| En ésto, como en todo, siempre hay alguien que pierde más. En este caso, yo pierdo más que tú. O para ser más exactos, yo pierdo y tú no. La vida es como el tiovivo de una feria: un caballito corre detrás de otro al cual nunca alcanzará. Lo malo es que éste, a su vez, corre detrás de otro que tampoco alcanzará nunca. Y así siempre. ¡Así está montado el invento este de vivir!. Y no se puede elegir. ¡Eso es lo malo!. A lo mejor (a lo peor) te he agobiado. Un día te prometí no volver a intentar conquistarte y no cumplí mi palabra. Espero esta vez poder cumplirla. Me retiro sin ganar, pero no derrotado: Sólo sale derrotado el que no lucha. También te digo que lo único que he pretendido es que me dieras la oportunidad de que me conocieras más y de conocerte, sin prisas, poquito a poco. Lo siguiente... ¿quién sabe?. Me dices que siempre seremos amigos. Por mi parte, de acuerdo, pero Julia, cariño, explícame cómo se logra ser amigo de alguien a quien no puedes consolar cuando está triste, a quien no puedes abrazar cuando las cosas le salen bien, a quien no puedes hacer un regalo por su cumpleaños, a quien no puedes besar, de alguien de quien no conoces su número de teléfono, si su nombre es real, dónde vive; de alguien a quien no puedes invitar a cenar, a quien no puedes acompañar al médico, de quien no conoces su timbre de voz, ni cómo huele, de alguien con quien no puedes llorar o reir... Yo no sé, te lo juro. Ya he dicho varias veces que a mí, el invento este del webon, me encanta como medio para conocer gente, pero no como fin. No me basta. Y contigo menos. No me puedo quedar en lo de todas las noches, por muy agradable que sea 'veros' a todos por aquí. Aunque he de reconocer que con otros amigos ya he tenido la satisfacción de conseguir su número de teléfono, por ejemplo, y cualquier día de éstos podré tomarme una copa con alguno de ellos. Entonces sí que habrá merecido la pena estar un montón de noches hasta las tantas, perdiendo horas de sueño y ganando broncas. Pero contigo no ha sido posible (lo cual respeto profundamente) y veo que no va poder serlo. Por éso me retiro antes de que mi situación sea irreversible. Si me hubieses dicho '¡ven!', no es que lo hubiese dejado todo, como en el bolero, pero sí que hubiese hecho cualquier cosa por vernos, por conocernos, por querernos, y ¡quién sabe!, si por enamorarnos. Voy a echar de menos nuestras 'pláticas', te lo aseguro. Me gustaría que todavía, de vez en cuando... pero no sé, no estoy seguro de si no sería más perjudicial que otra cosa. Algún día me tendrás que explicar qué se siente teniendo a una persona como yo, enamorado de otra persona como tú, por internet. A mí me suena a risa y es por éso que no me atrevo a comentárselo a nadie, supongo que porque me imagino mi reacción si en vez de a mí, ésto le sucediera a un amigo y me viene a comentarlo. ¿Tú se lo has dicho a alguien?. Pues nada. Espero, y lo digo en serio, que, en el mundo real, encuentres a tu media naranja no tardando (estoy seguro que no será el de la Africa Twin, aunque te duela. El no te merece). Por mi parte, aunque no seas mi primera ni, seguro, mi última calabaza, recuerda que te quiero mucho. Todo lo que se puede querer a alguien a quien has conocido como nos hemos conocido tú y yo. Quisiera quererte más, pero... No sé si esta noche estaré por aquí, pero lo que sí sé es que, fiel a tus principios, no me dirás nada ni me contestarás, así que... ¿qué más da?. Sólo dos cosas más: 1ª. Si cambias de opinión, házmelo saber. 2ª. Sé feliz, por favor, te lo mereces. ¡Ah! y una última cosa: perdona por lo de ayer. Igual me pasé, pero estaba (y estoy) un poco dolido. ¡Lo siento!. Un beso. (Y tranqui, no pasa nada). |