Ref: Perdona a tu Pueblo puesto el 27/9/00 0:05 |
Perdona a tu pueblo, Señoorrrrrrrrrrrrrrrr perdona a tu pueeblo perdonalo Señoooorrrrr Opino que este país iría mejor si nos dedicáramos más a la oración. |
Ref: al de arriba puesto el 27/9/00 0:13 |
¿a qué viene eso? |
Ref: Mackay puesto el 27/9/00 1:19 |
Iralt se vio envuelto en una oscuridad casi completa. Y como otras tantas veces, pensó que su decisión, largamente meditada, había sido errónea de nuevo. Aquello no era lo que se esperaba encontrar cuando se decidió a cruzar el espejo. Sin embargo, ya no podía echarse atrás. Avanzó con cautela, lentamente, sin ser capaz de ver sobre qué suelo, duro y liso, avanzaba. Movía los brazos extendidos a su alrededor, anhelando tocar alguna pared que diera un poco de sentido a todo aquello. Al cabo de un rato, su decisión se debilitó y estuvo a punto de volver sobre sus pasos y tratar de regresar por el espejo a su habitación, a la casa donde dormía su familia. Y supo que no podía hacerlo. Quizá fuera esta sociedad nuestra, tan deshumanizada, la que lo había vuelto un ser vacío, sin pasiones ni emociones. Iralt llevaba años dejando que los días pasasen unos iguales a los otros, preocupado sólo por el trabajo o la televisión, insensible a todo lo que es hermoso y a todo lo que es horripilante. Un hombre sin corazón. Sin embargo, jamás había aceptado de buena gana el ser así; pero no encontraba la manera de cambiar. Hasta que una noche, vio algo en aquel espejo que le hizo comprender que debía dar el salto, atravesarlo y buscar aquello que había perdido hacía tantos años... |
Ref: De Mackay a Pálpito puesto el 27/9/00 1:22 |
Pues nada, aquí estoy de nuevo dándole a las teclas. Interesante
y misterioso comienzo. Estaba frito por volver a escribir en estas páginas, pero no se me ocurría qué. Gracias, y te toca; por los viejos tiempos y por el viaje a Kovar del año pasado. |
Ref: Proxi al parque puesto el 27/9/00 1:23 |
Buenas tardes. Este pais no tiene termino medio. Todo el mundo grita t todo el mundo es extraordinariamente educado al mismo tiempo. Y los telefonos o son de monedas o no hay. No hay telefonos que acepten tarjetas de credito porque las llamadas son tan baratas que no existen. Y para comunaciones mas lejanas esta Internet. O como hace veinte anos o como dentro de dos, pero no como a mi me hace falta hoy. Porque realmente necesito esa llamada. |
Ref: de Arga puesto el 27/9/00 9:43 |
Cuatro días intensos, preciosos, más veraniegos que otoñales. Cuatro días en los que se me ha brindado la facultad de ver lo que me rodea con la mirada de dos hermosos seres humanos venidos desde el otro extremo de España (¿o debería decir Hispania, Tiberio?). Cuatro días, en fin, que merece la pena haberlos vivido. Los recordaré... y no precisamente por el furioso aguacero que cayó apenas comenzada la rutina habitual -se hizo la noche a las 4 de la tarde- ; aunque también:-DDD Gracias, Maribel; gracias, Tiberio. |
Ref: de Arga a los de arriba puesto el 27/9/00 9:49 |
Me alegro de ver que vuelven las buenas costumbres...aunque yo no me sienta capaz de inventar historias. Además, también hacen falta lectores y ese papel se me da mejor:-) Saludos efusivos:-*) |
Ref: Iralt puesto el 27/9/00 9:50 |
Extendió los brazos andando como un ciego en la más absoluta oscuridad. Buscando un punto de luz que le indicara el camino a seguir, afirmó sus pasos, tímidos al principio, pero ahora, convencido de que su destino no podía ser otro que avanzar en aquella oscuridad, alargó los pasos cuidadosamente con la esperanza de hallar la salida de aquel mundo en el que se había sumergido. Iralt recorrió lentamente un trecho hasta que una débil luz agitó su corazón latiendo descompasadamente. Ese punto era el que había buscado desde el principio, y sabía que si lograba alcanzarlo, tal vez su destino cambiase. Empezó a correr a medida que la luz se hacía más potente. Tenía la sensación de estar en un túnel, en un sueño en el que como más corría para alcanzar su objetivo, este ás se alejaba. De repente todo cambió. La luz lo iluminó todo , e Iralt salió del espejo de un salto, sólo que no estaba en su habitación, como había supuesto l principio, sino que se hallaba en una cámara subterránea, húmeda y pestilente que le produjo nauseas. Buscó una puerta con la mirada, mientras con una mano se tapaba la nariz evitando aspirar los vapores pestilentes que allí se destilaban. La encontró. Era una puerta de madera enclavada en un ángulo de la habitación. Iralt se encaminó despacio hacia ella, pero se dio cuenta de que su caminar era lento y pesado, como si le hubiesen cargado de grilletes y el peso, le impidiera andar cómodamente. Empujó la puerta con cuidado, y al tercer intento, ésta cedió... PD: Mack, escribir contigo siempre es un honor :-DDD. Perdigón no estuvo mal, a ver si conseguimos algo productivo con Iralt. Besotes. @@@Pálpito@@@ |
