Ref: Aburrios puesto el 1/2/01 2:40 |
Buenassssssss, ¿ alguien para un poco de marcha ?? |
Ref: SOY ADAN puesto el 1/2/01 3:00 |
CHICAS DE LA PROVINCIA DE CADIZ SEDIENTAS DE SEXO SOLO TENEIS QUE PONER AQUI UN ANUNCIO Y QUEDAREMOS |
Ref: A ADAN puesto el 1/2/01 3:20 |
Oyeeeeeee... que para Cádiz ya estoy yo!!!!!!!!! Así que a esperarrrrrr |
Ref: cariñazo puesto el 1/2/01 14:54 |
Perra suerte la mía... Oshe, y pa las que no semos de Cádiz no hay ná? Se estarán vulnerando mis Derechos Constitucionales...? Digo yo que también una tendrá derecho a estar sedienta, incluso de sexo, mentiras y roc´n roll. Amos, digo yo, es un poner. u no? |
Ref: 'taitantosman/Cariñazo puesto el 1/2/01 16:16 |
No te quejes de tu suerte. Ésta acaba de mejorar sustancialmente. Para las que no sois de Cádiz y, especialmente, para ti, hay algo, incluso sexo, sin mentiras y con rock & roll o cualaquier otro tipo de música que te apetezca. Tú pide, y te será concedido. Besos lujuriosos. |
Ref: Papageno puesto el 1/2/01 16:31 |
Leo y no creo lo que veo, ¿do fué la alegría de antaño?, ¿do fueron las chanzas y las algarabías?, ¿acaso os vais a dejar derrotar por la tristeza?. Como dijo un veterano en estas lides, aquí hay más ojos que leen que manos que escriben. Animemos a esos ojos haciendo trabajar más las manos, las manos y lo que no son las manos |
Ref: sexo puesto el 1/2/01 20:12 |
Ref: cariñazo / taitantos puesto el 1/2/01 20:33 |
Poz se agradece el gesto, tendrélo en cuenta y harélo extensivo a las webonas qu´en el mundo ha sío, bueno, con tu permiso. Ea, beso pa tí. |
Ref: cariñazo / Papageno puesto el 1/2/01 20:38 |
AJAAAAA!!!!!! yo también te quiero. sabes demasiado de mí como para iznorarte, corasón, jeje. besazo sustancialmente enorme pa tí |
Ref: cariñazo puesto el 1/2/01 20:54 |
Gutifnin Vietnaaaaaaammm... Huuuooola peña!! Pero qu´animao stá el patio... Amos a ver, hoy iba a ponersus algo mu alegre pero, apensándolo bien, me he decidío por un tema de Clara Montes, letra de Antonio Gala, "Trabajos forzados", que dice algo asína: No creo en más infierno que tu ausencia paraíso sin tí yo lo rechazo Que ningún juez declare mi inocencia porque en este proceso a largo plazo buscaré solamente la sentencia a cadena perpétua de tu abrazo... etc. etc. güeno pos lo disho. Ea, ya escribiré más tarde algo picantón pa dir creando ambiente. |
Ref: Misia puesto el 1/2/01 21:09 |
Chicas me han ofrecido un robot que hace de todo. ¿Yo he vuelto a preguntar ¿de todo, de todo?, y me han respondido, sí de todo, solo tienes que ponerle lo que normalmente sueles echarle y listo, responde a las mil maravillas, pues traeme uno. Yo pobre ingenua concierto una cita para esta tarde a las 5, pensando que es lo que estaba esperando para las ausencias inevitables del que comparte la mia casa. Aparece la del ofrecimiento con una maletita no mayor que las que te dejan en la cabina del avión, ya la cosa me escamaba, me dice: a ver ¿que tienes en la nevera?, ¿qué dice la loca esta?, pensé yo. Al ver mi cara de extrañeza me dice: bueno tienes pepinos o calabacines, pues calabacines sí, de lo otro no. Mi espectación crecía por momentos. ¿Y mantequilla tienes?, esto va por buen camino (por lo de la mantequilla digo). Cuando saca el aparatejo del bolso.... horroooor!!!!!! algo para cocinaaaaar, mi gozo en un pozo, mi mandingooooo. Vendedora, aparatejo y bolso directamente a la rue sin dilación. Yo esperando algo para mi relax en las horas de esparcimiento y venirme a traer algo para trabajar, pero ¿la gente está loca o que?. |
Ref: Misia/soy Adán/ a Adan puesto el 1/2/01 21:21 |
Vecinooooos, hermosos. Que etoy mu cerquita, que Cái la tengo aquí a mi vera, no sos corteis y tirarme los tejos, pero con cuidaito, que igual me dais. |
Ref: nh puesto el 1/2/01 21:21 |
A las wenas noshes pa to el mundo, y especialmente pa ellas, o sease, con morreo y sobeteo incluído. ;-)
