchaba detenidamente el canto del parque. Todas las tardes veía pasar a un hombre que nunca la miraba, que andaba como si no supiera donde estaba, chocaba con algún árbol, pisaba alguna planta, parecía resbalar sin llegar a caer. Una de esas tardes Fernanda aspiró profundamente y decidió hablar con él. La curiosidad podía más que las buenas maneras, no habían sido presentados, no obstante Fernanda pensó que no había nada de malo en saludarle. Se encaminó hacia él, cruzándose en su trayectoria, recibiéndolo con una amplia sonrisa imposible de rechazar. El hombre sin embargo ni la vio, pasó o más bien traspasó el cuerpo de Fernanda como si fuera etéreo. No entendía nada, ella ni lo sintió, venía y sin darse cuenta ya estaba tras ella. ¿Cómo había sido posible? La siguiente tarde volvió decidida a que no la ignorase. Miró de reojo percatándose de su proximidad, cogió una pequeña piedra del suelo y sin pensarlo dos veces la lanzó al aire como si fuera algo natural, enviándola derecha al cuerpo de aquel extraño hombre. La piedra pareció atravesar sus ropas, su carne, sus huesos, igual que si no los tuviera. Fernanda con la boca abierta, perpleja, desconcertada, no reaccionaba. Se fue a su casa y pasó toda la noche sin poder dormir. Cuando el sol estaba ya alto despertó sobresaltada, se había dormido casi al amanecer. Sobre su almohada había una carta sin abrir de color morado pálido. Sin pensarlo la abrió, y según la abría un perfume especial llenaba su habitación. La carta decía: "Gracias, alegre señorita. Sé que siempre me visita, que intenta alegrarme con sus risas frescas, con sus ojos nítidos, y su mente llena de sueños. Sin embargo yo no puedo sonreír, soy el espíritu del parque y el parque está triste. Aquí nunca llega la primavera; tras el frío invierno el verano se asienta sin poder retrasar su encuentro, solo pasan por mí dos estaciones. Sin primavera muchas de mis flores no florecen: ni los naranjos, ni las dalias, ni las margaritas, ni las amapolas, ni los geranios....., ni las lilas. Y son las lilas las que más echo de menos. La última fragancia que me quedaba de ellas la he puesto en este sobre, el que contiene estas palabras. Inúndese de ella, por estos lugares no podrá encontrarla. Señorita, yo le escribo por que sé de su corazón ardiente, de su deseo incontrolable por la vida, de su buen talante ante las adversidades. Querría pedirle un favor. Un favor que si no me puede hacer, no se sienta comprometida y dígamelo. Llevo tantos años así, que algunos más no me pesarían demasiado. El favor en sí no es difícil. Solo quiero que se disfrace de primavera, que se meta tanto en el papel que las flores se confundan y se habrán ante usted, que sea la inspiración que las haga despertar de su largo letargo. Si me lo quiere hacer la espero esta tarde y ya no pasaré ante usted o través de usted ignorándola." Fernanda se quedó boquiabierta. Tocando el papel con fuerza para hacerse creer a sí misma que era real. Si, iría esa tarde disfrazada de primavera, llenaría el parque de flores primaverales. Sería la Señorita Primavera que visita a Don Parque. Buscó entre viejos catálogos, mirando que se podía poner. Por fin dio con una fotografía donde estaba justo lo que buscaba. Era una de un campo irlandés, repleto de prados verdes rociados de colores vivos, intensos y en el centro estaba la primavera en forma de muchacha. Coloreó sus cabellos de rojo, haciendo parecer sus rizos llamas de un ardiente fuego, y más que vestirse, se desnudó, ataviándose solo con una fina camisa hasta los pies llena de jaretas, alforzas, puntas, entredoses, encajes, toda blanca y muy fina. Sus mejillas rosas y sus alegres ojos la hacían resplandecer. Se embutió en un abrigo y se encaminó hacia el parque. Al llegar la esperaba él, Don Parque, junto a uno de los bancos. Se levantó y le ofreció su brazo. Fernanda se quitó el abrigo y la brisa tibia empezó a mover su camisa. Se pasearon por todo el parque, envolviendo el lugar con la magia de la Señorita Primavera, ya olvidada y desconocida. Ninguna de las flores se dio cuenta del engaño, todas creyeron que era la real y se abrieron a su paso. Casi en el ocaso Don Parque puso en sus manos un chal por si hacía un poco de frío, no quería que se pusiera ese abrigo que tapa sus formas y su encanto. Más tarde, ella rendida en su cama, evocaba esas horas con Don Parque. Aun dudaba que fuera un espíritu, lo había sentido tanto que se decía a ella misma que era real. La mañana siguiente también trajo, con el despertar, una carta en la almohada: "Muchas gracias, Señorita Primavera. Sin su visita seguiría sin saber lo que es una tierra con el impulso de la vida. Todo explota de color y aromas florecientes. No le puedo mandar lilas, estas aun duermen, seguramente ayer a su paso estaban en la siesta. Si usted pudiera venir esta tarde para hacerlas despertar, no sabe como se lo agradecería." Por supuesto Fernanda, o ya la Señorita