Ref: a todas puesto el 20/5/01 2:28
Bueno esta visto que todos estas de cachondeo, pues para cuando volvais un peazo de besooooooooo.
Ref: cariñazo puesto el 20/5/01 13:17
Pues recién levantéme y restauréme.
Recogido el "peazo besoooo"
se agradece
Ref: cariñazo puesto el 20/5/01 13:19
De cómo se me extravió parte del glamour:

Hay encuentros que la marcan a una, en el sentido más literal de la palabra... Este es el relato de hechos acontecidos hace ya algunas semanas en esta mi casa, en aquella mi cama y en ese mi cuerpo serrano, que detallo a solicitud de mi queridísima amiga Pachuca, conchavá del alma. Si bien es probable que mi imagen resulte algo deteriorada, es más cierto que la cosa, vista así, de lejos y desde afuera, con el prisma que sólo la pátina del tiempo puede otorgar, tuvo su enjundia. Vamos allá:

Se ha producido en estos últimos tiempos una invasión de hordas teutonas de proporciones considerables en mi entorno. En un principio los invasores se esforzaron, cada cual en la medida de sus intereses y aptitudes, por integrarse en la comunidad aprendiendo la lengua y sus costumbres; mas, con el transcurrir de los tiempos y gracias a las antenas parabólicas, ni puta falta les ha hecho gastar tantas energías.

Uno de aquellos bárbaros de la primera hornada es mi amigo Raynhart, que tuvo la suerte, grandísima suerte, de emparejarse con Clara, antigua amiga de mi ex, que ahora es íntima mía por vicisitudes que no vienen al caso (que, por cierto, no tienen desperdicio las “vicisitudes”, jejeje... otro día os hablaré de eso). Digo “tuvo la suerte” porque Clarita es un joyón donde los haya, por eso el Rayni no la suelta ni de coña aunque la chica no tenga carné de conducir y ande todo el día escuchando al Fary sin recato ni pudor.

Pues bien, en un día de invierno, cual ave migratoria, apareció en mi vida Her Mörten Held (nombrecito de mayonesa sí tiene), el hermano mayor de Rainjá (que así lo pronuncia Clara con su acento de Cácereh); “mayor” en todos los aspectos: edad, tamaño y cuadratura de cabeza.

Teniendo en cuenta que Raynhart lleva los doce últimos años residiendo en esta Isla de locos y que su español es del todo lamentable, imaginaros lo que era su pariente con sólo doce días de permanencia: prácticamente autista. Al parecer había sufrido no se qué situación de abandono y andaba buscando cobijo desesperadamente. En su favor hay que apuntar, sin embargo, la buena disposición y un corpachón de casi dos metros y 100 kilos en canal, culminado por una cabeza cuadrada (y no sólo en sentido figurado, se los juro, parecía la de Bart Simpson) en la que destacaban pareja de ojos de mirada transparente y acuosa, como pa sumergirse una toa, y una boca que demandaba a gritos un beso de esos de lengua y patrás.

Quien se haya molestado en conocerme sabrá que servidora: “ande o no ande, caballo grande”; vamos, que eso de que el-tamaño-no-importa habría que discutirlo concienzudamente; debilidad tengo por los indivíduos talla XL (además del chocolate fondant, de Van Morrison y de repanchingarme en mi playita). Entonces os imaginaréis el careto panoli que me gasté al tener ante mí al mismísimo Goliat. Quédeme sin palabras, mas no sin palpitaciones, que alcanzaron éstas una velocidad de vértigo. Estuve toda la cena mediando entre mi desbocado corazón y el bistec a la pimienta; empeñada inútilmente en dilucidar si mis sofocos se debían a la visión de tal ejemplar de la especie humana, a una repentina menopausia o a las 4.000 calorías que me acababa de remeter entre pecho y espalda. Confieso, y me duelen prendas, que todos cuantos intentos practiqué por mantener la compostura dieron resultado infructuoso.

Por si todo esto fuera poco, el tal Mörten (pronúnciese: Mrtn´, así a palo seco y sin vocales, retorciendo la lengua parriba) no hacía más que contemplarme con arrobo y embeleso, aplaudirme todas las supuestas gracias y sonreír con unos dientes blancos, todos igualitos y en hilera como las teclas de un piano (lo del supuesto “arrobo y embeleso” obedecía a una miopía galopante sin abordar, pero eso lo supe más tarde). Me jode muy mucho coquetear o intimar con extranjeros (me casé una vez con uno y sé lo que me digo...), máxime si carecemos de un idioma común medianamente bien estructurado, lo que implica un sobreesfuerzo al que no suelo estar dispuesta; pero esta vez, bien en atención al tallaje XL del hombretón bien a los seis mohitos que me acababa de albergar, me pareció momento idóneo para el susodicho esfuerzo.

