HISTORIA PARA MARIA, MARTA, PAULA Y RESTO DE SALIDILL@S INCLUIDO EL ADMIRADOR SECRETO.
ESPERO QUE LAS DISFRUTEIS Y TENGAIS UNOS BUENOS ORGASMOS A MI SALUD...BESITOS CIAO..
LA APUESTA
*************
Es difícil mantener el control cuando tienes los ojos vendados, y te notas rodeada de gente que no conoces. Si además estás desnuda y nunca habías pasado por ello, la sensación de vergüenza y humillación se hace indescriptible. Luis me había comprado. Dicho así parece imposible que algo así ocurra en el siglo XX, pero en realidad vivimos una época en donde, si bien el dinero no puede comprar ciertas cosas, si es cierto que el absoluto poder que proporciona erotiza a chicas como yo hasta extremos difíciles de entender desde fuera.
Esa es mi historia. Con diecisiete años llegué a la capital con la intención de triunfar y ser feliz. ¿Cómo? Ni yo misma lo sabía. Primero camarera, después azafata de congresos, modelo, algo de televisión, más pasarela, agencias y por fin ..... Luis. .en la agencia me contrataron para que me hiciese pasar por una especie de nueva conquista suya tras su reciente separación. Millonario, mujeriego, y con aficiones muy particulares.
Los hombres como Luis suelen amar el dinero, el problema es que el dinero no suele llevarse muy bien con ellos. En el caso de Luis era excepcionalmente diferente. Luis tenía, o mejor dicho tiene, un patrimonio cercano a los diez mil millones de pesetas, sólo que parece que nunca tiene suficiente... en nada. Para mí él representaba todo lo que yo podía soñar ... y cometí el error de confesárselo. A partir de ahí, empezó todo.
Un día sacó de un maletín cerca de un cuarto de millón de pesetas en billetes de cinco mil. Me desnudó, me frotó con aceites, y me puso a cuatro patas. Me sentía excitada y la humillación que presentía aún me mojaba más el sexo. Dispuso los billetes en el suelo uno tras otro y colocó una papelera en un extremo de la habitación. Comencé a arrastrarme desnuda y a recoger los billetes con la boca uno tras otro. Él, situado tras de mí, iba azotándome con una finísima caña en mi desnudo trasero. Me sentía bien y él lo sabía. Aquel dinero era para mí y sólo tenía que humillarme ante un hombre al que amaba y con el que disfrutaba sintiéndome como una prostituta.
Poco a poco Luis fue exigiéndome una entrega mayor. Un día comprendí en el espiral que me esperaba. Luis, en sus viajes, me obligaba a enviarle cintas donde tenía que grabar como me masturbaba y en lo que pensaba mientras lo hacía. Su dominio mental sobre mí iba siendo cada vez más fuerte. Algunas veces grababa en vídeo como le realizaba felación tras felación durante horas y me amenazaba con entregar las cintas a la prensa, con objeto de que todo el mundo supiese que yo no era más que una puta de lujo. La idea de mezclar en nuestros juegos a periodistas y terceras personas, cada vez le hacía más ilusión. En un viaje a New York, avisó a la prensa, sin yo saberlo, que yo regresaba sin bragas y con una cortísima minifalda de mi vuelo. Él lo sabía bien, pues me lo había ordenado así taxativamente. Verme casi desnuda en todas las revistas del corazón, mostrando mi depilado sexo me causó una depresión de la que Luis me sacó amenazándome con abandonarme. No podía evitarlo, cuanto más humillaba, más lo amaba y por tanto mayor era el poder que podía ejercer sobre mí.
