Ref: De Mackay a TODOS puesto el 24/7/00 1:08
Estrenaré la página hoy... Dichosas vacaciones...
Ref: Buenos dias!! puesto el 24/7/00 10:24
Hola a todos los que no esteis perdidos en alguna abarrotada playa !! :D A los que esteis en mi situacion, osea, en el currelo, BUENOS DIAS!!! Hoy es un dia maravilloso, nublado , lloviendo, hace fresquito, mmm, me encanta el olor a tierra mojada!! Es un maravilloso Lunes!! y a pesar de no haber dormido mas de 4 horas me siento genial!! espero que todos tengais muchas ganas de vivir y mucha alegria para compartir!! Desde aqui os mando unos pedazos de vitalidad para que os la repartais a vuestro gusto. Un besote lluvioso a todos!!!! :)))) ··Amara··
Ref: LORD FRANK puesto el 24/7/00 12:49
AMARA,si hoy te parece que es un bello dia es o por que has echado un polvo que te cagas o vas de farlopa hasta el culo, de todas formas que pases un dia cojonudo
Ref: puesto el 24/7/00 15:45
luz de bocas aladas
dos labios rojos haciendo fuego
en la piel los poros son esporas
posos de feminas
Ref: puesto el 24/7/00 15:45
luz de bocas aladas
dos labios rojos haciendo fuego
en la piel los poros son esporas
posos de feminas
Ref: puesto el 24/7/00 15:48
La pasión del vino
rojo por las blancas
las esferas cálidas
los sueños profundos
dos manos 20 dedos
el diente y la gota roja
cuello como cascada de nieve
Ref: puesto el 24/7/00 15:51
silencio de labios
bordeando bermellas lenguas
cuello como cascada de nieve
y más abajo las salidas de sol doble
el vertigo de los alcoholes
las huemedas catacumbas
Ref: puesto el 24/7/00 15:52
atras, atras
en el fondo las dos son una
en la sima de los deseos
sus cuerpos son escalofrios
que se funden sin dueños
Ref: SOCRATES p/YOI puesto el 24/7/00 16:39
Aun en Salteras (Sevilla) pero ya camino de casa. Niño: todo un placer pasar con vosotros de la tasa permitida por la DGT
Ref: A LORD FRANK puesto el 24/7/00 21:12
la enfermedad maniaco-depresiva
Quien padece una enfermedad maníaco-depresiva experimenta cambios del humor o de su estado de ánimo mucho más intensos que los que la mayoría de las personas experimentan a lo largo de su vida. Estos cambios del humor pueden ir desde la tristeza presente en la depresión hasta la euforia que caracteriza a las fases maníacas. La mayoría de los pacientes padece ambas fases de la enfermedad, depresión y manía, aunque algunos experimentan únicamente fases maníacas o fases depresivas.
Esta enfermedad también es conocida con un término más técnico como es el de "Trastorno Afectivo Bipolar". Este folleto le describirá las dos fases de la enfermedad, los problemas que presenta cada fase, las formas de afrontar la enfermedad y los diversos tratamientos disponibles. Aunque es una enfermedad grave, con el tratamiento adecuado, es posible llevar a cabo una vida en la que la enfermmedad no intefiera demasiado.
¿Es muy frecuente?
Esta enfermedad es mucho menos frecuente que la enfermedad depresiva simple. Casi una de cada 100 personas adultas sufrirá una enfermedad maniáco-depresiva en algún momento de su vida. Este trastorno puede comenzar en cualquier momento durante la adolescencia o al finalizar la misma. A diferencia de lo que ocurre en otras formas de depresión, la enfermedad maníaco-depresiva afecta por igual a hombres y mujeres.
¿Qué causa la enfermedad maníaco-depresiva?
Nadie lo sabe con exactitud, pero la investigación ha demos-trado que esta enfermedad se presenta más en unas familias que en otras, y que tiene más que ver con la herencia y los genes que con la educación recibida. Según parece las partes del cerebro que controlan nuestro estado de ánimo no fun-cionan adecuadamente -por esta razón, los síntomas de la enfermedad maníaco-depresiva pueden ser controlados con medicación. Los episodios de la enfermedad pueden, en oca-siones, ser desencadenados por experiencias estresantes, por la falta de apoyo en el entorno o por la presencia de enfermedades físicas.
¿Qué se siente, cuales son los síntomas?
Obviamente, dependerá de si el paciente sufre un episodio depresivo o maníaco de la enfermedad. Estas dos experiencias tan diferentes serán descritas de forma independiente a continuación.
Depresión
La sensación de estar deprimido es algo que todos experi-mentamos de vez en cuando. Esta sensación puede ayudarnos a reconocer nuestros problemas así como a enfrentarnos a ellos. Sin embargo, para un paciente con una enfermedad maníaco-depresiva, su depresión será mucho más intensa y duradera, y le hará realmente difícil el afrontar los problemas de su vida diaria. Quien padece este tipo de depresión tiene una mayor probabilidad de experimentar los síntomas físicos listados a continuación. No todos los pacientes con depresión presentan la totalidad de los síntomas citados, aunque generalmente presentan varios de ellos.
