Ref: p/Ácrata de la vieja loca puesto el 7/2/100 0:04 |
La risa es una de las cosas más serias que poseemos, por lo que constituye un placer para mí habértela podido provocar. Tal vez haya muchas almas gemelas por estos lares... más de lo que reflejan algunas discusiones estériles leídas por ahí, y por más que algunas se empeñen en pensar lo que no sienten, o en sentir lo que no piensan. Un beso, hermosa* |
Ref: Sófocles puesto el 7/2/100 0:04 |
Que la noche os sea propicia...A ti también Socrates. :-))) |
Ref: para Lía puesto el 7/2/100 0:24 |
Es curioso, ¿sabías que ahora hasta hacen talleres de "risoterapia"? Me voy a presentar a ver si me dan la plaza de directora...parece que se me da bien lo de hacer reír;-) Creo que las posibilidades están ahí, al alcance de la mano... Aunque solemos llevar orejeras, que nos obligan a mirar en una sóla dirección, generalmente hacia afuera. Pero tenemos la facultad de quitárnoslas o, simplente cerrar los ojos y mirar nuestro interior. Y entonces sale fácil la sonrisa, nadie es mejor que nadie y hasta es posible comunicarnos con nuestro enemigo peor. Un beso (así de grande) Una vieja loca (dentro de poco, vieja payasa:-DDDD) |
Ref: SOCRATES p/SOFOCLES puesto el 7/2/100 12:28 |
Gracias, apreciado y admirado compatriota. La noche lo fue en buena medida, pero el día está siendo más complicado de lo que para una fecha como la de hoy hubiera deseado. Mas todo se encaja bien si se toma con filosofía. :-))) |
Ref: SOCRATES puesto el 7/2/100 12:42 |
¿Desde cuándo existo? ¿Desde que alguien me pensó? ¿Hasta cuándo existiré? ¿Mientras alquien me recuerde? Y entre tanto, Preguntarme por al antes y el después sólo es una forma de recordarme que la vida es un continuo desvelar un misterio y descubrir otros dos en su lugar. Cuanto más contemplo lo vivido más ganas me entran de acertar con lo que me propone la vida. Soy un privilegiado, pero no por méritos propios, pues casi siempre me he equivocado cuando la decisión ha partido de mí, sino porque, al menos, sé aceptar y conservar los regalos que la vida tiene para conmigo. Buen día a los que he visto por aquí estos últimos días, y a los que siguen presentes en mí de cualquiera de las formas posibles. |
Ref: puesto el 7/2/100 12:57 |
Erase una vez un bloque de hielo perfecto. Sus finas aristas cortantes y el perenne frío que exhalaba mantenían alejados a los curiosos paseantes que pudieran sentirse atraídos por su lejano brillo. A simple vista el soberbio cubo aparecía intacto, sin una sola fisura, con todas sus caras brillantemente pulidas al descubierto, como un enorme diamante sin engarzar. Todo aquel que caminaba por sus proximidades se sentía atraído por el fulgor que la luz desprendía al posarse sobre él pero, al mismo tiempo, les asustaba y provocaba temor. Algunos de los que se atrevieron a aproximarse y posar su mano contaban que su contacto era abrasador a pesar del frío, que habían sentido que sus dedos se quedaban pegados y que cuando, completamente aterrorizados, consiguieron liberarse, habían salido corriendo por si acaso... Así, durante mucho tiempo, el bloque helado se mantuvo alejado del mundo, siendo para muchos sólo una leyenda más. Un soleado día de invierno un músico viajero se acercó cautelosamente al cubo. Había oído hablar de él y pensó que sus sangrantes dedos, llenos de llagas de tantas cuerdas rotas de laúd, podrían encontrar alivio sobre aquel lacerante hielo. Así pues, sin pensar en las consecuencias, dejó que sus manos acariciasen al extraño cristal e inmediatamente se sintió mucho mejor. Aquellos dedos que antes le quemaban se introducían ahora en un paraíso de frescura y le pareció que su cuerpo rejuvenecía. En su entusiasmo no se dio cuenta de que el trozo de hielo se había derretido un poco y