Como veo que esta casa esta perdiendo el calor que se presupone debería tener, he buscado un relato algo calentito, que espero os guste y sirva para subir la temperatura ambiente. Pos eso, a gozar LA PELUQUERA VICIOSA Los hechos relatados a continuación son tan reales como la vida misma, solo se han cambiado los nombres para no perjudicar a nadie. Por mi trabajo había sido trasladado a una localidad cercana a Bilbao. Siempre me acompañaba mi familia. Mi esposa trabo amistad con una chica que trabajaba en una peluquería, y que se llamaba Manoli. A través de esta amistad conocimos a su marido, que se llamaba Juan, y al resto de sus amigos, ya que ellos formaban parte de la banda de música del pueblo. Algunas veces cuando mi mujer se desplazaba a nuestro pueblo, a visitar a su madre, yo me quedaba solo en casa esperándola. Poco más tarde llegaba Manoli, que también esperaba a Juan, mientras este ensayaba con sus compañeros de banda. Escuchábamos música y veíamos televisión mientras mi mujer y Juan llegaban. En alguna ocasión Manoli, se había insinuado levemente, acariciándome el pelo y cosas similares, pero sin llegar a suceder nada. Yo le comentaba esto a mi mujer, y ella me decía que si se volvía a presentar la ocasión no la desperdiciase, y que me la follara con gusto, para luego contárselo y disfrutar los dos como enanos. Pero mi sorpresa fue total cuando Silvia, que así se llama mi mujer me contó que Manoli le había dicho que tenia ganas de verla follar con Juan, que le produciría mucho morbo, que también fantaseaban con que Silvia estaba en la cama con ellos y que cuando esto sucedía, su marido la hacía gozar como una perra en celo, así que quería ver como se comportaría mi mujer follándose a su marido, y que este tenia ganas de darle por el culo. Silvia me contó todo esto, no sin antes indicarme que a ella también le apetecía tener una sesión de sexo en parejas y que si yo estaba dispuesto seguiríamos adelante. Yo le dije que por mí de acuerdo, que ella ya sabía las ganas enormes que tenia de follar con Manoli, y que también me producía morbo el verla follar con otro. Silvia habló con Manoli, y quedaron en que vendría a nuestra casa, con la excusa de depilarla, y así concretar las cosas. Ya en nuestra casa, Manoli depilo a Silvia, estando yo delante y acariciando el clítoris de mi mujer para ir entrando en juego, que se puso más húmeda que una bayeta, y mi polla más tiesa que el palo de una bandera, a todo esto Manoli dijo que si queríamos hacer algo más nos dejaba solos, a lo que le dijimos que también ella podía participar. Me dijo que saliera un momento que tenían que hablar entre ellas. Salí de la casa y me fui a un bar cercano a comprar cervezas, pues sabia que a Manoli la ponía cachonda el beber cerveza. Cuando llegue me dijeron que estaban de acuerdo en continuar nuestro juego, pero ahora los tres, les enseñe las cervezas y las dos se echaron a reír, pues sabían lo que se avecinaba. Empezamos con unos toqueteos para luego irnos sacando la ropa poco a poco, cuando Manoli se saco su sujetador, pude por fin ver las tetas que tan cachondo me ponían, no eran tan grandes como las de mi mujer, pero estaban bien tiesas, con unos pezones salidos que pondrían cachondo al más templado. Le hice un guiño a mi mujer, y esta se saco también el sujetador, y cual no fue nuestra sorpresa al ver como Manoli se lanzo hacía los pechos de Silvia como si fuera una posesa. Al mismo tiempo introdujo uno de sus dedos en el coño de mi mujer y empezó un saca mete que hizo que Silvia empezara a gemir de una forma descomunal. En ese momento yo me lance hacia el cuerpo de Manoli, y empece a lamer sus tetas y a mordisquear sus pezones, lo que hizo que se pusieran más tiesos todavía. Después de estar un buen rato succionando sus tetas y pezones, mi nabo ya había alcanzado un tamaño considerable, no solo por estar chupando sus tetas, sino también por el morbo que me producía ver a Silvia ser chupada y acariciada