Ref: hechicero puesto el 15/1/02 0:05

Hay un espacio enorme en tus silencios,
espacio que no llenan ni las palabras
ni los murmullos,,
y estoy por decir que ni los recuerdos.
Es poderosa la distáncia,,
hace crecer dolor,,nostalgia
como raices petréas de árbol centenario,,
como sonido alegre de mar embravecido.
Te extraño amor,,te extraño,
y ni el silencio, ni la distáncia,,
diluiran en mi,,
el deseo de ti.

hechicero.
Ref: ribera de Santiago puesto el 15/1/02 1:23
Te quiero
Ref: puesto el 15/1/02 1:39
:-)
Ref: Gstaad. puesto el 15/1/02 11:43
- No estoy... Sa-sa ... sabes que no... estoy - gritaba el pequeño Malcolm Pérez acurrucado contra esa pared, frente a la puerta. Observando el inútil movimiento de la manija, hacia abajo y hacia arriba. Imaginando quién estaba detrás y que levemente presionaba la cerradura con pequeños y constantes golpes, que lo hacían temblar por el miedo.
En su mente la culpa, la pregunta y la respuesta. La maldad anidaba en el seno de quién le había dado y quitado todo lo que tenía. Acurrucado junto con su peluche, encogido en sus piernas, empequeñecido por el frío. Malcolm miraba, por entre sus abrazos a Jack, el movimiento de la furia y de la rabia, no podía comprenderlo. No entendía tantas cosas que le sucedían...

A veces sentía cómo lo querían, como era especial y sus abrazos eran resultado de otros abrazos. Miraba hacia la maldita puerta en la oscuridad. Aquel era su estado natural, la sombra. Todos los días eran parte de una noche...

La habitación de Malcolm estaba repleta de oscuridad desde que alguien había decidido prohibirle la luz tapiando las ventanas, por que no la merecía. Había sido demasiado malo. Su pésimo comportamiento y su castigo. En el centro de la estancia estaba la cama. En otro tiempo, cuando había sido un buen chico, tenía armarios y otros peluches. Ahora sólo estaba Jack. Su fiel y único amigo Jack.

Jack era muy silencioso, nunca quería decirle cosas, sus secretos, aunque él no dejaba de intentarlo. Tuvo otros muñecos que sí le contestaban pero Jack no lo hacía.

Una chica muy guapa, de largo pelo negro y con un vestido blanquísimo, porque nunca se caía en los charcos, había hecho a Jack. Malcolm no recordaba cuando había sido, hacía mucho tiempo.

Apretó a Jack con mucha fuerza porque hacía mucho frío. Cada vez los golpes eran más fuertes y estaba muy asustado. - Ya pasó... Ya pasó... Jack. Tranqui-qui... lo - le decía haciéndose más pequeño, acurrucándose más contra la desnuda pared que lo encerraba, frente a esa puerta que cuando se abría sólo traía dolor.

No quería sentir dolor, ni rabia, ni furia. Quería tener abrazos, ser un buen chico y que Jack pudiese jugar con otros peluches y con él. Todos juntos, bajo el Sol, sin puertas. Pero sobre todo no quería tener miedo, ni temblar hasta tener mucho frío...

La puerta resistió hasta que lo cerrojos cedieron violentamente.

-No es-es... toy... - dijo Malcolm apretándose, haciéndose más pequeño.

La Luz entró, con ella la maldad y los gritos. No había sido bueno por eso una mano tiró de Jack. Se lo arrebató pero Malcolm ni siquiera se atrevió a mirar el rostro de la maldad.

Se volvió a cerrar la puerta y en la oscuridad Malcolm, por primera vez, lloró furia y rabia porque le habían dado y quitado la vida.
Ref: Homo sapiens,home demens puesto el 15/1/02 16:56
¡¡¡Menos mal!!!


Con dinero...

Puedes comprar una casa,
pero no un hogar

Puedes comprar una cama,
pero no el sueño

Puedes comprar un reloj,
pero no el tiempo

Puedes comprar muchos libros,
pero no el conocimiento

Puedes comprarte una posición social,
pero no el respeto

Puedes pagar al mejor médico,
pero no comprar la salud

Puedes comprar sangre,
pero no la vida

Puedes comprar sexo,
pero no amor


¡Hala, que se jodan los ricos!, aunque... más se joden los pobres que no tienen acceso a lo uno ni menos aún garantizado lo otro.