Un buen día empezó la serie de cesiones a sus mejores amigos. Banqueros, políticos, directores de diarios... a todos me obligaba a masturbar con mi boca... lo que mejor sabía hacer según él. Pero hoy presentía que había algo diferente en el ambiente. Me había vendado los ojos, me había desnudado completamente, mostrando los obscenos tatuajes que me había realizado en Nueva York tiempo atrás, y me encontraba en una fiesta rodeada de voces absolutamente desconocidas para mí. Algo iba a ocurrir, sólo que yo era el plato fuerte de algo que desconocía. Alguien que parecía un mayordomo por su forma de tratarme me ató a una columna. Creo que un perro pequeño orinó sobre mí entre las risas de los asistentes. Pronto se hizo un silencio en el ambiente. Unos zapatos de tacón resonaron sobre el frío mármol que cubría el suelo de aquel lugar, a la par que un látigo restalló con fuerza cerca de mí. Sentía miedo. Nunca lo había sentido tan fuerte. Era superior a la sensación de ridículo. Y de repente... dolor, picazón, furia.. aquel látigo había alcanzado mis muslos y por su silbante sonido presentí que volvería a encontrar mi desnuda carne. Así fue, mi culo fue el nuevo objetivo. Mis ojos se llenaron de lágrimas, mientras aquellos tacones resonaban contra el suelo anticipando la búsqueda de nuevos lugares donde golpear.
Apenas podía cubrirme, estaba esposada y sabía que mis tetas, siliconadas y turgentes, no iban a escapar al castigo. Esperaba un latigazo, pero fuertes pellizcos propinados por diferentes manos terminaron de arrancar un alarido de mi amordazada boca. Entonces me desprendieron la venda de los ojos. Una especie de dómina sudamericana y de color, embutida en cuero y cadenas deambulaba frente a mí, emitiendo sonidos electrizantes que intentaban demostrar el placer que sentía de disponer completamente de una chica como yo a su disposición.
Cincuenta o sesenta personas, elegantemente vestidas contemplaban mi sufrimiento. No veía a Luis, no conocía a nadie, sus rostros, tanto el de mujeres como el de hombres se mantenían ocultos bajo una especie de máscaras de carnaval, mientras que aquella depravada mujer comenzaba a masturbarse, al tiempo que se contoneaba obscenamente. Caí de rodillas en cuanto me soltaron las esposas que me mantenían sujeta a la columna. Un latigazo me obligó a ponerme a cuatro patas como una perra. Las largas uñas de aquella mujer se clavaron en mi espalda, mientras me susurraba al oído que si era buena no me sucedería nada, sólo debía obedecerla.
Pensé en gritar, huir, levantarme e irme, pero aquella mujer ejercía sobre mí un poder más fuerte del que podía imaginar. Sentí que era inútil, que si intentaba marcharme volvería a ser reducida y probablemente sería duramente castigada. Un olor conocido llenó de pronto mi boca, aquella puta me estaba obligando a lamer su clítoris, mientras bailaba al son de una música sincopada. El ritmo de la música se aceleraba. Mi dominadora comenzó a correrse sobre mi cara. Y rápidamente todos los caballeros de la reunión comenzaron a masturbarse sobre mi desnuda espalda, a la par que algún cabrón me introducía por el ano y por el sexo un enorme doble consolador... aquellas manos ásperas... si .. era el hijo de puta de Luis, quise volverme pero un sonoro bofetón de aquella mujer me obligó a concentrarme nuevamente en su monumental corrida.
A mi alrededor notaba extraños ruidos de cables, siseos, objetos rodantes. No podía adivinar en que consistía todo aquello. Luis nunca había ido tan lejos.
Aquella noche pude contemplar como mi humillación había sido contemplada por más de seis millones de personas en un programa nocturno de TV. al que Luis había vendido la exclusiva. Aquel cabrón me había vendido, luego supe que todo era una apuesta con su amigo el director del programa a fin de demostrar que era el play boy más absoluto de este país, capaz de obligar a cualquier mujer a cualquier cosa. Y lo peor de todo es que sigo siendo su esclava, ya no tengo otra forma de ganarme la vida.
ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO MIS QUERI@S SALIDILL@S, ESTOY ESPERANDO QUE ALGUIEN SE ANIME Y NARRE UNA HISTORIA EN LA QUE YO SEA EL CENTRO DE ATENCIÓN, ESPERO SER TRATADA CON LA DUREZA SUFICIENTE COMO PARA PODER TENER UN MULTIORGASMO LEYENDOLA. BUENO SER TOD@S MUY MAL@S Y SOÑAR CONMIGO. BESITOS Y LAMETONES HUMEDOS PARA TOD@S DONDE MAS OS GUSTE.
|