Ref: de Amara a todos puesto el 27/9/00 13:11 |
OOoooooooooooooooolas!!! hacia mucho q no daba la txapa por aki un ratillo :D. Pos nada, sigo viva!! si señor! muy viva! y mu feliiiiiiiizzz asi q , se puede pedir mas? Bueno si, pediria algo mas, (dinero, un coche.. XDD). Pos na, solo dar constancia de mi paso por aqui, enviaros muchos besos y q seais felices!!!!!!!!! Muaaaahhhhhhh ··Amara·· feliz feliz feliz felizzzzzzzzzzz:))))))))))))))))) |
Ref: Erase una vez ... puesto el 27/9/00 13:29 |
Erase una vez una aldea muy pequeñita situada al borde del mar. La aldea era tan, tan minúscula que el pescador de la aldea ejercía tambien de maestro, el barrendero de carnicero, el cura de alumno de primaria, y la puta combinaba las atenciones que dedicaba al pescador, al maestro, al barrendero, al carnicero y al cura (al niño no le dejaban ir de putas) con las tareas propias de un taller mecánico. . A pesar de la evidente tentación esquizofrénica, la vida transcurría plácidamente en la aldea hasta que un mal dia, el maestro entró en la taberna (que regentaba el electricista) en una gran estado de excitación. - Miguel, ponme un coñá cagando leches. - Miguel es el electricista .... yo soy Paco, el cantinero. - Que sí, que sí ... que me pongas un coñá. Ya era raro ver al maestro bebiendo alcohol (otra cosa hubiera sido si se tratara del pescador, que le daba a la cazalla que daba gloria verle), pero más extraño aún resultaba la confusión de nombres y profesiones en la que había incurrido. - Le veo un poco nervioso, señor maestro .... ¿no se le habrán rebelado otra vez los niños, verdad? - No, no es eso ... ponme otro coñá. - Tenga cuidado, señor maestro, que usted no tiene costumbre y le puede sentar mal. - Calla y sirve, ¡coño! Tres coñases más tarde, el maestro se derrumbó, cuan largo era, junto a la barra de la taberna. - Ya se lo decía yo ... que no tiene usted costumbre señor maestro, y él ... dale que dale con el coná ... y a ver quién coño va a salir a pescar esta noche. El cantinero fue corriendo a avisar al médico, que cerró el kiosko de chucherías en el que trabajaba y se acercó al bar. - Este hombre está en las últimas ... lo mejor sería llamar al cura. - Pues ahora no va a poder venir porque está en el colegio ... habrá que esperar a la hora del recreo. El caso es que el maestro se murió antes de que llegase el cura, que no quiso perderse el recreo porque tenían partido de futbol contra la clase de los mayores. Asi que enterraron al maestro, y, puesto que era soltero, le dieron el pésame a la viuda del pescador. A continuación, organizaron una reunión allí mismo, en el cementerio. Tomó la palabra el cura, que para eso estaba en su casa: - Bueno, ¿quién quiere hacer de maestro a partir de ahora? Aquello parecía el museo del Prado cuando no hay japoneses ... todo el mundo bostezando y mirando hacia el lado equivocado. Por fin tomó la palabra la mecánico que, por motivos que no vienen al caso, conocía los detalles íntimos de la vida de cada uno de los presentes y de algunos de los ausentes: - Puesss, el que tiene más tiempo libre es precisamente usted, señor cura. - No seas burra, Sara ... ¿cómo voy a hacer al mismo tiempo de profesor y de alumno? .... ¿no ves que tendría enchufe? Un runrun de asentimiento se extendió por el cementerio. - Y ¿qué tal la viuda? ... al fin y al cabo, algo se le habrá pegado con la convivencia. - ¡Ah, no! ... al señor maestro yo no le conocía de nada ... en fin, de vista como "casi" todo el mundo, respondió la interfecta dirigiendo una mirada envenenada a Sara. - ¡Eh, oiga, señora! .... que yo sólo le cambié una vez la bujía de la moto, que era un torpón el pobre hombre. - La bujía y lo que no es bujía, ¡so pelandrusca! - ¡Pelandrusca lo será su madre ...! El cura intervino para restablecer la armonía: - No es momento de peleas ... tenemos problemas más graves que resolver. Asi que todos volvieron a bostezar y a mirar hacia el lado equivocado. - ¿Y