por otra mujer, y desde luego por las caras de viciosas que ponían las dos. Fui bajando mi lengua por todo el cuerpo de Manoli, parando en su ombligo, al que le di unos cuantos lametones. A todo esto ella llevaba puestos sus pantalones vaqueros todavía. Al ritmo de mis lametones ella movía sus caderas de una forma acompasada, lo que indicaba que tenia ganas de más cosas. Desabotone su pantalón y bajando la cremallera procedí a sacárselos, a lo que ella me ayudo levantando sus piernas. Pude por primera vez verle sus diminutas braguitas negras de encaje, lo que me puso más cachondo todavía, haciendo que aumentase el tamaño de mi polla. Empece otra vez a lamer su cuerpo, haciendo una parada especial en sus ingles, lo que hizo que arqueara su cuerpo ofreciéndome su coño. Con mi boca retire sus braguitas y a mi vista quedo un coño abierto, parcialmente rasurado, y con unos labios que decían "comerme", y allí fue a parar mi boca. Empece una descomunal mamada, que hizo que Manoli se viniera a los pocos momentos de iniciarla, seguí en esa posición, hasta que de nuevo se corrio como una loca, gimiendo y gritando de tal forma, que hizo que Silvia también alcanzase un orgasmo sensacional. Ya entonces y sin poder aguantar más, dirigí mi polla al coño de Manoli, con la intención de derramar toda mi leche en su interior, pero ella mi dijo que esperase un poco más, que eso llegaría después, entonces tomo mi polla con sus manos y abriendo su boca empezó a hacerme una mamada como hacía tiempo no había disfrutado. Al ver esta escena, Silvia dirigió su boca al coño de Manoli, mientras esta metía dos dedos en el coño de mi mujer, esto me puso más cachondo si cabe, y empezamos los tres una deliciosa sesión de sexo que termino minutos después cuando nos corrimos como verdaderos posesos. Derrame toda mi leche en la boca de Manoli, que casi se atraganta, por lo que saco mi polla de su boca que fue a parar a la de Silvia, dándome tales lametones que me corrí de nuevo, pero esta vez en la boca de mi mujer. Cuando nos calmamos nos tomamos una cerveza para que la historia continuase. Después de nuestra juerga anterior, y de tomarnos esa cerveza, descansamos un rato, y nos pusimos a tomar unos frutos secos para recuperar fuerzas. Durante esta comida, la cosa fue tomando derroteros eróticos, ya que Silvia, mi mujer, mojaba en su coño todavía húmedo cacahuetes, avellanas, almendras, etc. y nos los daba a comer a Manoli y a mí indistintamente, y puedo decir que nos sabían a gloria, ya que las caras que poníamos no indicaban otra cosa. Siguiendo con esta manera de comer, no se me ocurrió mejor cosa que mojar los frutos secos en los jugos de las dos mujeres y degustarlos como si fuesen el mejor de los manjares. Manoli en un momento dijo que eso no estaba bien, ya que ellas querían probarlos untados de mi leche, al estilo de esos yogures que se toman con cereales. Para conseguir este efecto metimos varios frutos dentro de un condón, y que Manoli con su boca coloco en mi "carallo" (como decimos en Galicia). Entre las dos empezaron una sesión de caricias que hizo que la temperatura subiera de tono, y consiguiendo que mi polla empezase a tomar un tamaño considerable. Manoli metió dos de sus dedos en el coño de Silvia y los movía de tal manera que pronto empezó a gemir, dando tales grititos que casi se oyen en la calle, al mismo tiempo empece a lamer y mordisquear las tetas de Manoli, que respondieron al instante, poniéndosele los pezones tan duros que parecía que iban a salirlese de los pechos, como si fuesen dos balas de cañón. Mi polla en ese momento ya había alcanzado su tamaño máximo, llenando por completo el condón y tropezando la punta con los frutos secos que tenia en su interior, lo que me producía un placer que hasta la fecha no había tenido. Mi cara empezó a crisparse de tal manera, que ellas al darse cuenta empezaron a hacerme la paja más grandiosa de mi vida, y ya no pude