Síntomas mentales
Sentimiento de infelicidad permanente Pérdida de interés por las cosas Incapacidad para disfrutar Dificultad para tomar decisiones, incluso las más simples Sensación de cansancio intenso Sentimientos de inutilidad, inadecuidad y desesperanza Mayor irritabilidad de la habitual Pensamientos suicidas Síntomas físicos
Pérdida de apetito y de peso Dificultad para conciliar el sueño Despertar temprano Estreñimiento Pérdida del deseo sexual Si usted llega a deprimirse, no se sentirá capaz de realizar adecuadamente su trabajo o sus cometidos habituales. Puede resultarle muy difícil pensar de una forma positiva y tener esperanza en el futuro. Puede que se encuentrre de repente llorando sin razón aparente. Le resultará difícil estar con otras personas. De hecho, es posible que sean los demás quienes le digan que no lo encuentran bien antes de que usted se de cuenta de que algo va mal. Si tiene una depresión leve, generalmente será capaz de llevar a cabo algunas de sus actividades regulares. El mantenerse activo puede ser de gran ayuda ya que le permitirá romper con el círculo vicioso de pensamientos pesimistas que pueden hacerle sentir peor. Aunque su depresión sea leve necesitará contarle a alguien como se siente, esto en sí mismo le hará sentirse mejor y además hará posible que los demás puedan ayudarle.
Obteniendo ayuda
Si encuentra que su depresión dura más de un par de semanas, que empeora o que interfiere con sus actividades normales, debe-ría acudir a su médico de cabecera.
La mayoría de los pacientes con depresión recibe la ayuda necesaria de su médico de cabecera. Entre él y usted decidirán que tipo de ayuda será necesaria para su caso. En las depresiones leves, el consejo o la psicoterapia de apoyo pueden ser suficientes. En el caso de las depresiones moderadas, serán necesarias la psicoterapias más específicas y/o los fármacos antidepresivos. En las depresiones graves, los antidepresivos serán imprescindibles antes de que la psicoterapia pueda ser útil, y generalmente se precisará de la colaboración de un médico especialista en este tipo de trastornos, el psiquiatra. Tan sólo un pequeño número de pacientes depresivos necesita ser ingresado para su tratamiento en un hospital. El ingreso suele ser necesario en aquellos pacientes cuya enfermedad supone una amenaza para sus vidas o bien en aquellos que no mejoran a pesar del tratamiento pautado. Si la depresión no se trata, ésta puede empeorar hasta el punto que al paciente puede parecerle que no merece la penar vivir, llegando a pensar que la única forma de acabar con ese sufrimiento es suicidarse. Si se encuentra a sí mismo pensando este tipo de cosas, debería solicitar ayuda contándoselo, lo antes posible, a un amigo o a un profesional. Esta es una experiencia por la que pasan muchas personas con depresión antes de mejorar -es importante que recuerde que mejorará.
Consejo
Es una forma de hablar sobre sus problemas con alguien, un consejero, que no está involucrado en su vida diaria. Aunque en nuestro sistema sanitario no existe la figura del consejero como tal, su función sin embargo la suelen llevar a cabo otros profesionales como su médico de cabecera, personal de enfermería o el trabajador social. Estos profesionales le podrán ayudar mediante una escucha atenta, permitiéndole hablar francamente de una forma en la que en ocasiones es difícil hacerlo con la familia o con los amigos. Un consejero puede ayudarle a tener una perspectiva más objetiva de sus pro-blemas. El hablar de sus sentimientos le ayudará a pensar sobre ellos de una forma más clara, y a encontrar formás prácticas y constructivas de superar los problemas.
Psicoterapia
Existen muchos tipos diferentes de psicoterapia. Todas ellas son formas distintas de ayudar a las personas a superar el estrés, los problemas emocionales, los problemas en las relaciones con los demás o los hábitos problemáticos (tabaquismo, alcoholismo, juego patológico,..). Todas las psicoterapias tienen en común el hecho de ser tratamientos que se basan en dialogar con otra persona, y en ocasiones desarrollar tareas. Su médico de cabecera podrá remitirle a su psiquiatra o psicólogo de su equipo de salud mental de referencia para que valoren la necesidad de psicoterapia en su caso.