Como quiera que el ambiente del Mi Habana (como su nombre indica, local caribeño de pro donde los haya) era de lo más propicio al acercamiento de los cuerpos y las almas, en pleno desvarío de merengue y salsa, servidora comenzó sus “indagaciones” en aras a un aproximamiento más... digamos encomiable para los instintos. Y, como la noche era avanzada y no andaba una ya sobrada de sutilezas, propuse a mis amigos, sin más preámbulo, que se despidieran de su pariente hasta el día siguiente, que me lo llevaba “pa darle unas vueltas” (eso se lo dije a ellos, que al interfecto me limité a tirarle de la manga y señalar la salida, uséase “ausfart”, y a tocarle un poco el culo, no se llamara a engaño...)

En llegando a mi casa todo fue según lo previsto, sin sorpresas, incluso algo anodino el asunto, hay que confesar; pues una gusta mucho de que la mareen con zalamerías y, evidentemente, no era el caso. Nada más lejos de mi intención que parecer una egoísta interesada que sólo persigue la consecución de sus fines, pero... tampoco había mucho que negociar y no era cosa de adormecerse (se conoce que el teutón estaba bastante cansado por el trasnoche y tenía más sueño que vergüenza); en vista de lo cual, me abstuve olímpicamente de mostrarle mis pinturas (eso impresiona y va muy bien para romper el hielo), de prepararle un gin-lemmon y/o de solazarnos un prólogo en el sofá.

Mostrábase dispuesto y voluntarioso el mocetón. Y servidora, que en alemán sólo sabe nombres de futbolistas y de cervezas, se los iba enumerando con voz melosa: Bekenbaüer, Boris Becker (ese es futbolista?), Krombacher.... en ardientes susurros, al tiempo que alternaba con denuedo mordiscos y lenguetazos por su pecho de acero. Y en esas estábamos cuando un ruidito, apenas perceptible al principio, se hizo notar cada vez con más insistencia. Humm.... ahí ya comencé a desconcentrarme... Luego a inquietarme. Finalmente a obsesionarme. Joerr... al fin pendiente única y exclusivamente de ese soniquete, para nada familiar, en cada embestida, barruntando: “ay, que esto no anda fino... ay, que esto se va al garete... ay, que esto se romp...” zass!! cataplaaasss!! Desencajada y dislocada casi me quedo pa los restos, así como patasparriba, lo que os cuento, y con la cabeza para abajo, todavía me duele el chichón; que se hundió la esquina superior derecha del somier, para más señas, descoyuntándose toda la estructura que se me vino encima amalgamada con los 100 kilos en canal; quedando la que suscribe en una postura más que emblemática... por no hablar del aullido (esta vez de pavor) que emergió de mis esencias despertando a los del 3º 2ª. Y el Kartofen ocojonao en toda su envegadura, así como abducido, con el síndrome del Correcaminos. Uff... mejor lo dejamos...

Portóse, sin embargo, el tedesco, pues, echando mano a la caja de herramientas, me hizo el apaño en plan ingeniería-alemana, ensamblando estructuras, apretando tuercas y removiendo alcayatas a las 5,30 de la mañana para mayor alegría del vecindario.

Si es que cuando una tiene el don de lenguas...
Ref: fe de erratas puesto el 20/5/01 13:27
eran las 4,30 de la mañana

(firmado: el del 3º 2ª)
Ref: |#| puesto el 20/5/01 15:01
Muy buenas cariñazo, la de tiempo que hacia que no os visitaba, y solo te encuentro a ti
Se cumplió lo que decia alguna de que le quedaban tres telediarios de estar por aqui ¿no?
Eran otros tiempos, otras guerras... me alegro de encontrarte.
Ref: puesto el 20/5/01 15:51
quiero encontrar algo sobre la literatura naturalista y el fundador de esta Emilio Zola. gracias.
Ref: de Alex a chicas puesto el 20/5/01 17:16
Hola, soy un chico madrileño al que le gustaría charlar un rato con alguna de vosotras.
Ref: Ulises de nuevo puesto el 20/5/01 19:16
¡¡¡No me lo puedo creer!!!

Hacía años, sí años que no entraba aquí y de repente entro y me encuentran, nos encontramos, me resulta increíble...

De veras, me alegro, mi apreciado "pitillo" (creo que eres tú, ¿no?, ¿el que escribe con un nombre con h intercalada)
Y vosotras, queridas fantasmas (o queridos da igual creo, ya que los fantasmas carecen de sexo real) que tantas noches compartimos, bailando sobre el mármol de los templos de mi querida costa griega o nos calentamos al calor del "fuego" en vuestra casa de la ribera del Duero... ¡Qué alegría volver a leeros!

Y bueno, alegría para tod@s, por saber que lo improbable, como lo es la vida misma -cuyo surgimiento es estadísticamente improbable-, a veces es posible e incluso hasta grato, jajaja.

Muchos besos...