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Te quiero, no puedo evitarlo :( |
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¿Acaso es sano evitar el amor? |
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El amor perjudica seriamente la salud |
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el amor es un fin para lograr un medio de como pasar el resto de la vida jodido y contento |
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¿ O no? |
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El sueño que Mohamed no sueña Un día aún lejano, Mohamed Belhaj, natural de Tetuán, será propietario de un pequeño invernadero de El Ejido, paseará con su esposa del brazo por el bulevar del pueblo y sus nietos corretearán entre los jardines a la salida del colegio. Saludará a sus amigos en una mezcla de árabe y castellano y comprará indistintamente en tiendas regentadas por los lugareños y por magrebíes. Mientras llega ese tiempo, Mohamed trabaja en invernaderos de otros, tiene a su esposa e hijos en Tetuán, maldice el catre en el que duerme y observa como algo ajeno los bancos del parque, las farolas y hasta la cocina de butano en la que él y cinco hombres más se hacen un guiso de papas mal cocido. A los andaluces llegados a Cataluña en los años sesenta les ocurrió igual hasta que entendieron que su vida ya no estaba en el pueblo y dejaron de enviar allí gran parte del dinero que ganaban. Claro que, para eso, la sociedad de acogida les hizo posible el acceso a una vivienda más o menos digna y un sueldo a partir de los cuales iniciar una lenta y trabajosa ascensión social. Oída en los actuales campos del Poniente almeriense, a los magrebíes la historia anterior les suena a cuento de la lechera o a una bella fábula para endulzar las amargas noches de insomnio por el miedo a las agresiones xenófobas. Sin embargo, los ojos de Mohamed Belhaj no pudieron evitar abrirse como platos la noche del pasado miércoles cuando la escuchó entre sorbos de té en la finca del Algarrobo, donde vive con su hermano, su cuñado y tres primos. De momento, ellos seis tienen los papeles en regla y si no fuera porque el alquiler de una vivienda les resulta prohibitivo en relación con el sueldo que cobran, tendrían aquí a sus esposas e hijos. Mohamed lleva aquí diez años y aún no gana para instalarse. Debe enviar mucho dinero a Tetuán. Pero en realidad, muchos Mohamed lo que de verdad no tienen es un proyecto de vida aquí. Y eso no depende sólo de ellos, sino en gran medida, de la sociedad de acogida. Por eso los seis gastan lo mínimo en confort. Y ¿qué hacen seis tíos encerrados entre cuatro paredes los días que logran ahorrar alguna energía en las agotadoras jornadas debajo del plástico, un día tras otro, una semana y otra sin ver a sus esposas e hijos? Hacen lo que haría cualquiera. Bajar al pueblo y tratar de divertirse un rato. Y en un colectivo tan grande, alrededor de 20.000 en la comarca, hay gente para todo. También en el pueblo hay gente para todo, incluso hay quienes se molestan por la simple presencia de un grupo de magrebíes. Otros se quejan de falta de civismo y todos de haber sufrido robos, violaciones, insultos... Por supuesto, los magrebíes no son los únicos que cometen delitos. "A los nuestros no tenemos más remedio que tragárnoslos, pero a ellos por qué", argumentan en la zona. Es evidente el malestar de los ejidenses con los inmigrantes. De otra manera, no se entendería la reacción agresiva que se produjo el viernes de la semana pasada después del asesinato de Encarnación López. Pero el brote de violencia ha puesto de manifiesto, sobre todo, una situación de desigualdad brutal y la existencia de una sociedad impermeable a los inmigrantes. De ahí la huelga que siguió a los incidentes. Los trabajadores reclaman condiciones de vida dignas. Muchos en los campos de El Ejido (alrededor de 5.000 que carecen de documentos) duermen entre ratas y aguas podridas cobijados con tablas y uralitas. Mohamed y sus familiares son unos privilegiados porque viven entre cuatro paredes y un techo y tienen agua corriente y luz eléctrica, todo cedido graciosamente por el patrón. ¡Encima se quejan! Dos mil duros arriba o abajo, todos cobran cien mil pesetas al mes, les dan vivienda gratis y aun así no tienen bastante. Los agricultores no entienden tanta ingratitud. Dos días después del entierro de Encarnación López, casi nadie se acordaba ya de lo que provocó las iras de los vecinos contra los inmigrantes. Todo quedó reducido a lo que en realidad era: una explosión de malestar que hunde sus raíces en las tremendas desigualdades que soportan