comenzaba a vibrar como si, en vez de un objeto de mero adorno, se hubiera transformado es su propio laúd. Fue cuando algunas gotas desheladas se posaron sobre sus pies cuando vio lo que estaba ocurriendo y, sintiéndose culpable de la destrucción de aquela maravilla, retiró con tal brusquedad sus manos que el hielo se resquebrajó en lo más profundo del bloque. El músico, mirando a uno y otro lado para comprobar que nadie le había visto, se fue por donde había venido sin mirar atrás. Tiempo después acertó a pasar por quel lugar un caminante sediento y, en verdad, un poco tonto puesto que de su cintura colgaba una cantimplora rebosante de agua, sólo que él siempre había creído que para aplacar la sed no era bastante un buen trago de aquel líquido insulso y que, por lo menos, había que tomarlo "on the rocks". Viendo la oportunidad ante sus ojos no se lo pensó dos veces y, sacando de su funda el cuchillo que siempre llevaba encima, se dispuso a obtener el preciado botín. Al principio intentó ensanchar las pequeñas marcas que habían dejado los dedos del músico, pero viendo que la afilada hoja no causaba los suficientes daños como para conseguir unos cubitos decentes, optó por golpear sin miramientos al testarudo bloque de hielo hasta que logró mellar sus esquinas y, con ello, dilatar aún más el tamaño de la grieta interior. Una vez calmada su sed contempló sin emoción alguna los restos de hielo desparramados por el suelo, los ángulos romos y las heridas que su cuchillo había causado y se dijo que, al fin y al cabo, no era para tanto lo que le habían contado de aquel singular ¿cubo? de hielo y que, salvo para un caso de necesidad como el suyo, no servía para nada. Poco después un peregrino tropezó con el bloque. En realidad no lo vio hasta que casi cayó de bruces sobre él puesto que, a estas alturas, ya no había ningún brillo que lo adornase y el poco frío que aún desprendía apenas era suficiente para mantener su maltrecha integridad. El peregrino pensó que podría tratarse de algún meteorito caído de vete a saber dónde y, con curiosidad, limpió con la manga un trocito de la superficie y descubrío parte de su antiguo esplendor. Sintió lástima de aquel objeto abandonado (en parte porque se vio así mismo reflejado en él) y decidió quedarse allí para cuidarlo y adecentarlo un poco. Le producía una especie de satisfacción interna comprobar que con algo de nieve alrededor, o con un poco de agua vertida en el momento apropiado para que la helada de la mañana hiciera el resto, el "meteorito" iba recuperando parte de su belleza. Incluso estaba seguro de que aquel objeto frío e inanimado agradecía profundamente sus atenciones y por ello le obsequiaba dejando que la luz del sol bailara sobre él para ofrecer a sus ojos los más bellos colores jamás vistos y, de paso, deleitarle con el agua más pura y fresca que sus labios jamás probaron. Sólo había un problema, y era que el bloque de hielo necesitaba de cuidados constantes, casi como un niño, y resultaba agotador. El peregrino comenzó a preguntarse qué necesidad tenía él de atar su vida de aquella manera, que era agobiante tanta responsabilidad y que, aunque no había estado mal dedicarse a aquella tarea (incluso había recibido alguna que otra recompensa por ello), puede que en algún otro lugar encontrase algo mejor y menos cansado. Así que deseó buena suerte al bloque con una palmada en una esquina y se fue en busca de nuevos espacios abiertos. Aquella suave (en apariencia) palmada en realidad fue el último golpe que pudo resistir el ya no tan perfecto bloque de hielo. Comenzó a desmoronarse, a llorar gotas de deshielo, y acabó consumido en un charco que lentamente se tragó la tierra. Moraleja: no hay bloque de hielo perfecto y, si lo hubiera, ya se lo habría "cargado" alguien. Además, ¿para qué serviría? |
