Ref: Ejemplos a seguir... puesto el 7/9/00 0:15 |
Cuarta parte... En 1939 llegó el ignominioso pacto entre la Alemania nazi y la URSS stalinista. Polonia no fue la única víctima del acuerdo: el Ejército Rojo se anexionó territorios en Finlandia, norte de Rumanía ( la actual Moldavia ) y para terminar los tres países bálticos. Stalin las llamaba 'provincias perdidas' y se llegó a afirmar que esas naciones deseaban fervientemente estar con Stalin. De todos modos, la anexión no fue jamás reconocida por la comunidad internacional. Como ya dije en el capítulo anterior, las tres repúblicas fueron engullidas por la URSS de un modo poco elegante y diplomático. Se convocó un plebiscito en el que sólo podían presentarse partidarios de la anexión que había llevado a cabo el Ejército Rojo. Después de recordar estos sucesos, provoca risa el que algunos, preferentemente los nietos del tontiloco decimonónico por excelencia, intenten comparar su 'contencioso' con las penalidades sufridas por estas tres naciones bajo el régimen de la antigua potencia soviética. *** TIBERIO. MM *** |
Ref: Para Arga puesto el 7/9/00 0:21 |
Hoy, todo lo más mañana, te lo paso. Y ya me supongo que no hacen faltan excusas literarias pa ir a tu tierra, buena vecina. Pero con el premio, por cierto, bastante notable, sería todo mucho más fácil. A eso me refería. Un descohonao de risa por tu PD., el yerro, el "encargo" al Suso de los cohonee y la madre que me vino a traer. |
Ref: Hass puesto el 7/9/00 2:51 |
...las dos y cuarenta y tres minutos de la madrugada... escribiendo emilios sin poder dormir..... gio no funciona....... en la plaza todo el mundo parece manco (como siempre).... en huevo ya no conozco a nadie..... la peste a alperchín invade todo el pueblo..... estoy cansada..... ¿porque no estoy ya en la cama?..... todos se han ido hace tiempo .... suerte que el parque siempre permanece abierto...... |
Ref: yoi puesto el 7/9/00 9:57 |
¡¡ Buenos Días !!! Se os saluda desde unas vacas un tanto raras ... ¡¡ A disfrutar !!, y a escribir quien le toque. jejejeje |
Ref: Proxi al parque puesto el 7/9/00 13:15 |
Buenos días Como cada día, sobre el horizonte se remonta un inmenso signo de interrogación. El texto de la pregunta se completará en la próxima vida. Proxi...buscando cuscando... |
Ref: La Gasolina puesto el 7/9/00 13:45 |
Dolores, vida mía Cada vez que daba una curva o había un frenazo, el indicador de depósito de gasolina vacio se iluminaba. La posibilidad de que, en cualquier momento, el coche se quedase parado había alcanzado ya el nivel de probabilidad, y llevaba camino de convertirse en una dramática realidad. Para terminar de arreglar la cosa, parecía como si todo el mundo estuviera conduciendo especialmente mal aquella mañana: los semáforos se ponían verdes y nadie se movía, los coches se detenían en los cruces donde no había STOP, los de siempre intentaban (¡¡y conseguían!!) girar a la derecha desde el carril situado más a la izquierda ... en fin, que cada quince segundos iba alternando un cúmulo de improperios y una sinfonía de claxonazos. De verdad que si mi confianza en la bondad del ser humano no fuera casi ilimitada, tendría que haber concluído que todos los conductores que me rodeaban estaban inmersos en algun tipo de maquiavélica conspiración. Asi que aquel dia, al stress habitual por no llegar a tiempo a la oficina, se unía la angustia que me producía la visión de una persona empujando un coche en medio del caos circulatorio de las 8.55 AM. La culpa de todo la tiene la tarjeta de fidelización, esa que da viajes gratis ... si pongo gasolina en una estación de servicio que no está afiliada al programa, no consigo puntos. Reconozco que, objetivamente, se trata de una estupidez, pero la cuestión es que si observamos todos nuestros actos desde un punto de vista objetivo, no habría Prozac capaz de hacernos madrugar, asi que lo mejor -en mi opinión- es imaginarse una vuelta al mundo conseguida gratuitamente gracias a los puntos de la puñetera tarjeta. Así vamos tirando. Doblé la esquina de Hermosilla y divisé la gasolinera que estaba buscando. Pensé que -finalmente- la suerte me acompañaba porque ningun automovil hacía cola para repostar. Metí un acelerón, consumiendo el último medio litro que quedaba en el depósito, y aparqué ante el surtidor de gasolina sin plomo. En lugar del gasolinero habitual, ese que lleva zapatillas de andar por casa y, mientras agarra la manguera, pregunta algo, con un acento tan chulo que lo mismo podría estar diciendo "¿cúantolepongojefe?" que "notemetounahostiaporquenoquieromancharmeelmonodesangre", aparece un tipo bajito vociferando e indicandome que no salga del coche. Pienso que "qué tio más amable", y le extiendo las llaves por la ventanilla. Cuando llega a mi altura, me cuenta que el surtidor de sin plomo no funciona, que se ha roto no sé qué pieza cilíndrica, que hay que ver lo que tardan en traer el repuesto, que con estas cosas tan modernas "ya se sabe", y que la culpa de todo la tiene Felipe. Me pide mil perdones y vuelve a meterse en la caseta, sin concederme la posibilidad de cagarme en alguien, que es una cosa que no sirve para nada pero que desahoga mucho. Trás unos instantes de abatimiento y confusión en los que llego a plantearme seriamente la posibilidad de irme a vivir al Tibet, me dispongo a entrar en la caseta para preguntar dónde se encuentra la gasolinera más cercana, pero el mismo tipo bajito, vociferante y gesticulante se interpone en mi camino. Me dice que no tiene ni idea, que es nuevo, que está haciendo una suplencia, que tiene un contrato temporal, que mil perdones más, que ya son las 8.59 AM. "¿Las 8.59? ... y eso ¿a qué viene?", pregunto. Viene a que si espero un minuto, sesenta segundos de nada, apenas una miserable pizca de tiempo dentro de mi existencia, podrá ayudarme muy gustosamente. Ante mi gesto de desconcierto, una radio emite las señales horarios correspondientes a las 9.00 AM. El tipo bajito, etc, etc se dirige al surtidor de sin plomo, manipula algunas teclas y el precio del litro de gasolina aumenta unas pesetas. "Ya han arreglado el surtidor", anuncia, "esto de la técnica es una cosa fantástica ... a ver, jefe, ¿cúanto le pongo?" De eso hace doce dias. Con la cadena pitón, la que siempre llevo bajo el asiento, le abrí la cabeza al tipo aquel. Luego cojí la manguera, rocié el coche y le prendí fuego. No se está nada mal, aquí en el Tibet ... Dentro de poco empezará el invierno y nos quedaremos incomunicados, asi que no sé si podré volver a escribirte antes de la primavera. Dile a los niños que les quiero. Un beso muy fuerte Tu Antonio. Manolita Chen |
Ref: a Manolaita Chen puesto el 7/9/00 19:14 |
Weníiiisimo, oye! :DDDDDD |