los inmigrantes y que degeneró en un brote de xenofobia. Por eso, la comarca de El Ejido es un polvorín. Los agricultores tienen un sistema de producción que genera enorme riqueza (que en gran medida va a parar a manos de las distribuidoras). Están tocados por la avaricia del dinero acumulado a la velocidad que crecen los pepinos. El pueblo les importa poco porque no tienen raíces en el lugar, nacido en los años setenta al amor de los cultivos bajo plástico. Están de paso. En su horizonte no aparece la tierra, sino un laberinto de plantas conectadas a un gotero a modo de descomunal hospital de campaña que expulsa millones de toneladas de hortalizas. Un río de oro. En el otro lado, los inmigrantes, más de paso todavía. Y en territorio extranjero. Acaban de tomar conciencia de su fuerza y mantienen la primera huelga de inmigrantes de este país. Aunque no faltan observadores que aconsejan quitar el calificativo de "inmigrantes" para comprender que estamos simplemente ante una revuelta de jornaleros del campo. Como los andaluces hace apenas veinte años, miles de ellos acuden todas las mañanas a los cruces de camino a la espera de que un patrón aparezca con la furgoneta y se lo lleve a echar una peonada. Tres mil quinientas, cuatro mil pesetas por ocho horas de trabajo. Un agricultor concentrado el pasado miércoles frente al Ayuntamiento confesaba que podían pagar sueldos más altos y que sin los inmigrantes, el jornal pasaría a ser el doble, "pero no podemos decir eso porque entonces nos quitamos la máscara". Los agricultores también han tomado conciencia de que si les falta esa mano de obra barata tendrán que doblar el espinazo. Pero la integración es para los habitantes de El Ejido sólo que los magrebíes acaten unas normas de comportamiento. Mohamed reconoce que la vida de sus compatriotas sería muy distinta si tuvieran aquí a su familia. Se acabarían las salidas nocturnas y tanto mal rollo rondándoles la cabeza. Pero para eso necesitan que el alquiler de un piso no les cueste sesenta o setenta mil pesetas (muchos propietarios se niegan a alquilar a "los moros"). Mohamed saldría a pasear con la familia, tomarían un refresco y recogería a sus hijos del colegio. Al llegar a abuelo, iría a su invernadero para comprobar el sistema de riego. Pero éste es un sueño que los inmigrantes aún ni siquiera sueñan JOSÉ BEJARANO en La Vanguardia, 15 / 2 / 2000 |
Ref: :-))))) puesto el 15/2/100 9:09 |
Muy bonito el sueño de Mohamed. Dicen que los sueños se cumplen, si de verdad se desean con mucho anhelo. Aunque tambien tambien se dice que los sueños, simple sueños son. Yo me quedo con que ojala algun dia se cumpla ese sueño. PELIRROJA |
Ref: SALVALO! puesto el 15/2/100 9:31 |
Suelta ya mis manos porque tengo que marchar no sera muy largo hasta que pueda regresar mira que lo nuestro necesita respirar que un amor asmatico no nos puede durar mucho mas. Cuando sople el viento entre los dos y la luz reanime nuestro amor volvere a sentir tu corazon al compas del mio, por eso... Salvalo,no ves que nuestro amor se agota y no hay victoria ni derrota en esta batalla que vivimos cada dia tu y yo. Salvalo, veremos como con el tiempo tal vez un nuevo sentimiento pueda devolvernos lo que se perdio. Ni te marches triste, por favor comprendelo se que me entendiste ahora piensas como yo. Feliz dia y un dulce beso, :-* PELIRROJA |
Ref: PELI !!!!!!!!!!!!! puesto el 15/2/100 9:37 |
Un café?? |
Ref: SOCRATES a PELIRROJA puesto el 15/2/100 9:42 |
Bueno... |
Ref: pa los webones museros puesto el 15/2/100 11:48 |
LA PARTIDA DE MUS VISTO “¡Vamos a echar un musete!” Pregunto: “¿Dónde? “ "En el retrete”, muy serios responden. Allá van los cuatro y tras ellos, servidor que ejerce de mirón. En el suelo se sientan todos, los unos frente a las otros. Va a empezar la partida: puede ser entretenida. Corre el montón de mano en mano, cual falso doblón. Ridiez, no veo señas. ¿Esto qué puede ser? Lo acabo de entender: “Corrido y sin señas es”. Empiezan las palabras extrañas: la muchacha y el mastodonte. —Me aclaran que es la grande y la chica— pero me da igual: me han dejado tal cual. Siguen con los pares y uno mente a su padre. Que sí que no, que no que sí: ¿quién se aclara aquí? Con el juego continúan y nombran las treinta y una. Un as sale, pardiez, y de barbados, tres. Van con la puntuación: ni onda cojo yo. Uno se lía a repartir. Para sus adentros se echa a reir. Mira sus cartas y dice que son baratas. Pregunta su compañero qué va a hacer con ello. "Me voy a dar mus, compadre Jesús”. “Tengo pito cuatro” —¿llevará silbato?