Ref: puesto el 16/5/02 0:02
:-)
Ref: De la hemeroteca... puesto el 16/5/02 1:09
Sobre Roosevelt y Churchill... ( VI )

"Aquel campeón de la vida política británica se derrumbaba estrepitosamente ante la evidencia. No mucho antes, había vulto ufano de Munich, había declarado que, por fin, la paz en Europa estaba asegurada y, casi, que Hitler le aseguraba, cuando en realidad había entregado al tirano alemán los Sudetes del mismo modo que había cerrado los ojos ante la Guerra Civil Española, desarmando a las democracias occidentales frente a las ambiciones expansionistas del nacionalsocialismo. Tras la anexión de Austria, Adolfo Hitler y el Tercer Reich se cobraban Checoslovaquia y, como una funesta celebración inaugural de la guerra contemporánea, acababa de invadir polonia en una fulgurante Blitzkrieg. Un desolado Neville Chamberlain anunció al pueblo británico que el Reino Unido le había declarado la guerra a Alemania."

( Abc, 5 de junio de 1994 )

*** TIBERIO. MMII ***
Ref: Para Mackay puesto el 16/5/02 1:10
No tenía noticias de semejante investigación :-). Bromas a un lado, he de decir que algunas cosas de la antigüedad me causan un asombro impresionante ya que no han vuelto a ser igualadas en nuestro tiempo a pesar de los espectaculares avances y medios de los que hoy disponemos. Eso sí, el Coliseo de Roma fue construído por Tito de eso no cabe ninguna duda.

Un saludo de Tiberio
Ref: puesto el 16/5/02 11:55
:-)
Ref: Arga puesto el 16/5/02 14:08
Hace un día tan bueno que...que...
que no me aptc escribir nada:-)))))
Y ahora recuerdo que dentro de pocas semanas florecerán los tilos por aquí
Siento que, a pesar de la edad, la primavera me sigue alterando:-D

Tengan ustedes una buena tarde, a ser posible con menos trabajo que la mía... bueno, yo me voy a jugar:-D
Ref: puesto el 16/5/02 16:58
:-)
Ref: CM puesto el 16/5/02 21:13
LAS REVISTAS LITERARIAS Y POLITICAS EN LA CULTURA DEL FRANQUISMO ( I PARTE )
Jeroen Oskam
Universiteit van Amsterdam

Publicado en: Letras peninsulares 5.3 (1992): 389-405

Como fuente imprescindible para el acercamiento a la historia del pensamiento y de la literatura del franquismo, se ha intensificado desde hace algunos años el estudio de las revistas de la época. Un punto de referencia casi obligatorio lo constituyen los condicionamientos sociales y políticos y, particularmente, la censura: no hace falta ninguna visión preconcebida o parcialidad «politizada» para ver que el franquismo ha dejado en la prensa una impronta no sólo accidental, sino que ha determinado y encauzado su historia totalmente. Las exigencias del trabajo periodístico y, para muchos, la dependencia económica de la profesión excluían, evidentemente, la opción por el «imposibilismo» y condenaban al periodista crítico a lo que José Angel Ezcurra, antiguo director de Triunfo, ha llamado el «semioperiodismo». En general, las relaciones ideológicas e incluso institucionales entre producción y coacción periodísticas son tan estrechas en algunas etapas del franquismo que a veces parece más difícil sortear el problema de la censura que tomarlo en cuenta. Y en todo caso, aquello resultaría mucho más parcial.

Ante la imposibilidad de negar la influencia del sistema censorio sobre la cultura, y la falta de recursos ideológicos que hoy en día lo puedan justificar, la estrategia más conveniente para quienes anteriormente se ensuciaron las manos es la de minimizar su importancia, particularmente mediante la reducción de su significado a problemas meramente relacionados con la moral y las buenas costumbres. El resultado de esta operación es una inversión de los términos que convierte a opresores y oprimidos en moralistas caricaturescos y pícaros ingeniosos. De esta manera, el control que el franquismo ejerció sobre la cultura puede ser parangonado con las noticias que de vez en cuando nos siguen llegando acerca de incidentes producidos en países de talante democrático: también en Inglaterra e Italia se prohibieron libros y películas juzgados inmorales, y no hace mucho se desenvolvió en los Estados Unidos una polémica sobre el uso de los llamados «textos explícitos» en la música pop. También se ha llegado a ver en las deficiencias de la actual democracia española una reinstauración de la censura (Amell 318-320).