Ref: Proxi al parque puesto el 7/2/100 14:48 |
Buenos días. Dice mi predecesor: No hay bloque de hielo perfecto y, si lo hubiera, ya se lo habría cargado alguien. Además ¿De que serviría? La perfección del hielo es la perfección del agua y sin embargo son tan diferentes...es un tópico decir: son como dos gotas de agua, cuando el parecido llega a la categoría de identidad. Pero el hielo, nada más que agua, es diferente siempre. Podemos aislar un bloque de hielo y cada vez que lo miremos será distinto sin dejar de ser perfecto. Hielo perfecto se forma en las cascadas azules y secas del pirineo. Hielo translúcido deja ver el color de las piedras que cubre en los torrentes de cerca de mi casa. Hielo blanco corre despacio por los glaciares del Nepal y hielo amorrenado hasta el límite se desliza por los valles alpinos. Hielo. Hielo de fusión de nieve se mantiene aun en las umbrías que miran al norte, hielo lleno de agujas de los pinos. Perfecto. No hay dos trozos de hielo iguales y todos son perfectos. Hielo en columna cuelga de las ramas de los pinos, gotea por la punta. Y vive, piedra que vive. ¿Para que sirve? Quizá el pragmatismo que nos empapa requiera una respuesta que valore la reserva energética que se raciona lentamente y que alimenta la tierra al ritmo necesario, o destaque su paradójica capacidad de servir de abrigo a lo queda por debajo suyo, el hielo de la superficie de un lago impide que se hiele el agua que queda debajo y, por tanto, lo mantiene vivo. Pero yo no soy seguidor de la praxis como máxima de vida y veo en los hielos otras caras que lo hacen indispensable. El hielo que forma los diferentes paisajes de un mismo sitio. El hielo que deja asomar una flor entre él. El hielo esquivo que te invita a cariciarle cada tarde por un lugar nuevo para, al fin, concluir de la misma forma. El hielo que resucita tras tus pasos. El hielo siempre redondo. El hielo que me deja ver su cara mirando al fondo de su copa. Y si no sirviera para nada, me enamorarría de su belleza fría y perfectamente inútil. ***Proxi apeteciendosele un helado. |
Ref: Halcón Peregrino puesto el 7/2/100 15:14 |
Inesperado amor, y la vida me devuelve vida, vida triste, vida rota, vida honda, vida pura. Esencia que muchos gustaría poseer y sólo aquéllos que deseamos amar logramos entender, pero no me muero aunque qué quiero, porque la vida me resucita cada mañana para anhelarte,para no tenerte,para no tocarte. Recordarte, eres ausencia, eres melancolía del grito de mi corazón cada noche cuando siento que no estás cerca para amarte, quizás no deba escribirte, quizás no deba recordarte pero cómo olvidar de aquéllos amantes que en la noche mezclaban sus almas entre sabanas blancas para amarse. Cómo puedo no recordar, borrar de mi mente tanta equivocación, tanta desesperación, esa agonía que dura todavía tan sólo por noches de amor, mientras nuestros cuerpos se escondían de miedo y verguenza, nuestras almas se mezclabana de caricias y ternuras allá arriba, más arriba, donde las estrellas juegan con muñecas de algodón. Y te guardo aquí dentro de mi ser, porque mi sangre lleva de ti la esencia que perdí y me aturde pasiones nuevas nuevos sueños que mezclados con tu cuerpo forman un arco iris de colores bajo el sol de invierno debo decirlo,debo decirlo a los cuatro vientos que de amor muero y por tu recuerdo me mantengo que tu ausencia me da energía para encontrarte para vivir cada día, muero de fantasías de amor de principes y princesas de duendes y hadas que navegan junto a mí en un mar de soledades. Y ahora mientras espero muerte muero por dentro en lo más profundo de mi ser si no te encuentro que me lleve esa muerte que me recoja y me deje a solas junto al amargo frío de una lápida que recojan versos para un extraño cuerpo que nunca fue poeta. Para mi Orquídea |