— Mas tira las cartas y no se retrata. Hacen los otros lo mismo encerrados en mutismo. Nuevamente reparte el que habló antes. Uno a otro he guiñado un ojo (se ha puesto rojo...) Otra vez tienen en la mano la baraje y, tras breve balbuceo, prosigue el juego. Como antes fuera, nuevamente se repitiera. Ya me estoy aburriendo de estar de mirón ejerciendo. Unos a otros se miran fijamente: ¿qué pasa por sus mentes? ¡Que me aspen si me entero! Esto parece un cementerio. ¡Vaya follón me estoy montando con el dichoso juego! ¿Hablen en clave o es en bable? Pues para los hispanos sea en claro castellano. Corren por el suelo unos palos a los que dicen amarracos. Ver partida tanta planta es algo que me espante. “¿Dónde vamos a parar?”, me pregunto yo. Y uno responde en viva voz: “Pretendo el mus ganar”. Ante tal respuesta, me levanté y me fui. Allí quedaron los cuatro echándose un musete en un retrete. C.A., 15 octubre 1978 -------------------------------- Es cierto, tiene un mazo años, pero a que mola??? :-))) MENDA DE MADRID |
Ref: a Aludid@ puesto el 15/2/100 15:36 |
Pues no sabes lo que te pierdes :-) |
Ref: PARA PELIRROJA puesto el 15/2/100 15:53 |
Me encanta tu escrito, pero lo veo un poco triste, (no te parece) AMANECE-1 |
Ref: puesto el 15/2/100 17:22 |
Un día me dije que jamás volvería a caer en las redes de alguien que no supo darme vida, que iba a rueda mía y que se dejó arrastrar por mi juventud, vitalidad, alegría, inconsciencia e inocencia, características de mi personalidad que absorbió hasta agotarlas y dejarme sin ellas. De todo aquello no queda nada, solo una amargura en mi interior que sobrellevo como puedo y que de cara al resto de la gente no dejo ver pero que en mi soledad si reconozco como mía y como parte de mi carácter. Antes era inocente y confiada, absorbía la vida y disfrutaba de cada cosa que me pasaba o cada acontecimiento vivido, cada roca pisada, cada gota de agua bebida, cada ciudad, pueblo o paisaje visto, no sabría explicarlo, es como si cada segundo de mi vida lo hubiese vivido como si fuese el último, no se si alguien lo entendería. Ahora sin embargo estoy siempre a la defensiva y me muestro impasible ante cosas que deberían sorprenderme o simplemente finjo una emoción y un interés que no es real, no se ver, es como si me hubiese quedado ciega. Me he vuelto altiva, estirada, orgullosa y egoísta y en el fondo no soy nada, no soy nadie, todo lo que fui se lo llevó él y se que esas cualidades de mi carácter que un día tuve y no supe ver, por más que quiera que vuelvan, no lo harán jamás pues el daño ya está hecho y eso jamás lo podré olvidar aunque se que lo perdoné mucho antes de sentirlo de lleno. Esa pérdida de identidad es lo que me hace a veces flojear y plantearme el sentido de las cosas, de la vida y si realmente merece la pena tanto esfuerzo. |
Ref: anas a ...... puesto el 15/2/100 18:11 |
Todos nos hemos sentido así alguna vez y no por ello somos insensibles y egoistas. De todas formas, plantearse el sentido de las cosas no viene mal de vez en cuando, porque nos ayuda a valorarlas :))) Un abrazo muy fuerte, seas quien seas |
Ref: A 17, 22 puesto el 15/2/100 20:22 |
Puede que en una relación se pierda un pañuelo, un puñado de ellos, el manojo entero... Pero nunca podemos permitirnos el lujo de perder la propia identidad. Tal vez estés herida, tal vez pienses que no eres nada...Eso no es cierto. Busca en tu interior, saca todo cuanto llevas dentro, vomítalo por completo y luego empieza a recomponerte, a aceptarte y sobre todo, a quererte por ser quien eres, TU, única, irremplazable y me juego los muñones, estupenda. Las relaciones nos enseñan mucho sobre los demás, pero también sobre nosotros mismos. Merece la pena llegar a conocerse, si más no, intentarlo :-D, y aceptar lo que somos...Seres humanos imperfectos, complicados, pero no lo olvides, la vida continua y hay que seguir buscando aquello que queremos encontrar. Rendirse es un auténtico lujo que no podemos costearnos... sobre todo si tenemos en cuenta que sólo se vive una vez. Suerte, la próxima vez te saldrá mejor...y si no quieres una próxima vez, la soledad tampoco está tan mal, siempre puedes compartirla con tus amigos, que seguro que los tienes. ZENAMICÁ |
Ref: a 17:22 Io puesto el 15/2/100 20:33 |
la vitalidad siempre fue tuya. nadie ni nada podra robarte lo que en ti nace con la mayor naturalidad. es como una hermosura interior, como el jardin de tus adentros que, aun cuando se enfrente al invierno mas frio, siempre acaba, por rebrotar. asi que agunta el invierno, por buena cara al mal tiempo, incluso fingida, pero jamas pienses que alguien pudo robar lo que siempre fue un regalo. |