Fármacos antidepresivos
Se llaman así los medicamentos empleados para tratar la de-presión mediante la corrección del desequilibrio químico que acompaña al humor depresivo. La depresión presente en la enfermedad maníaco-depresiva, generalmente precisa de este tipo de tratamiento. Los antidepresivos no son simplemente "píldoras euforizantes" o "pastillas para sentirse bien", estos fármacos hacen que la persona deprimida recupere su estado de ánimo normal, pero en absoluto mejoran el estado de ánimo de una persona que no está deprimida. A diferencia de lo que ocurre con los tranquilizantes, los antidepresivos no son adictivos, no crean dependencia. Estos fármacos, sin embargo, tienen efectos secundarios adversos. La sequedad de boca, la somnolencia y la visión borrosa son frecuentes con los antidepresivos llamados tricíclicos. Otra clase de an-tidepresivos, los inhibidores de la monoamino oxidasa o IMAOs exigen que quien los tome evite ciertos alimentos como el queso y el vino tinto. Un tercer tipo de antidepresivos, los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina o ISRS pueden hacer que quien los tome se sienta inicialmente inquieto, con nauseas y un ligero malestar. Su médico de cabecera le recomendará el antidepresivo más adecuado para su caso.
Todos los antidepresivos tardan de 2 a 6 semanas en empezar a funcionar adecuadamente. El sueño y el apetito de los pacientes suele mejorar antes de que su estado de ánimo se recupere. Durante este período en el que el humor todavía está bajo, el apoyo de la familia y de los amigos es especialmente importante, ya que el paciente puede llegar a desesperarse pensando que no mejorará. En esos momentos, debería acudir con regularidad a su médico de cabecera o a su psiquiatra de forma que pueda resolver cualquier problema que se presente con la medicación. Incluso cuando empiece la mejoría, es realmente importante que continue tomando su medicación de la forma en que se la ha pautado su médico de cabecera o su psiquiatra. Si suspende demasiado pronto su tratamiento aumentará la probabilidad de que reaparezca la depresión. La regla general es el mantener el tratamiento con antidepresivos hasta 6 meses despues de que la depresión haya mejorado.
Manía
La manía es una exageración de sensaciones que todos expe-rimentamos de vez en cuando. Es lo opuesto a la depresión, y se caracteriza por la presencia de sensaciones de gran bienestar, energía y optimismo. La pregunta que surge a continuación es si esto es un problema. Bien, realmente puede ser un problema, ya que dichas sensaciones pueden resultar tan intensas que el que las experimenta puede llegar a perder el contacto con la realidad. Si esto le ocurre puede encontrarse pensando cosas extrañas sobre sí mismo, llevando a cabo juicios inadecuados y comportándose de forma embarazosa, perjudicial e incluso en ocasiones peligrosa. Al igual que la depresión, la manía puede hacer difícil o imposible afrontar de una manera efectiva las tareas de la vida diaria. Un episodio de manía, si no es tratado, puede acabar con las relaciones de un paciente y con su trabajo. Cuando el episodio no es muy intenso los médicos suelen llamarlo "hipomanía". En un episodio de manía usted puede sentirse:
Muy feliz y excitado Irritado con los demás que no comparten su optimismo Lleno de energía Incapaz o sin necesidad de dormir Lleno de ideas nuevas y excitantes Más importante de lo habitual Oyendo voces que otras personas no pueden oir Los demás notarán que usted está: Saltando rápidamente de una idea a otra Haciendo planes que son grandiosos e irrealizables Muy activo y moviendose rápidamente Comportándose de una forma muy aparatosa Hablando muy rápido, tan rápido que en ocasiones puede llegar a ser difícil entender lo que dice Tomando decisiones extrañas de forma impulsiva que pueden tener consecuencias catastróficas Gastando dinero de forma temeraria Desinhibido sexualmente Cuando un paciente sufre por primera vez un episodio maníaco generalmente no es consciente de que algo va mal. Con frecuencia, son los amigos, la familiia o los compañeros de trabajo quienes primero perciben que existe un problema. Desafortunadamente, el paciente suele rechazar este tipo de sugerencias, ya que al experimentar un episodio de manía se sentirá mucho mejor de lo que nunca ha estado con anterio-ridad. El problema es que esta maravillosa sensación de feli-cidad le conducirá progresivamente a alejarse de la realidad. Cuando los pacientes se recuperan suelen sentirse muy dis-gustados por lo llevado a cabo cuando su estado de ánimo estaba exageradamente elevado.
Autocuidado
Si usted sufre cambios de humor maníacos, lo más importante es que sea capaz de reconocer los signos que advierten del inicio de la enfermedad. Esto significará que podrá obtener ayuda antes de que se sienta tan bien que no sea consciente de que existe un problema. Esta tarea no es fácil al principio de la enfermedad, pero puede llegar a conseguirse con práctica, y suministra al paciente un mayor control sobre su vida, además de hacer menos probable tener que ingresarle. Los amigos, familiares o algún profesional de confianza también podrán ayudarle si aprenden a reconocer los signos de alarma que advierten del inicio de la enfermedad. Es probable que los perciban antes que usted ya que, de hecho, usted probablemente se sentirá muy bien e incluso puede que llegue a ofenderse o molestarse de que los demás estén preocupados por usted. En este momento le puede ser difícil hacer caso de aquellos que le atienden y que desean que usted esté bien. El ingreso hospitalario puede llegar a ser necesario, generalmente para protegerle de sus trastornos de conducta, pero es mucho menos probable si se trata el episodio tempranamente.