Ref: a Proxi puesto el 7/2/100 16:03 |
Por no detenerte en la cristalina apariencia, por saber cómo mirar el hielo... por ligarlo a un entorno lleno de vida y belleza, por disfrutarlo. Un beso. |
Ref: Para Un Halcón Peregrino puesto el 7/2/100 16:29 |
Hay almas que se graban en la mente, quedan siempre, ausentes o devotas en ese espacio que nunca muere, imperecederas al invierno y a la primavera. Tu alma es una de aquellas almas, grabadas con sangre, amor y poesía que se enreda en mis dedos como música, para perderse en la más profunda de las muertes. Porque no hay peor muerte que un amor lejano y demente, en el que la distancia perturba los días, y la locura la causa la ausencia. loco amor que se debate entre brumas para regresar a tu pecho más fuerte. Y no importa que consumas el tiempo parte de tu vida amando, ámame con tu infinita ternura, como hace el amante en la noche, que yo aquí te espero, en penumbra, como el vigía que aguarda y no desfallece. Una Orquídea |
Ref: A veces.............. puesto el 7/2/100 18:04 |
A veces se le venían a la cabeza extrañas ideas que le asustaban incluso con sólo pensarlas. Normalmente esto ocurría cuando Hanna se encontraba tumbada en la cama, en duermevela, e inmediatamente abría los ojos y miraba a su alrededor por si alguien hubiera podido ver lo que estaba imaginando. Una vez se pensó debajo de un cuerpo que no paraba de agitarla y que entre la acelerada respiración provocada por el placer se le escapaba un nombre inoportuno. Abrió tan rápida
mente los ojos que no le dió tiempo a ver como respondía el acompañante de sexo. Se asustó tanto, que en varios encuentros posteriores optó por encerrar los gemidos en su garganta, no fuera a presentarse aquel chico tan cuadrado que le arrebató una noche en la playa el grito más sensual que había sido capaz de emitir hasta entonces. La verdad es que nadie había vuelto a conseguir que Hanna se deshiciera de puro placer y agotamiento físico como sucedió aquella noche de inesperada agitación. Estaba tan ahogada en tristeza que su razonamiento optó por echar a volar un tiempo y Hanna no sabía cómo había llegado a esa playa ni cuantas horas llevaba caminando por la arena. Se sentó. Sólo recordaba que esa no era la primera vuelta que daba y que debía ser tarde porque el sol empezaba a ponerse. Tampoco conseguía encontrar en su mente la suficiente información sobre el chico que estaba sentado a su lado. No recordaba si le conocía o si es que había pasado tantas veces delante suyo que la cara ya se le había hecho familiar. La cuestión es que Mario había recogido la toalla, la camiseta y se estaba poniendo los pantalones sin quitarse el bañador mojado, cuando Hanna le aconsejó que no se quedara con la prenda húmeda. El chico se la quedó mirando con gesto pícaro. Entonces Hanna recordó que no le conocía de nada y empezó a sentirse ruborizada, ruborizada... - ¿Tienes hambre?- le soltó. Si Mario no llega a abrir la boca a Hanna le hubiera explotado la cabeza por la tensión. Así que ella consiguió reunir la atención suficiente para en décimas de segundo notarse el estómago vacío y responder que un buen plato de spaguettis no le sientan mal a nadie. (continuará...) |
Ref: puesto el 7/2/100 18:11 |
Querido Sócrates, es que quizás sea tu cumpleaños??? Otro año delante de ti, para que lo llenes de aciertos y errores y para que disfrutes con todos ellos. Felicidades!! |
Ref: de Arga para... puesto el 7/2/100 18:55 |
el/la autor/a del relato puesto a las 12:57 Muy hermoso tu relato. No sé por qué, pero me ha calado hondo. Tal vez no sea mal destino para ese precioso bloque, terminar regando la tierra a sus pies. Eso también es perfección. Seas quien seas, gracias y un beso:*) |