más, vacíe mi leche en el interior del condón que se mezclo con los frutos secos. Manoli me lo quito con su boca, tal como me lo había puesto, y Silvia le pego una lamida a mi polla para dejarla reluciente. Fue la experiencia más placentera de mi vida. Ellas agitaron el condón para que los frutos secos se mezclasen bien con la leche, y una vez conseguido esto los fueron comiendo uno a uno como si de un néctar se tratase. Manoli dijo entonces: Quiero volver a empezar otra vez, para gozar de vuestros cuerpos y del sexo como nunca lo he hecho. A lo que Silvia contesto: - Tranquila, sabia que te gustaba, pero no que fueses tan salida. Ahora tendrás tu nueva ración de sexo, ya que mi marido te va a dar por donde Juan quiere darte y tu no le dejas. Ella dijo: "Por el culo no, que me duele", yo le comente que se tranquilizara, que la íbamos a untar lo suficiente para que la experiencia no fuese dolorosa, nos comento que su marido en varias ocasiones la quiso follar por el culo, pero que sin la debida estimulación ni lubricación, por lo que se había convertido en una experiencia negativa. Procedimos a untar bien con vaselina su agujero trasero y a estimularlo con los dedos para que se fuese abriendo. Una vez abierto Silvia introdujo uno de sus dedos en ese agujero a la vez que yo metía dos dedos en su aún lubricado coño, dándole unos movimientos de mete saca, con lo que conseguimos que se relajara, y que su agujero trasero se fuese abriendo poco a poco, de tal forma que Silvia consiguió meter dos dedos en el mismo. Manoli empezó a gemir, primero despacio para luego hacerlo de una forma casi salvaje. Sus grititos de placer inundaron toda la casa, lo que hizo que tanto mi mujer como yo nos pusiésemos a mil. Mi polla de nuevo comenzó a crecer y Silvia se la metió en la boca, para proporcionarme una nueva mamada y al mismo tiempo lubricarla para poder meterla sin problemas en el culo de Manoli. Yo dirigí mi lengua a su clítoris y comencé una comida de coño como hacia tiempo que ella no disfrutaba, cuando estaba a punto de correrme mire a Silvia y esta entendió a la primera lo que estaba a punto de pasar. Dejo de succionar mi polla y quito sus dedos de dentro del culo de Manoli, que gruño en señal de desaprobación, pero quedo sorprendida cuando Silvia empezó a lamerle el coñito y yo la coloque a cuatro patas, para colocar la punta de mi polla en su culito. Con las manos separe sus nalgas, para que el agujerito se mostrase totalmente abierto, ella reacciono abriendo sus piernas aún más, con lo que nos facilito la labor, Silvia metió toda su lengua en el coño de Manoli, a la vez que yo fui introduciendo poco a poco mi polla en su culito, iba entrando con alguna dificultad, pero se notaba que le gustaba por que decía: "No pares, continua taladrándome con esa polla húmeda. Y tu Silvia no dejes de lamerme, que me estáis matando de gusto". Continuamos en nuestra faena, hasta que conseguimos corrernos de nuevo los tres. Ella nos dijo " Es la mejor tarde de mi puta vida" Le comentamos que nosotros también disfrutamos y que teníamos que volver a repetirlo otro día, pero esta vez estando Juan. Ella comento que si el queria bien, pero si no que estaba dispuesta a venir ella sola. Después del día maravilloso que habíamos pasado, la llevamos a su casa, yo conducía mi coche por la autopista, Silvia iba sentada a mi lado y Manoli en el asiento trasero. Fuimos comentando lo estupendo que fue el día y lo reconfortante que era tener sexo sin complejos, por lo que la temperatura fue subiendo de tono. Mi polla fue creciendo por momentos y formando un bulto en el pantalón bastante sensible, a lo que mi esposa respondió abriéndome la bragueta y sacándola fuera, para comenzar a hacerme una paja, a lo cual respondí con una erección plena. Manoli al ver esto empezó a acariciarse los pechos por encima de la blusa y puso ese gesto de viciosa que ya conocíamos, yo con una mano empece a acariciar