si ponemos un anuncio en el periódico de la capital? propuso Miguel. La idea fue aprobada con gran alborozo y estropicio, pues la posibilidad de que alguien nuevo llegase a la aldea resultaba excitante para todos. El médico se encargó de redactar el anuncio. Decía así: Erase una vez un lobito bueno, al que maltrataban todos los corderos. Había tambien un principe malo, una bruja hermosa, y un pirata honrado. Todas estas cosas había una vez, cuando yo soñaba un mundo al revés. El anuncio apareció en edición dominical del periódico, y aunque muchas personas lo leyeron, sólo una respondió al anuncio. Se presentó en la aldea ese mismo dia y, claro está, era perfecto para la vacante: le encantaban los niños, le divertía pescar y en seguida le hizo tilín a la viuda. Y colorín, colorado, este cuento se ha terminado. Manolita Chen (la canción es de Brassens) |
Ref: 6969696969696969696969696 puesto el 27/9/00 19:40 |
Ref: PEPONCILLO puesto el 27/9/00 19:41 |
Ref: SOCRATES puesto el 27/9/00 23:00 |
Son hermosos todos los retornos... de amigos |
Ref: SOCRATES al "orante" puesto el 27/9/00 23:01 |
Todo depende de a qué llames "oración". Desde luego si va la cosa con el ejemplo de súplica penitencial expuesto... mejor lo dejamos ¿vale? |
Ref: Iralt puesto el 27/9/00 23:06 |
me flaqueaban las piernas.... Cuando cedió la puerta
me encontré en una sala espaciosa, bien amueblada. De pronto me ví tendido en un sofá y se me hacía ingerir algo caliente. A mi alrededor había tres mujeres, solamente tres mujeres, las cuales me miraban con ojos curiosos y escrutadores. Estaban muy cerca de mí, casi con sus cabezas junto a la mía. Cuando las miré se separaron bruscamente y se irguieron. Una de ellas tenía un vaso aún humeante en la mano. Esta última me miraba con bondadosa expresión y cuando hablé dio un suspiro de alivio. Estaba vestida con un traje blanco y era muy hermosa y muy joven. se sentó cerca de mí y ella fue quien contestó a mis preguntas con voz suave. De las otras, muy bellas también, había una vestida de rojo. Era rubia y me sonreía, con una sonrisa torcida y algo extraña. Pero fue la mirada de la tercera lo que me asustó. Estaba vestida de negro, con un cuerpo de lineas suaves, casi sin ondulaciones, La veo ahora, señores. La estoy viendo. Sus ojos eran negros, de un negro tenebroso, pero chispeaban como si tuvieran luces rutilantes. Y en contraste, su cara blanca, pálida y sus labios como una herida sangrante... ¿ Quienes eran esas tres bellas y raras damas? ¿ Qué preguntaba Iralt ? Besos )br) Lía . |
Ref: Pompaelo-Gades... puesto el 27/9/00 23:41 |
Ya estoy de nuevo en San Fernando, la antigua Isla de León, en el otro extremo de Hispania. Como ya dije en un mensaje anterior, y recurriendo a términos cervantinos, nunca un emperador fue tan bien servido y tratado como lo fue Tiberio en su visita a Navarra, la tierra de nuestra admirada Arga :-) y también de algún ancestro del que escribe estas líneas. Llevaba ya tiempo deseando conocer dichas tierras y, al fin, he podido ver cumplido mi deseo. El emperador ha podido al fin ver los lugares y tradiciones que con todo lujo de detalles han sido descritos en los últimos dos años por tan noble y regia parquiana: desde la Plaza del Castillo hasta la Ciudadela; desde Olite hasta Puente la Reina; o desde Ujué hasta el incomparable monasterio de Leyre. Han sido cuatro días llenos de buenas experiencias con unas personas realmente excepcionales. Y no es una fórmula vacía ni reiterativa la afirmación anterior. Arga, lo siento, pero lo tengo que volver a repetir: no tengo ya palabras para agradecer la hospitalidad de tan isigne parquiana, sin olvidar tampoco a su marido, el cual se desvivió en atenciones con los miembros del séquito imperial... Por cierto, pero es gracioso que cuando el séquito abandonó Pompaelo descargase tanta lluvia sobre la ciudad. ¿ Estás segura, Arga, de que nada estaba preparado ? :-DDDDDD Un abrazo agradecido de... *** TIBERIO. MM *** |
Ref: Arga a TIBERIO puesto el 27/9/00 23:53 |
He de confesar que...¡ejem! (me da no sé qué decirlo)... pero la verdad es que había una cosa totalmente planificada (y que salió tan redonda que pareció pura improvisación): me refiero a los 35 kilos de pimientos del piquillo que, tan amablemente, alguien de vuestro séquito ayudó a pelar, sin que se le cayeran los anillos por realizar tan humilde menester:-DDD Sirva de aviso a navegantes;-) |