Primavera, fue esa segunda tarde vestida de la misma guisa que el día anterior a llevar la primavera al parque. El verano casi quería quitarle el puesto. Aquel atardecer fue más tórrido, el calor subía la temperatura del ambiente y casi hacía aparecer el sudor entre el bochorno. Las lilas florecieron esparciendo sus efluvios por todos lados. Lo que la Señorita Primavera no sabía eran las consecuencias de esa esencia, del aroma de lilas. Esas minúsculas flores de profundo olor encendían los cuerpos, los lanzaban irremediablemente hacia el amor, los besos rondaban los labios antes de que se pudieran notar. Y de esa forma, sin pensar, la Señorita Primavera se vio abrazada por Don Parque, sus cuerpos separados solo por una camisa se inflamaban entre el deseo y el delirio, cayendo en la pasión de un amor exuberante. Sus figuras rodaban por el suelo verde entre caricias que hacían estallar a su paso los colores de miles de flores, sus besos sabían a menta, a canela, a fresas, a cerezas, a hierbabuena, a .... La explosión de los sentidos de la naturaleza se unían en dos cuerpos, por que Don Parque ya no era solo un espíritu, había tomado de Fernanda su carne. Había arremetido contra su vientre robándole el don de crear, y de esta forma única don Parque había podido amar a la Señorita Primavera. Ya con cuerpo se había hecho ella y ella él, solo así podía amarla por lo menos una única vez. Su amor fue tan abrasador que la piel de Fernanda terminó ajada y el espíritu, Don Parque, terminó evaporándose, desvanecido entre las esencias y los extractos de las lilas, a pesar de haber tenido cuerpo por unas horas. El aire caliente hacía flotar el pelo de Fernanda retando la ley de la gravedad, lleno todo de amor en forma de flores. Un fotógrafo al ver tan bella mujer, arrebolada entre requiebros lejanos, enfocó su cámara hacia ella e inmortalizó aquel momento, compartiendo con todo el mundo la exaltación de la primavera visto en el cuerpo de una joven, y que, tiempo después, sirvió para adornar pequeñas cajas de perfume de lilas. Ella volvió a su casa, contó la historia y lo único que se llevo fue una enorme bofetada de su madre por haberse paseado medio desnuda por la calle y tener ese horrible color rojo en el pelo. Su familia sabía de su carácter fantasioso y no le dieron importancia, ni siquiera notaron el aroma de lilas que desde entonces la acompañaba a todas partes. No enfermó de amor, era fuerte y sabía la diferencia entre los cuentos, los sueños y la vida, sin embargo nunca pudo casarse, ni tuvo hijos. Trabajó como institutriz durante muchos años y después como aya. Murió hace unos años. El recuerdo de aquella historia se quedó en una pequeña caja con el dibujo de aquella joven y olor a lilas. Carmen encontró la caja, o más bien se la dejaron para que aquella tarde la encontrara. Si, me parece que me voy al parque, a mi querido parque. Tengo muchas ganas de coger un ramo de lilas, ¡hace tanto que no las tengo en mis manos! Entro en él con sorpresa, ¡ha cambiado tanto!, apenas lo reconozco. Están los viejos árboles, los bancos de piedra y de madera, el pequeño estanque, la fuente y la figura que la corona, pero hay algo diferente... Si, es la gente, la gente ha cambiado. Todo el mundo sonríe, parecen enamorados. Serán las lilas traídas por las manos de la primavera. Serán las lilas que prenden besos en sus labios. Serán las lilas que inundan sus almas con las ansias de amar. Pues nada, yo también voy a poner lilas en mi corazón. Mientras en la mente de Carmen corría este pensamiento unas manos se posaron en su cintura y un beso dulce la llenó de cálidas sensaciones. Era Don Parque que buscaba de nuevo a la Señorita Primavera. Esta vez no esperó a que ella le tirara piedras, ni se atravesara en su camino, fue derecho a por ella. Claro que era un imposible. Ella era un ser real, él solo un cuento, una fantasía, una ilusión, un ensueño de las tardes y las noches de primavera....... Un beso con alas de pétalos de lilas. Mar y Luna |
Ref: Hera a Pichón puesto el 14/3/98 20:40 |
Ya estoy aquí. Tienes novia? |
Ref: Hera a Pichón puesto el 14/3/98 20:42 |
Ya estoy aquí. Tienes novia? Vámonos a curro que está más vacío |
Ref: Hera a Pichón puesto el 14/3/98 20:42 |
Ya estoy aquí. Tienes novia? Vámonos a curro que está más vacío |
Ref: pichon puesto el 14/3/98 20:44 |
vale |
Ref: SOCRATES A NOVA puesto el 14/3/98 21:12 |
Querida Nova, así llamada porque es Luz que Cruza Veloz
los Espacios: Ruego elimine el ? a mi vástago. Mientras mantengas sobre nosotros la luz podremos ver la ruta hacia las ribereñas tierras del Sur. Te animo a cruzar una y otra vez por el parque, con o sin orden riguroso... No es fácil trasladar un parque, siquiera temporalmente. |
Ref: /Pal puesto el 14/3/98 22:28 |
Felicidades, Au. Un beto. |
Ref: Proxi al parque puesto el 14/3/98 23:57 |
Buenas y largas noches, tras un día agotador, y mañana....¡mas madera! Proxi, habiendo quebrado la norma |