a Silvia, respondiendo con unas convulsiones dignas de un orgasmo, por lo que deduje que tenían ganas de juerga otra vez. Efectivamente, Manoli se acerco a mi mujer y comenzó a besarla apasionadamente y a acariciarle las tetas por encima del sujetador. Ante esta situación y para evitar un accidente detuve el coche en una zona de descanso. Una vez parados, mi esposa empezó a chuparme la polla con una fuerza descomunal, al mismo tiempo que yo me dedicaba a acariciar las tetas de Manoli, que ya se había despojado de la blusa y el sujetador, entre los dos fuimos desnudando a Silvia, luego fueron ellas las que me desnudaron a mí, una vez los tres desnudos empezamos una serie de caricias, sin saber quien acariciaba a quien, lo que consiguió que los tres nos pusiéramos a mil. Yo en ese momento recliné el asiento de Silvia, dejándolo completamente horizontal, me agaché un poco y le hice una mamada que la llevó a correrse como una loca. Mientras tanto Manoli se estaba masturbando en el asiento trasero, yo llevé mi mano hasta su coñito y empece a acariciarle el clítoris, sin dejar de mamar a mi mujer, que a su vez seguía chupándome la polla. Introduje dos dedos en el coñito de Manoli y empece un rápido mete saca que la hizo correrse un par de veces. Estabamos en plena faena, cuando alguien tocó en el cristal. Nuestra sorpresa fue mayúscula, cuando vimos que se trataba de un tipo de 1,90 mts. de altura, más ancho que un armario, medio tapándonos como pudimos, bajamos la ventanilla y le preguntamos que pasaba. Nos dijo que era camionero, y que al ver el coche pensó que necesitaríamos ayuda. No dejaba de mirar descaradamente hacia las dos, y observamos que en su entrepierna se estaba formando un bulto prominente, les hice un guiño a las dos mujeres y estas asintieron al unísono. Abrimos la puerta trasera y le invitamos a pasar, él no se lo pensó dos veces, se bajó la cremallera y saco su verga que, si bien no estaba empalmada del todo, presentaba un buen tamaño, se puso al lado de Manoli y empezó a sobarle las tetas de una forma descarada, a lo que ella respondió agarrándole la verga con la mano, para empezar una paja, él se la retiro y le agarró la cabeza por el cuello, al tiempo que le decía "quiero que me la chupes toda". Ella respondió abriendo su boca y tragándose su polla, que en esos momentos estaba completamente erecta. Silvia y yo observamos atónitos el buen hacer de Manoli, y lo golfa que era, pues para ser la primera vez que practicaba sexo fuera de su matrimonio, lo estaba haciendo muy bien. El camionero introdujo dos dedos en el coñito de ella y fue sacándolos y metiéndolos acompasadamente, lo que hizo que ella levantase su culo para que pudiera meterlos más adentro. Al ver esta escena, Silvia y yo nos calentamos de nuevo. Comencé a hacerle una mamada que duro un par de minutos, que hizo que ella tuviese un orgasmo, como si de un buen polvo se tratase. Fue entonces que el camionero cogió a Manoli y la llevo hacia el camión. Nosotros quedamos un poco sorprendidos y nos dirigimos al mismo, preguntándole si se encontraba bien. Ella nos dijo que estupendamente y que por favor esperásemos un rato, que quería disfrutar. Esperamos en el coche por espacio de media hora, cuando llegó y comento que había sido uno de los mejores polvos de toda su vida. Dijo que luego, con más tranquilidad, nos contaría como fue la cosa. El caso es que ella caminaba con las piernas un poco arqueadas. Cuando nos lo cuente, os lo contare. |
Ref: nh puesto el 1/2/01 21:24 |
Misia, mu cerca?, mmmmm, habrá que hablar contigo mas seriamente ;-)
ahora me voy a un diferido, pero volveré, palabrita taluegoooooooo |
Ref: nh puesto el 1/2/01 23:12 |
por lo visto no ha gustao, to er mundo ha desaparecido
en combate? jejeje, quizás, quizás |
Ref: Misia/nh puesto el 1/2/01 23:57 |
Tu respuesta me llegó tarde. Pero mañana llegará pronto. Un beso para todos, de los morbosos que nos gustan. |